Allí estaban ellas.
Cuatro mujeres poderosas,
tomando cubatas un martes a las cinco de la tarde.
Hablando de hombres,
Riéndose a carcajadas.
Contagiándome a mí, intentando disimular pero no demasiado.
Se ven unidas.
Seguro han pasado mil cosas juntas, hasta los años.
Cada una es diferente a la otra, pero se complementan.
Pegan.
Yo las observo, ellas no saben que me inspiran,
incluso me emocionan.
Siempre he soñado con encontrar una Samantha, una Miranda, aunque nunca he sabido si yo soy Carrie o Charlotte.
Tengo bastante de las dos.
Siempre he querido emocionarme por quedar con ellas,
saber que me van a escuchar,
que no me van a juzgar.
Que aunque meta la pata, nos quedarán las carcajadas, los cubatas o lo que haga falta.
Las miro porque me tienen cautivada,
porque me hacen creer en la amistad.
Quizá haya por el mundo tres locas buscando una Carrie para completar su squad.
Mujeres poderosas, sensibles, auténticas, divertidas, que vean la vida con ojos del que la quiere disfrutar.
La amistad es tan valiosa como la quieras apreciar y conservar.
Gracias a estas cuatro mujeres (que no se como se llamaran) pero en mi cabeza se han hecho un hueco para dejarme volar.
Estas mujeres podríamos ser cualquiera.
Seguro ellas también buscan alguna Samantha, una Miranda, Una charlotte,
o alguien con quien conectar.
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Sexo en Nueva york.
PoetryEl otro día tomaba un café en una de mis terrazas favoritas de la ciudad. A mi lado se sentaban cuatro mujeres que tomaban alcohol, reían, hablaban de todo tipo de cosas y se veían muy unidas. Me inspiraron a escribir esta poesía sobre la amistad...