4. ÁRBOL

337 10 6
                                    

Neville x Hannah

El joven Longbottom estaba refugiado en la mesa más alejada del Caldero Chorreante aunque en un principio la atención lo hacía sentir bien, sentía que al fin logró honrar el legado que sus padres le dejaron, al fin se sentía como el digno hijo de los aurores Longbottom, pero ahora estaba abrumado, y era decir algo porque no era tan solicitado como el "Trío de Oro" a los eventos post guerra, algo que iba a admitir era que admiraba que esos tres pudieran seguir apareciendo en periódicos y revistas con buena pinta, él solo quería estar tranquilo y en ese pequeño rincón donde nadie prestaba atención, lo lograba.

Aunque decir que nadie se fijaba, no era del todo verdad ya que una rubia de ojos marrones siempre estaba al pendiente de lo que el mago necesitará, Hannah Abbott estaba aprendiendo cómo funcionaba la entrada al Callejón Diagon dado que su padre y Tom, el dueño de dicho lugar, estaban en negociaciones que de concretarse dejaría a su familia a cargo, por lo que ambos adultos vieron conveniente que ella aprendiera, lo que le sirvió como distracción después de todo apenas eran tres meses desde el final de la guerra, el mundo mágico comenzaba a ponerse en orden, por lo que ver a lo que se podría considerar uno de los generales de la batalla de Hogwarts escondido de la multitud en ese rincón, se empecinó en ser quien le atendiera, era su forma de decir gracias.

-Hannah- le detuvo Neville cuando está le terminaba de servir la comida que pidió- ¿Crees que hago lo correcto?

-¿Sobre qué?

-Estar aquí- explicó el joven como si fuera obvio- Evitando los eventos, esperando volver a los invernaderos

-Neville- le respondió tomando asiento en la mesa, sin importarle que le llamaran la atención- Nada de lo que te mantenga bien, sano y feliz estará mal, si quieres ir a los eventos hazlo, pero si no es lo tuyo ve solo a los necesarios, durante el último año tuviste que poner a todos antes que a ti, puedes permitirte ser egoísta, no esta mal

-Gracias- sonrió Neville sintiendo como una carga que no sabía que cargaba lo dejaba- Creo que necesitaba oírlo

-Creo que a todos nos afectó todo lo ocurrido- soltó la rubia- Creo que tengo algo que te gustará- le dijo al muchacho que tenía el gesto más tranquilo que había tenido en todo ese tiempo- Si no te molesta que te lo dé

-Claro que no- con eso la muchacha se levantó para ir a la trastienda, momento que Neville aprovechó para tomar un poco de la comida, al fin podía respirar tranquilo, sin pensar que estaba dejando ir su momento de gloria, decepcionando a los demás, Hannah volvió con algo entre manos que parecía ser una especie de planta- ¿Qué clase de árbol es?

-Si te soy sincera no lo se- admitió la muchacha ofreciéndole la maceta para que lo examinara- No era muy buena en herbología, pero tu si, y no tengo tiempo para cuidarlo, puedes quedártelo y comenzar tu propio invernadero

-¿Estás segura?- dudó el muchacho sin dejar revisar el pequeño árbol- No soy experto pero por lo que puedo ver es algo valiosa

-Estoy segura- aseguró la rubia- No tengo tiempo para atenderlo, estoy segura que en tus manos podrá llegar a toda su belleza

-Lo aceptaré- cedió por fin Neville- Solo si me prometes que ir a verlo de vez en cuando

-Si, pero ¿Por qué?

-Bueno- el rostro de Neville se puso rojo, cosa que trato de ocultar bajando el rostro- Así podrías verlo como crece, ver cómo creo mi invernadero

-Será un placer Neville- acepto Hannah también ruborizada por las palabras del muchacho- Debo irme, a atender otras mesas, ¿Vendrás mañana?

Neville asintió, cosa que alegró a la muchacha, que estuvo a nada de saltar de alegría, pero se contuvo para seguir con su trabajo y dejar que el joven comiera algo, pero ambos entendieron que ahora todo estaba en paz, todo estaría bien.

FICTOBER 2021Donde viven las historias. Descúbrelo ahora