La cargaba en su hombro, los disparos habían cesado, la joven eriza no había despertado.
— ¡C-Carajo! —se quejó el erizo azul entre dientes, su hombro comenzaba a acalambrarse.
La chica de nombre Amy Rose pesaba mucho, era delgada y baja, pero eso empezó a dificultarse cuando se dio por vencido de que la chica no despertaría hasta llegar a su casa; la cual estaba a unos 100 escalones arriba de las angostas calles dañadas, el apenas había subido el escalón uno.
<Es tu culpa, debiste dejarla botada en la calle, ahora encima de subirla escaleras arriba, tendrás que cuidarla> Se culpó mentalmente, ya la traía en su hombro, no tenía remedio dejarla a media calle, podría ser abusada por un vagabundo o ser asesinada en cuestión de segundos. Antes de seguir subiendo, la cambió de hombro y con la mano acalambrada se pasó la mano por la frente para sacarse el sudor, el traje era caluroso y pesado. No tenía objeción, de modo que respiró profundo y decido; subió escaleras arriba, hasta llegar a su casa.
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A su alrededor todo era obscuro, deambulo con sus ojos para ver en qué lugar se encontraba, sin embargo, no conocía aquel lugar. Movió un poco su cadera y escuchó un rechinido, era de una cama. Se sentó inmediatamente y giró su cabeza a ambos lados, no reconocía aquel lugar, una pequeña luz de mesita brillaba ante ella, parpadeó un poco y se talló sus ojos para ver bien, un erizo azul con solo los pantalones del armamento puesto estaba de espaldas a ella. El chasquido de los papeles que revisaba el erizo sonó en la habitación.
— ¿Q-quien eres tú? —El erizo dejó de ver lo que hacía y la miró con sus fríos ojos— ¿Por qué estoy en esta cama? ¡¿Qué quieres de mí?! ¡Maldito pervertido, yo no te pertenezco!
Él se pasó su mano por la cara y volvió a lo que hacía. La chica siguió gritando fanfarreadas sobre él. Levantándose de la cama y lanzarle la almohada con fuerza, él se puso de pie entonces y mostró sus dientes, estaba enojado.
Amy corrió hacia la puerta y con ambas manos intentó girar la puerta, tenía llave. Estaba cerrada, se dio vuelta a la defensiva e intentó ver si había una ventana. Creía que Sonic correría hacia ella, sin embargo, el al verla asustada, solo soltó un ligero suspiro, y se tranquilizó. Se volvió a sentar y a arreglar unos documentos.
—En la cocina hay sopa de patatas con sal, por si tienes hambre, también hay carne congelada —hubo silencio, agregó—; tranquilízate, deberías darme las gracias en lugar de ser tan agresiva. No voy a hacerte daño, te eh traído a mi casa con el fin de ponerte a salvo.
Ella no respondió. Se abrazó a si misma sin despegar los ojos de su ¨secuestrador¨
— Y-y, porqué estaba acostada en tu cama, y todas las puertas están cerradas —gritó en su defensa.
— ¡Pues si quieres lárgate y muérete de frio y hambre! ¡Que te maten haya afuera y abusen ti! —le espetó el finalmente ante su comportamiento explosivo y desagradable a su persona.
Ella se quedó callada, él se levantó y le mostró las llaves para luego dejarlas en la mesa e irse de su habitación. Dejándola sola.
Se quedó totalmente en silencio, ahí tenía las llaves, sin embargo aparto la mirada de ellas y empezó a llorar en silencio.
Le había dejado en claro que no tenía intenciones perversas contra ella, poro es que la guerra había estado tan fría que era casi imposible confiar en alguien. Sus ojos del erizo eran honestos, no había duda. Y ella lo había tratado de peor.
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—..Lo siento —dijo en voz bajita, él estaba de espaldas, cortando verdura. Amy se sorbió la nariz y se sobo el codo, pensando en sus palabras groseras.
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Déjame Quererte ‹1›
Fanfiction🌸One-Short. /1 En una lluvia de balas, Amy es rescatada por Sonic, un erizo para nada simpático, llevándola a su casa, todo ocurre algo revoltoso. Sin embargo una situación que al principio no era para nada agradable para ambos, cambia drásticamen...