Capítulo 8:Hospital

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Narra Allison:
En el pasillo iban y venían personas, enfermas, heridas, graves y muertas. Gente gritando y llorando, gente feliz, personas que se salvaban, personas que se morian
¿Quién podía controlar eso?
Hacía mucho que no venia a un hospital, la última vez fue cuando mi abuela María estaba grave, al borde de la muerte. Recuerdo que no me quería separar de esa pequeña habitación, porque allí se encontraba ella y temía que si me iba ya no la volvería a ver nunca más
Lamentablemente eso sucedió
Como podía suceder ahora con Aiden
La ambulancia había llegado al poco tiempo y me dejaron acompañarlo con él ya inconsciente. No entendía nada de lo que decían los paramedicos, solo gritaban la cantidad de sangre y esas cosas y eso me ponía nerviosa
Lo cierto es que no sabia que hacia aquí. Podría estar en la escuela, estudiando como debía ser. Pero no, me encontraba en el pasillo de un hospital esperando que me dieran información sobre un casi conocido
Pero no me arrepentía
Mande un mensaje a mi madre diciéndole que llegaría tarde, a esta hora ya le habrán dicho que me escape de la escuela y tratando de pensar un castigo apropiado.
En este momento no me preocupaba, solo quería que él estuviese bien
Llevaba aquí ya una hora y no me decían nada. Eso me volvía loca, por lo menos quería saber si estabas vivo o muerto
Un doctor, algo viejo se me acercó
-¿Usted es pariente de Aiden Wells?-asentí-Bueno... Pues el paciente perdió una considerable cantidad de sangre pero ya le realizamos una infusión. Llegó a tiempo, de otro modo estaría muerto en este momento
-¿P-Puedo verlo?
-Le hemos suministrado un calmante. Ya esta fuera de peligro, puede verlo pero despertará en unas horas
-De acuerdo
-Habitación 315, tercer piso
-Gracias
Me dirigí hasta el ascensor. Mis manos temblaban, pero ya estaba más tranquila. Estaba vivo y eso era lo que importaba
El Ding de el elevador me indicó que ya había llegado. Comenzé a caminar por los pasillos hasta hallar la puerta
308
310
313
315
Tomé aire y entré
Inspiré el aroma de la habitación. Olía a hospital y un poco a él
Él se encontraba postrado en la cama. Pálido, ojeroso y durmiendo. Tenía la satisfacción que respiraba, su pulso era normal. No como hace horas en su casa
Tenia unas terribles ganas de matarlo por la estupidez que había cometido. Pero el habrá tenido sus razones, y como soy bien cabezota sentía la necesidad de ayudarlo
Me senté en la silla a su lado observándolo. Admirando la perfección de su rostro
Nose, verlo allí durmiendo tranquilamente lo hacia ver tierno. Como un niño, pero se veía que había sufrido mucho en su vida. Y, aunque no conocía las razones, lo compadecia
Pero el suicidio no era la solución, y si tenía que quedarme con él hasta hacerlo entender lo haría
Lo haría toda la vida

Narra Aiden:

Oscuridad
Pero esta vez distinta, no había nada
Me encontraba solo. No sabía donde estaba
De repente una luz ilumina el lugar. Parece una puerta
Puedo escuchar risas y mi nombre desde allí. Me empiezo a acercar
Pero una fuerza me retiene, algo no me deja ir. La puerta se empieza a alejar, trató de liberarme de lo que sea que me retiene pero no puedo
La luz desaparece y la oscuridad me absorbe

Desperté, el sueño había sido confuso
Pero mas confuso era el lugar en donde estaba.
El cuarto era blanco, limpio y frío...¿Estaba en el hospital?
Me volteé y vi una máquina que medía mis pulsaciones y unos cables conectados a mi
¿Qué hacía yo aquí?
De repente recordé... Había intentado suicidarme
Mierda debería haber muerto ¿Porque sigo vivo? No quiero seguir en este mundo, quiero dejar el tormento de las pesadillas y recuerdos que me agobian cada día
Joder ¿Quién me había traído aquí?
De repente sentí una respiración a mi lado. El contacto de un cuerpo
Allison
Se había quedado dormida. Su mano rozaba apenas la mía
¿Qué hacía ella aquí?
La recordé. Ella me había traído hasta aquí cuando entro a mi casa
No sabía si odiarla o agradecerle el gesto
Pero no debería haberse metido. Debería haberme dejado morir, el mundo sería mejor. Como si el mundo necesitara una mierda más
Me quedé embobado observando su delicada belleza
El flequillo le tapaba un poco su rostro angelical. Delineé con un dedo su perfil, sus ojos, su nariz, su boca
Tenia una belleza sencillamente hermosa
Pero esto era estúpido. Ella debería estar en su casa, con su vida normal y yo tres metros bajo tierra. Definitivamente su vida sería mejor si nunca nos hubiéramos conocido
Pero no me arrepiento de haberla salvado. Por una vez pude salvar a alguien, no como... Aquél dia
No se merecía toda la mierda que cargaba conmigo, no un ser tan alegre como ella
No podía ser tan egoísta
-Aiden...-murmuró despertándose
-Allison
-Te dije que no me llamarás así-sonrió
-Esta bien... Risitas
Aveces era tan cabezota respecto a eso que me daba gracia
-¿Porque?-dijo ahora triste
-No quiero hablar de eso-dije ahora serio
-¿Puedo ayudarte?
-No-mi tono fue frío pero trate de sonar amable esta vez-Ya te tomaste demasiadas molestias, tienes que volver a tu casa
-¿Qué hora es?
-Según el reloj de allá faltan 15 para las once
-¡Madre mía me mataran en mí casa!-se incorporó-Mañana vendré a verte
-No hace fal...
-Pero quiero hacerlo-sonrió-Me alegro que estés bien
Iba a contradecirla pero su mirada dulce me hizo cambiar de opinión
-Yo también-fingí una sonrisa
Se despidió y salió por la puerta

AidenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora