Tsukiyama

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- Tadashi, te traje tu helado favorito.

- Tsuki... gracias- comento el pecoso con una sonrisa cubriendo su cuerpo con las sábanas.

- Yams, ven aquí...- comento el de lentes sentándose a un lado de su pareja.

- N-no... si me hacerco ¿que podría pasar? Te imaginas! No, no quiero causarte problemas...

- Problemas, JA ya quisiera que una cosa tan linda pudiera causarme problemas, sabes cuando te pones en el rol de capitán serio y mandando a todos eres muy lindo y sexy ¿lo sabias? - el rubio se acercó a yamaguchi y le lamio la oreja a lo que él contrario Soltó un pequeño gemido.

- No... y si alguien llega?

- No lo van a hacer, mis padres están de viaje y akiteru se fue con su novio a no se donde también de viaje, estamos solos los 2...

- Es que... yo

- Mira yams esta bien que no lo quieras hacer- fue interrumpido - Si lo quiero hacer! Pero yo quiero hacerlo completamente en mi celo y ya me tome los inhibidores por lo que no se va a sentir igual y yo quiero hacerlo contigo cuando yo esté en celo, además se que mañana te llega el rut y...

- Bien! Esta decido, toma supresores para que te duren de aquí a mañana como a las 7 masomenos, okay, por hoy tu duermes aquí yo dormiré en el cuarto de invitados, solo para evitar algo, bien te amo- le dio un beso en la frente a su novio y salió de la habitación.

Al día siguiente ambos chicos salieron muy bien vestidos, demasiado dirían, iban tomados de las manos el pecoso no sabía a donde se dirigían y más porque habían salido desde las 9 am así que era una sorpresa al ver un restaurante un poco caro pero delicioso de desayunos, ambos chicos desayunaron pacíficamente, tadashi se pidió unos pan francés con frutas y un jugo de naranja, el rubio se pidió un waffle también con fruta y crema batida, acompañado de un capuchino, pidieron la cuenta y salieron de ahí, llegaron a un centro comercial y fueron de compras, el día estaba pasando genial para ambos chicos.

- No puede ser mira tadashi- comento tsukishima apuntando hacia un lugar, el pecoso volteo emocionado y el rubio le beso la mejilla, haciendo que el pelioliva se pusiera de mil colores por la vergüenza.

- Tsukki..!- el rubio río por la expresión de su pareja y le dio otro beso para después seguir caminando tomados de las manos- ven tsukki vamos ahí- comento el pecoso llevándolo a varios lugares consecutivos, fueron a varias tiendas de dulces que son las favoritas de tadashi, compraron ropa y unas cosas que necesitaban para la fiesta de graduación que iban a tener, decidieron hacerla invitando a varios de nekoma a iwa y oikawa también a bokuto y akashi y claro los del karasuno quisieron invitar a sus hokai pero rechazaron la oferta ya que segun ellos estarían fuera de lugar pero después de tanta insistencia decidieron decir que si pero solo un rato.

Ambos chicos después de comprar las cosas que necesitaban y querían fueron a comer, era un restaurante italiano que no era nada barato pero era el favorito de yams así que el rubio pensó que sería la mejor opción además de que a él también le encanta la pasta que hacen en ese lugar. Estuvieron hablando y riendo todo el tiempo que estuvieron ahí- Tadashi, quieres algún postre?- a yamaguchi le brillaron los ojos y el rubio Soltó una sonrisa por comonlo miró su novio - Disculpe! Me podría traer el menú de postres ? - dijo el rubio dirigiéndose a uno de los meseros este asintió y les llevó a su mesa el menú.

- Tsukki, esto me gusta, pero esto también, ay! Pero eso se ve delicioso- el rubio volvió a reír mirando como su pareja tenía una disputa consigo mismo para ver que iba a elegir.

- Disculpe, me da uno de estos, unos de estos y uno de estos- señaló el rubio el menú mientras el mesero asentía y se iba- pero tsukki es mucho, yo no puedo comer tanto...- comento yams a lo bajito- no te preocupes yams, mira vamos a compartir los 3 postres así ambos probamos de los 3 ¿te parece? - yamaguchi asintió feliz. Llegaron los postres y ambos comenzaron a comer estaban felices con la compañía de cada uno.

 ~Estamos en esto juntos~ //omegaverse// KagehinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora