𝓷𝓸𝓬𝓱𝓮 𝓲𝓷𝓮𝓼𝓹𝓮𝓻𝓪𝓭𝓪

-créditos de la imagen a su respectivo autor 

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Gojo llevaba varios días observando a Itadori Yuuji conviviendo con Sukuna Ryoumen, si, se suponía que Itadori era el recipiente de Sukuna, pero aproximadamente tres días hubo una explosión en la habitación del susodicho y al llegar a ver cual era la situación se encontró con la separación de estos dos, al preguntar cuales fueron las posibles causas de este problema Itadori le respondio que lo único extraño fue el color y olor del humo causado por la explosión.

Realmente pensó que iba a ser un gran peligro que Sukuna estuviera libre del control de Itadori, pero grande fue su sorpresa al ver lo tranquilo que estaba al lado de Yuuji, parecía que se conocían de años por la armoniosa platica que tenían lo cual le causo gran interés a Gojo, también podía notar lo preocupado que estaba Sukuna al ver el entrenamiento de Itadori.

Gojo a primera vista se notaba sumido en sus pensamientos, pero como no estarlo? pensar que el rey de las maldiciones se preocupaba tanto por un humano, le causaba cierta impresión y un sentimiento inquietante que no podía describir que era.

Al pasar ya dos semanas no sabía por que, pero no podía apartar su mirada de los ojos sonrientes de Sukuna los cuales se formaron así por la sonrisa sádica que mostraba, esos dientes tan blancos como perlas, labios carnosos y levemente rosados que tenía, se sorprendió al ver que este le saludaba llegando a tal punto de ponerse nervioso por ese gesto repentino haciendo que se quede estático en donde estaba, iba a devolver el saludo pero no le dio tiempo de procesar que el susodicho paso de lado ignorando su presencia yendo con Itadori y los demás chicos quienes eran Megumi y Nobara.

Esa tarde estaba de muy mal humor, se sentía ignorado y frustrado al comprender que le gustaba Ryoumen, pues supo cuales eran sus sentimientos después de lo que paso al comienzo del día, fue a darse un baño para alivianar esas emociones repentinas y después de cambiarse a su ropa habitual fue a ver si había algo de comer pero detuvo su cometido al ver una nota en la mesa que decía sobre la salida repentina por una misión que tenían Itadori, Nobara y Megumi los cuales informaban que regresaban dentro de dos días o máximo cuatro.

Se sintió emocionado puesto que no iban a estar las personas que ahora eran el centro de atención de su amado y se dispuso a retomar su andar pero ahora dirigiéndose a la habitación de Itadori.

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Sukuna se sentía cansado, puesto que había decidido solamente por ese día entrenar con Itadori y sus compañeros ya que no tenía nada que hacer, pero el entrenamiento no es lo que lo canso, si no fue que sentía desde ya varios días una penetrante mirada sobre el y sabía a quien le pertenecía, porque ciego no era como para no darse cuenta de algo tan obvio, lo que lo canso fue que esa persona no se atreviera a plantarse en frente de el y decir que era lo que quería o porque razón lo observaba con tanta intensidad, el sabía porque no había explotado de frustración y hecho frente a la persona culpable de su fatiga y esa razón era porque no le disgustaba que lo viera de esa manera como si estuviera viendo dentro de su ser y desenterrando todos los secretos que tenía guardados.

El se dispuso a tomar un baño para relajarse y al ya estar de vuelta con ropa cómoda de usar se tumbo a la cama con el plan de dormir.

Al pasar unos minutos sintió el crujir de la puerta siendo abierta por alguien, sin más no le importo pensando que era Itadori pero se sobresalto al sentir como sus labios eran presionados con algo suave  y empujando apresuradamente a la persona que se encontraba sobre si abrió sus ojos enormemente para ver a su atacante, grande fue su sorpresa al ver tirado en el suelo a Gojo el maestro de Yuuji y la persona por el cual tenía dolor de cabeza anteriormente.