Los días pasaban de forma lenta y aburrida, nada interesante pasaba en la vida de Mauro Lombardo, un chico de 18 años que trabajaba en una farmacia. Él describía sus días como aburridos, laburando en una farmacia que claramente, no le aportaba nada a su vida, ni tampoco algo loco pasaba por allí, por el simple hecho de que era una farmacia y allí, solo tenía colegas que le doblaban la edad y gente apresurada en comprarse medicamentos que poco a poco les hacía depender de los mismos.
Sin embargo, hacia unos días Mauro fijaba su mirada en varias personas diversas, distintas características y, claramente, distintas edades, solo para saber si es que volvían y anotarlos como clientes en sus notas mentales, para pasar el tiempo en algo.
–Son 500 pesos.– Comentó, tratando de darle una sonrisa a la señora frente suyo, quien le miró con una cara que hizo que quitara su fingida sonrisa.
"Ojalá se caiga de paso, la concha suya" Pensó de forma inconsciente, logrando sacarse una sonrisa así mismo, mientras le daba el cambio a la señora y veía cómo está se iba.
Un chico rubio se acercó de forma apresurada a la tabla que tenía enfrente Mauro para pasar los medicamentos claramente, donde apoyó sus manos, dedicándole una leve sonrisa a su contrario.
Lombardo comenzó a anotar en su mente las características del chico de inmediato. Rubio, un poco más alto que él, de entre 17-19 años, no se veía de por allí.
–Hola, buenas, ehm... Me da..–
Cordobés.
Mauro sonrió de inmediato por el acento característico que hace bastante no escuchaba por esos lugares, lo escuchó atentamente, mientras se quedaba con esa nota en su mente.
Rubio, cordobés, 17-19 años.
–¿Éste?– Le preguntó cuando le había indicado unas pastillas pequeñas para la garganta, a lo que el rubio había asentido de forma leve. Mauro también asintió un poco para dejarlas en la tabla.
–450. ¿Vos sos cordobés, no?–
–Sí– El rubio sonrió y a la vez rio de forma leve, lo que al pelinegro le hizo sonreír también.
–¿Y qué hacés acá?– Preguntó por instinto, mirando sus manos inquietas, que aún no les daba el dinero.
–No sé la verdad– Volvió a reír luego de su frase.
–Bueno, ehm...– Mauro dejó la frase en el aire, indicando que le dijera su nombre, el rubio no supo qué decir, haciendo que él riera, entonces, atinó.
–Paulo, Paulo, soy Paulo.–
–Mauro, Paulo Paulo, un gusto.–
Y ambos rieron a la par, allí, el rubio le dio el dinero, dándole las gracias.
–Cuando queras.– Se despidieron y el rubio se fue.
Mauro se preguntó porqué no le había pedido el número o alguna red social, parecía un buen chico y podrían haberse hecho amigos fácilmente, aunque, por las acciones del rubio, el pelinegro pudo inferir que era una persona tímida y algo nerviosa.
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Oh, boy, it's you. || One-shots Traperos
FanfictionDonde simplemente hago one shots de ciertos ships que me gustan, y ya. -Litiago -Pauki eso hasta ahora. OS = One-shot, un solo capítulo, capítulo único, etc. Ningún capítulo está relacionado con el otro. 22/08/2021 [1] 13/09/2021 [2]