Lea
-Noah, todo esto en un mal entendido. Las cosas no sucedieron así- hablé con voz tranquila, con miedo a su reacción si le alzaba la voz, mientras el me arrastraba hacia su habitación.
-Cállate- dijo dándome una fuerte bofetada que provocó que yo terminara en el piso. Lágrimas y lágrimas empezaron a escurrir por mis mejillas y yo no pude detenerlas- Eres una maldita zorra y te voy a tratar como tal.
-¡Yo no me acosté con Sebastián! ¡No sé por qué le crees! ¡Nunca estuve en esa jodida fiesta!- grité, ganándome otra bofetada que provocó que mi labio inferior se partiera y comenzara a sangrar- Basta- dije apenas en un susurro mientras sollozaba.
-Tu virginidad iba a ser mía, bombón. Tuviste que ir de puta y acostarte con él. Dime, ¿Te gustó?- habló mientras me levantaba del piso, sosteniendo fuertemente mi cabello.
-No me acosté con él- aclaré por segunda vez, mirándolo con pánico.
Tenía miedo, mucho miedo. No era la primera vez que me trataba así ni mucho menos era la primera vez que me pegaba. Decidí terminar con nuestra relación pero insistió en que iba a cambiar. Por estúpida decidí creerle y darle otra oportunidad, grave error. Nunca cambió.
Una fuerte patada en mi abdomen me hizo volver a la realidad, dejándome sin aire. Noah no esperó nada, ni una reacción por mi parte, y comenzó a romper mi ropa bruscamente, con demasiada violencia.
-Noah, por favor- supliqué mientras lo veía borroso por las lágrimas.
No hizo caso, solo sucedió lo peor que me pudo haber pasado...
(...)
Me senté bruscamente en la cama y toqué mi rostro. Mis mejillas estaban calientes, lágrimas escurrían por ellas y mis ojos estaban hinchados. Escuchaba mi corazón latir con rapidez y lo sentía golpear mi pecho con demasiada fuerza como si estuviera a punto de salirse de mi pecho.
Desearía que esto no fuera más que una pesadilla pero, lamentablemente, esto realmente había ocurrido.
Suspiré, limpié mis lágrimas, agarré el celular de mi mesita de luz y observé la hora. Eran seis y media de la mañana. Mi turno comenzaba siempre a las nueve y media, pero hoy comenzaba a las diez y media de la mañana y terminaba a las nueve en punto de la noche.
Lo único que recuerdo es haberme quedado dormida mientras acariciaba el sedoso cabello de Lucca. Estaba cansada y solo sentí como me arropaban.
Salí de mi habitación y bajé las escaleras, buscando algún rastro de ellos. Llegué a la cocina y en la nevera había una carta pegada.
Muñeca, te dormiste mientras acariciabas mi cabello y decidí cargarte hasta tu habitación. Espero que hayas dormido bien. Mañana a las siete y media estaremos en tu casa (aunque no lo hayamos hablando contigo, se nos apetece charlar contigo un rato).
Pd: Te ves hermosa durmiendo.
De: Dante, Lucca y Bruno.
Para: La chica más hermosa de este planeta.
Junto a esa perfecta letra se encontraba una carita feliz y un corazón mal hecho. Sonreí mientras negaba con mi cabeza, moviéndola de lado a lado. Alto. Ellos vendrían siete y media, eso significa que solo tengo una hora para estar lista.
Aventé la carta al aire y salí corriendo a mi habitación. Entré al baño y me despojé rápidamente de mi ropa, deshice mi moño mal hecho y me adentré a la ducha.
Ya estaba vestida. Me había colocado mis cremas, me había dejado el cabello suelto y me había puesto algunos accesorios.
Estaba bajando las escaleras cuando sonó el timbre avisando que ellos, lamentablemente y para mi mala suerte, habían llegado.
|¡Espero les haya gustado este capítulo, nenas!|
¿Algo que nunca volverían a hacer?.
¿Qué sorprendería a sus papás (tutor o quien sea) de ustedes?.
¿Última vez que lloraron?.
¿Dónde les gustaría vivir?.
¿Cómo se ven de aquí a veinte años?.
...
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Lea [SUSPENDIDA]
RomanceLea es una doctora de veinticuatro años. Es una chica que no cree en el amor ya que siempre tuvo malas experiencias en todas sus relaciones, pero hubo una que la marcó profundamente. Los D'Angelo al verla supieron que ella sería su mujer. Están disp...