El Blog del Pasajero

La dualidad moral de Cruella

Hola, hijos de la gran- no mentira. Mi querido público, espero que esté bien, me extrañaron muchísimo me imagino jajajajaja, pero aquí me tienen. Hoy vengo con un tema que me gustaría hablarles, y es el personaje de Cruella De Vil, pero aclaro que me refiero a la que vemos en la película de este año, no a la Cruella de la película animada ya que no tiene trasfondo para su maldad.

Okey, antes de aclarar, ya sé que muchas personas vieron la película pero otras no: por ende, vengo advirtiendo que hay spoilers fuertes de la película para quien no la haya visto. Pero si te gustan los spoilers, no hay problema. Bienvenido.

Como muchos sabrán, esta Cruella De Vil interpretada por Emma Stone (que fue Gwen Stacy en las películas de El Sorprendente Hombre Araña) se parece en varios aspectos a la Cruella de la película animada de 101 Dálmatas, sin embargo, no se tratan de la misma versión. El Spin-Off se trata de una versión para las nuevas generaciones, por lo tanto, no explicará porque en 101 Dálmatas (la animada) ella era eso, el diablo hecho mujer. Además, el personaje es mucho más joven (Estella), mientras Cruella De Vil ya es una mujer que va como en sus 30-40 años. Sus mentalidades son distintas.

Empezemos.

¿Cómo es la personalidad de Cruella en su propia película?

Cruella, que nació con el nombre de Estella en esta versión, solía ser muy segura de sí misma, dura, y agresiva, y no le importaba en absoluto decir lo que pensaba o hacía. Se defendía mucho de las personas que la molestaban, al punto de que llegaba lejos y le traía problemas con el director hasta que Catherine le tocó sacarla de la escuela por voluntad para proteger su reputación. Aún con todo esto, Estella siempre amó a su madre y ella se llevaba muy bien con Anita Darling en la escuela (quien se volvería dueña de Pongo y Perdita al ser adulta), incluso encontró un perro al que llamó Bodi y se volvería su compañero de toda la vida. Nada de sus acciones anteriores le quitaron su parte humana.

A raíz de la muerte de su madre Catherine, Estella pasó un momento de debilidad enorme, volviéndose temerosa e insegura en su adolescencia y aún así no perdió su especialidad en la moda y el diseño. Al crecer, Cruella se hizo experta en el robo y la estafa con Gaspar y Horacio, pero cuando pudiera cumplir su sueño de ser diseñadora de moda y trabajar para la Baronesa, dejaría la vida criminal. Sin embargo, todo se vuelve un espiral de venganza y resentimiento al saber que a mujer que admira mató a su madre con sus dálmatas.

Como Cruella, su alter-ego en un principio, suele mostrar una personalidad sarcástica, burlona, hiriente, cínica e indiferente, revelando su lado oscuro al tratar a Horacio y Gaspar como unos sirvientes inútiles cuando estos eran sus amigos y su única familia que la cuidó todo el tiempo. Su amiga Anita al verla tras tanto tiempo, describe su personalidad como "extrema", lo que es cierto porque Cruella ha llegado a ser bastante vengativa y/o violenta. Cruella se mete a su propiedad privada y la irrespeta, arruina todos los eventos de la moda de la Baronesa con acciones y vestidos extravagantes y ha hecho que Anita hablase sobre la perdida de ventas de sus actos públicos en los medios y se burla ella, le roba, secuestra a sus dálmatas, e incluso le da vestidos falsos que son capullos de mariposas que no han salido aún. Todo esta acción para que al final viera que Cruella estaba en un acto de una banda punk tenía un vestido con una parte blanca y estampado negro, haciéndole creer de forma sádica que ella asesinó a sus perros y causar polémica en el público, mostrando el morbo que tiene por hacer sufrir a quienes considera su enemigo aunque no haya hecho una maldad en serio. También tenía intenciones de matar a su madre biológica.

Aún con todo esto, tenía rasgos redentores que cualquier otra versión animada, ya que al final consiguió el perdón de Gaspar y Horacio, hacerse amigo de un hombre gay (Artie), y tener un fiel y leal sirviente, John, el hombre que la protegió de la Baronesa para que Catherine se la quedara. Y no mató a la Baronesa solo por Gaspar que estaba preocupado de que Cruella llegase a ese punto sin retorno.