Yo En Death Note

Que vueltas de la vida, o la falta de esta.

Yo soy Elisa, una chica normal con una vida normal pero en mi hay algo q nadie sabe. Soy Otaku amante de L y referencias mamalonas con un sentido del humor muy roto, al punto de reírme porque se caee el pan.

En fin, yo soy a la q le agrada Ligth al principio pero termina profundamente enamorada de L pero con un cariño por Ligth ya q al principio sus intenciones eran, honestas por así decirlo.

Entré a mi casa y aventé mi mochila a algún rincón de por ahí. Me aventé al sillón y encendí la televisión para poner por encima vez aquella serie que no sale de mi cabeza.

Verán, yo vivo en México,  tengo 20 años y estoy estudiando actuación y doblaje, y una fiel devota al animé de distintos géneros y a la música de todo tipo.

Mi mamá a esta hora va a recoger a mi hermano menor, mi hermano mayor está trabajando y mi papá en un viaje de negocios, realmente no tenía mucho de q quejarme, más tener q vivir en una estúpida realidad donde mis personajes favoritos no existen, mis notas, mi memoria de dori, el puto insomnio y la bendita flojera, y q la gente me mire con lastima cuando estoy sola cuando en realidad me encanta estarlo.

En fin, después de 3 horas viendo Death Note me di cuenta q era hora de cenar, me levanté y fuí a la alacena en busca de mi preciada marchan, cuando note q no había más rápidamente agarré mi bolsa tomé mi teléfono, cargador, dinero y llaves y corrí a la tienda para comprar más ignorando la hora y el país en el q me encontraba.

Caminaba de camino a la tienda cuando pasé frente a callejón-chan.

Okey esto es tan cliché q no es divertido.

Un tipo salió de la nada y me apunto a la cabeza con una pistola.

•Dame todo lo que tengas, cartera celular•
-dijó rápidamente-

•Te doy la cartera pero créeme, no quieres mi celular te lo digo enserió•
-dije nerviosa-

Había cosas que nadie debía ver.

•No me importa, dámelo•
-dijó bruscamente aplicando presión entre la pistola y mi cabeza-

•Bien, pero no digas q no te lo advertí•
-dije encogiendome de hombros-

Tomé lentamente mi bolso y se lo dí.

•Bien, ya te lo di, ahora déjame ir•
-dije nerviosa-

•Sabes, ahora q te veo mejor, eres realmente linda•
-dijó amenazante-

•No, pus gracias, ahora déjame ir o te toso en la cara•
-dije molesta-

Hay que sacarle algo bueno al covid.

•No lo se, tal vez debería quedarme contigo•
-dijó pervertidamente acercándose y tomando mi rostro-

Ok, mejor reconsidero mis palabras.

•¿Sabes q? mejor dispara.•
-dije convencida-

•Vamos muñeca, no seas tan escorpio•
-dijó tocando mi trasero-

•Soy libra querido•
-dije con soberbia nerviosa-

•Entonces no seas indecisa y ven conmigo sin rechistar•

•No, encerio, dispara, esto no es muy rocksatar de tu parte•
-dije deprimida-

Al ver q se negaba le patee la entrepierna, haciendo q disparará por el dolor.

La bala me dio en el pulmón derecho y mientras me ahogaba con mi propia sangre, lo cual dolía como el infierno le dije.

•Te galare las patas mientras duermes•
-dije agonizando-

Sentía q moría, y aquel tutorial tenía razón, morir ahogada es una de las peores formas de morir, en especial si es con tu sangre.

Golpeé mi cabeza con el suelo en busca de dejarme inconsciente para morir sin dolor pero me tomó más de un intento causando más dolor al final.

Cuando mi conciencia por fin dejó el mundo terrenal dejé que mi mente se relajará.

Realmente era relajante la sensación de muerte, claro  ignorando el dolor de la causa.

Saben, es extraño, los humanos por instinto le tememos a la muerte, pero es tan inevitable como el deseo de respirar y respirar es necesario para vivir, por lo q temerle a la muerte es lo mismo q temerle a la vida.

Bueno, generación Z muriendo check.
Siempre quise decir eso.

•Despierta•
-dijó una voz desconocida-

•Esto ya parece historia de Wattpad•
-me dije a mi misma sin abrir los ojos-

•Te aseguro q es bastante real pequeña•
-dijó de nuevo aquella voz-

Solté un suspiro y abrí los ojos y luego me senté en lo q muy probablemente es una nube.

•Dos preguntas, ¿Porque estoy sentada en una nube? Y ¿Porque sigo viva?•
-pregunté con un dedo dentro de mi oreja-

•Respecto a eso, el q murieras no fue algo q estaba planeando, fue un pequeño error del sistema y culpa de uno de los ángeles•
-dijó tranquilamente-

•Si esto no es cliché no se q lo es•
-murmuré-

•Por lo q tendrás la oportunidad de renacer en otro mundo, y podrás pedirme lo q quieras antes de ir, siempre y cuandono sea nada exagerado•
-me dijo con una sonrisa-

Solté un suspiro me puse de pié con una sonrisa, cliché o no, está no era una oportunidad q uno desperdicia. Y todos aquellos fics de Death Note q me leí me van a servir para saber q pedir.

•Ok, quiero reencarnar en Death Note, ser hermana mediana de Ligth, y antes de que el encuentre la Death Note yo encontrar una Life Note. Q esta me permita revivir personas con un lapso de muerte de una semana y con un ángel en vez de un shinigami, y que aquellos escritos en la libreta sean inmunes a cualquier Death Note, y los ojos de uno solo q sin perder la mitad de mi nueva vida, q eso de las almas gemelas exista y q mi alma gemela sea L.•
-dije empezando a decir lo que queria-

Dirán, no es muy op, querida, de estar en mi situación harían lo mismo, además, no todos los días Dios te da la oportunidad de pedirle lo q quieras.

•Que Ligth y Misa sean inmunes a la corrupción q genera la Death Note, q Misa tenga más amor propio y dignidad, q el y misa sean almas gemelas, que por más q yo coma no engordar, y todo el conocimiento tecnológico, mecánico y culinario de mi mundo, y q cuando Ligth y Misa renuncien a la Death Note no sean capaces de recuperar los recuerdos respecto a esta ¡A! Y tener una voz increíble q encante y conmueva a quien la escuche•
-terminé con una sonrisa-

•¿No crees q es mucho?•
-preguntó con una ceja arriba-

•Leo mucho, además pude haber pedido mucho más pero me dijiste q nada muy exagerado•
-dije encogiendome de hombros-

El suspiro.

•Los humanos de esta dimensión son extraños•
-murmuró-
•Ok, pero ¿Q tipo de almas gemelas, se más específica•
-dijó cansado-

•Q buena pregunta, no se, ¿Q tal? la de la voz. Q uno escuché cuando el otro canté•
-dije entusiasmada-

•Si insistes•
-dijó encogiéndose de hombros-

Con su dedo índice tomó mi frente y todo empezó.

Esto se va aponer weno.

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