third and last try.

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[🍨💭]

Tal y como lo aseguró Ni-ki, unas cuadras más adelante se encontraron con la última heladería que visitarían, se ubicaba justo en frente de una pequeña laguna artificial rodeada de banquitos de madera.

Con su fé puesta casi al cien por ciento en ese lugar, caminaron juntos hacia la entrada o al menos eso creía Ni-ki porque al sentir que su acompañante no lo seguía dejó de caminar, giró sobre sus talones mirando a Sunoo. Este se encontraba ocupado con su teléfono móvil, veía como los dedos del pelirrubio escribían con rapidez.

Ni-ki un tanto curioso, se le acercó.

—¿Qué haces?— le preguntó a la vez que evitaba mirar el aparato, no quería asustar a Sunoo al invadir su privacidad.

—Le escribo una mala reseña a la heladería anterior, duh— lo hizo sonar como si fuera demasiado obvio.

¿Alguna vez conocieron a alguien que realmente se daba el tiempo de hacer todo ese tipo de cosas? ¿Si? ¿No? ¿Tal vez? La respuesta era un rotundo no para Ni-ki.

Nunca había conocido a alguien que tuviera la misma chispa de Sunoo, no recuerda haberse topado en su escuela de danza con alguien parecido a él en temas de personalidad, personalidad que le comenzaba a parecer además de adorable, muy atractiva. Cuándo era más joven tuvo uno que otro crush momentáneo con algún compañero de su salón de clases pero de ahí a que pasara algo serio, jamás.

Le gustaba la soltería, ese era su fuerte. Aunque luego de conocer al lindo chico de cabello rubio y con facciones de zorro comenzaba a dudarlo.

Las mejillas del japonés no tardaron en ruborizarse, conocía a Sunoo desde hace menos de cinco horas y ya se lo imaginaba en situaciones de pareja junto a él.

Denle un premio Oscar por el papel del personaje que necesita más terapia y que corra a tocar pasto.

En un intento casi fallido por eliminar cualquier tipo de pensamiento en dónde veía a Sunoo como su pareja, soltó un risa nerviosa cuándo el pelirrubio clavó su mirada en él.

—Listo, ahora si vamos— guardó su celular y lo tomó del brazo para caminar juntos.

Ni-ki estaría mintiendo si dijera que su corazón no se aceleró ante aquella acción, es más sintió que su órgano vital se salió de su lugar para ir a dar un paseo al corazón de Sunoo y volver en unas cuántas horas, sin su permiso.

La heladería a la que entraron era bastante acogedora, con adornos florales casi en todas las esquinas, era pequeña, si, pero muy linda.

—¡Qué lindo!— exclamó Sunoo al ver el adorno de dos gatitos tallados en madera que colgaba en la pared— Ni-kiii ven, tómame fotos aquí porfissss.

Sunoo abrió la cámara de su móvil para luego dárselo al japonés. Este al recibirlo, retrocedió unos pasos para lograr capturar ese momento.

El pelirrubio hizo diferentes poses, pinchandos sus mejillas, haciendo un corazón con sus brazos y dedos, la popular pose "V" y lanzaba besitos en otras.

Fue una hermosa tortura para Ni-ki presenciar cada movimiento que el contrario hacía.

—Tomémonos una fotos juntos— sugirió Sunoo acercándose al japonés, tomó su móvil y apuntó la cámara hacia ellos.

mintchoco ━ sunki Donde viven las historias. Descúbrelo ahora