Dos

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—Revisé como tres veces tu armario y no encontré nada que te haga ver como alguien... Pues mala. — Fue lo primero que dijo Jeongyeon mientras entraba nuevamente a la habitación de Sana pero esta vez con una caja en manos.

Cerró la puerta con el pie y dejó la caja a lado de su amiga semi desnuda, sentada en su cama.

— ¿Te fuiste un rato a tu casa para traerme tu ropa? — Preguntó sorprendida la menor.

—Mi ropa no te quedaría, es muy larga así que traje la de mi hermanastra. — Explicó mientras sacaba algunas prendas de aquella caja.

— ¿Moonbyul sabe?

—Pff, para nada. — Bajó la caja al suelo una vez que escogió todas las prendas y las extendió en la cama ajena. — Ponte esto y veré que tienes de joyería.

Y mientras la menor se vestía, Jeongyeon estaba buscando algún accesorio extra que pueda usar.

— ¿Así? — Llamó la chica cuando terminó de vestirse.

—Sí pero no. — Respondió al ver a la menor, dejando las cosas que había agarrado en la cama y acercándose a la contraria.

Empezó por desabotonar la camisa y dejando al descubierto uno de sus hombros, subió hasta su cintura la media de red y por última terminó de colocarle los accesorios que había agarrado. — Ahora sí.

La pelirrosa caminó hasta verse en el espejo que tenía y quedó asombrada por el resultado, una pequeña esperanza se prendió en su interior al pensar que tal vez así pueda llamar la atención de su amiga.

— ¿Cómo te sientes con este atuendo? — Preguntó la de cabello corto.

—No lo sé, bueno sí pero no sé cómo explicarlo.

—Sea como sea que te sientas, actúa así. — Dijo la mayor mientras arreglaba el cabello de Sana. — Intenta no interesarte por las clases y que no te preocupe que te echen.

-Anotado.

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La primera clase del día había empezado y como siempre, Sana se sentaba a lado de Tzuyu, ambas chicas estaban concentradas en aquella clase o eso fue así hasta que la menor recordó las palabras de Jeongyeon.

"Intenta no interesarte por las clases."

Cuando recordó aquello, dejó el lápiz encima de su cuaderno, estiró su cuerpo y se acomodó para poder dormir.

Aprovecharía eso para recuperar el sueño que había perdido la noche pasada por haber pensado en Tzuyu.

—Sana, hey. — Susurró la menor, picando el cuerpo ajeno con su lápiz para llamar la atención de su amiga. — No te duermas, si la maestra te pilla te va a echar.

Su cuerpo se tensó pero...

"Que no te preocupe que te echen."

—Cómo si eso importara. — Murmuró, manteniendo los ojos cerrados y sintiendo como el sueño enserio la estaba consumiendo.

—Maestra. — Llamó una de las alumnas sentada detrás de la chica dormida. — Sana está durmiendo, es injusto.

—Déjala, a diferencia de ustedes ella sí estudia arduamente y se merece este descanso. — Y el resto de la clase murmuró un sonoro "Uuh" sin darse cuenta que el insulto iba dirigidos para todos. — Tontos. — Murmuró la maestra, siguiendo con su clase.

Sana que aún no quedaba del todo dormida esbozó una pequeña sonrisa que no pasó desapercibida por la menor a su lado.

Aquella pequeña sonrisa hizo a Tzuyu enamorarse más de su amiga.

¿Chica mala? [Adaptación Satzu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora