único

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Todos los días tomo el tren a unas cuadras de mi casa, tardando una hora con treinta minutos exactos en llegar a la universidad.

Todos los días se sienta un chico al otro borde del tren, justo frente a mí.

Desde la primera vez que lo noté no pude evitar sentirme pequeño e insignificante a comparación de él. ¿Por qué digo esto? Su físico es increíble, es simple notar que a su lado no soy nada.

Lentes gigantescos que parezco mosca, uno que otro granito en mi rostro, mi cabello peinado hacia atrás sin ningún cabello desacomodado, las prendas que uso son tenues de color y aburridas, y lo peor de todo, soy muy delgado y pequeño.

Todos los días me encogía en mi asiento, mirándolo de reojo con aquel estilo semi formal, el cabello tan fresco y algo desordenado pero lindo, era robusto y de tez blanca, su rostro se veía suave de tocar, sus lindos labios semi rosas y carmín, esos ojos oscuros y por Dios, nuevamente estoy suspirando por él.

Se robó mi corazón desde la primera vez que le vi y sabía muy bien que él nunca se atrevería a hablarle a alguien tan feo como yo. Es más, las chicas lindas tomaban asiento a su lado, algunas creaban conversaciones con él durante su viaje y no sabía qué más sucedía luego ya que yo era el primero en bajarme.

Dos meses pasaron, y había pensado demasiado en tomar la iniciativa, ese día traté de verme lindo para él aunque bueno, siempre trato de mejorar mi aspecto todos los días, solo para él.

Era un viernes por la tarde, me senté en el mismo lugar, con mi computador y unos libros pegados a mi pecho mientras los abrazaba con miedo. No podía ver con tanta claridad pero podía diferenciar algunas cosas, sí, mis lentes estaban en casa ese día.
Mis pies que apenas llegaban al suelo se balanceaban levemente con notorio nerviosismo y mi respiración se vio interrumpida cuando finalmente lo pude ver cruzar la puerta, lo más sorprendente fue el momento en el que tomó asiento a mi lado.

Mi corazón palpitaba a mil por hora, mis manos sujetaron con firmeza las cosas que abrazaba a mi pecho y trataba de mantener la cordura mirando a un punto fijo, justo frente a mí donde una chica se encontraba sentada en el lugar que era de él.

— ¿Estudias periodismo?

Trague en seco al escuchar su voz. Voltee lentamente la cabeza a su dirección y me señalé a mí mismo con una expresión de duda en mi rostro.

— Sí, tú. El libro... trata sobre eso, si no me equivoco.— Sus ojos estaban fijos a los libros que tenía en mi pecho, la cercanía era tanta como para sentir que el aire me faltaba. Tomé una bocanada de aire y asentí levemente pero luego negué a los segundos— ¿Mh?

— Sí... digo, él libro sí lo es p-pero no estudio periodismo yo... estudio criminología. —Mis ojos se cerraron por un momento, tratando de controlar los latidos de mi corazón.

— Oh, interesante.

No, Dios, no soy interesante, ¿qué haces tú hablando con un insignificante como yo?

— ¿Puedo tener tu número? —Abrí mis ojos de golpe, volteando nuevamente y con lo poco que pude ver él estaba con la cabeza gacha, jugando con los dedos de sus manos mientras golpeteaba sutilmente la punta de su zapato derecho sobre el suelo.

Yo trague en seco ante aquella repentina pregunta, ¿esto realmente está pasando? Seguro es un sueño, definitivamente lo es.

— ¿Por qué?

Eso fue lo único que pude articular, mis manos comenzaba a sudar y sentía las lágrimas de emoción asomarse, pero claro, no quería mostrarme más ridículo frente a él.

— No te asustes, es lo que menos quiero... bueno, eh..¿cómo decirlo sin que te parezca un total descarado? —Rascó su nuca, observándome a los ojos y juré que estaba a punto de caer y golpear mi cabeza contra el suelo, verlo de cerca era tan increíble, nunca había visto alguien tan hermoso así de cerca—. primero que nada, me llamo Jaehyun, suelo tomar el tren de las 12 horas pero un día llegué un poco tarde y tomé justamente esté, te vi y aunque no me interesé tanto pude notar algo en ti que me hacía querer verte más tiempo así que comencé a tomar este tren todos los días con tal de verte. No sabes las veces que quise levantarme de ese asiento y sentarme a tu lado, platicar unos cuantos minutos hasta que bajaras y así todos los días pero soy alguien muy tímido con las personas que me gustan por lo que me tomó mucho tiempo el tener valor de hacerlo y bueno... aquí estoy.

Abrí mis ojos y negué levemente con la cabeza, riendo en el proceso. No podía creer todo eso, era imposible, ¿cómo puedo llamar la atención de alguien así?

— Yo no soy quien crees o lo que tu mente ha idealizado de mí. — Respondí con suavidad.

— Quiero conocerte. Y si no quieres nada, ¿por lo menos puedo saber tu nombre?

— Chittaphon.

— Chittaphon. —Repitió en un suspiro. Mi corazón dio otra punzada al escucharle pronunciar mi nombre. Me sonrió con timidez y bajó la mirada nuevamente. — ¿Y qué piensas ahora?

— Que todo esto es un sueño o una mala broma, ¿no es así?

— Yo lo siento tan real.

— ¿Cómo puedo saber que es real? Tú eres todo un príncipe y yo un simple pueblerino sin nada en especial, tú eres la estrella más gigante y resplandeciente y yo solo soy polvo a tu alrededor, tú eres una melodía tan placentera de escuchar y yo solo soy ruido sin sentido.

Sin esperarlo pude sentí una suavidad y calidez en mis manos, el las sostenía y acariciaba el dorso de estas. Lo observé con curiosidad.

— No eres nada de lo que haz mencionado. Eres mucho más de lo que me comparas.

Siempre viví perdido en el paisaje, soñando despierto y deseando que algo así sucediera algún día cualquiera, perdido en el viaje, Jaehyun y yo, siempre nosotros dos.

Todo lo que algún día quise sucede ahora y estoy totalmente incrédulo a lo que sucede. Pero qué más puedo perder. ¿Si es una broma?

— Eres raro.

— ¿Yo? ¿Por qué lo dices, Chittaphon?

— Siempre veo mi reflejo en el espejo, me pregunto miles de veces ¿quién se fijaría en mí? Soy un chico sin atributos especiales, soy un chico que nadie voltearia a ver y diría algo como "vaya, él realmente tiene un estilo lindo" o un "¡quiero ser su amigo!" no tengo a nadie por esa misma razón. Soy débil, soy tonto, soy inservible, yo-

— Me gustas, por favor, danos una oportunidad. Puede que no te lo creas aún pero realmente eres muy hermoso. Dejemos de estar solos en este mundo lleno de maldad.

El tren anunció la parada, yo me tenía que ir ya. Suspiré y baje la mirada a mis pies balanceándose. Sujete bien las cosas que tenia contra mi pecho y me puse de pie.

— Debo irme. Gracias por tratar de hacerme sentir bien y si esto es una broma no dejaré que sigas jugando así.

— Chittaphon, es en serio. — Rápidamente logró meter un pequeño papel doblado a la mitad dentro de uno de los libros, el tren anunció de nuevo la parada y rápidamente me dirigí a la salida, volteando a verle, le regalé una sonrisa y resoplé un pequeño "también me gustas" antes de salir.

Y fue así como di por terminada aquella historia que apenas estaba a punto de escribirse en aquel libro de páginas en blanco.

Nunca más volví a tomar ese tren y el pequeño papel doblado a la mitad fue lanzado al basurero sin siquiera haber sido abierto.

Fíjate más a tu alrededor y podrás notar como alguien suspira y espera siempre por ti todos los días. Si tan solo hablaras de mí como yo hablo de ti, si tan solo vieras lo que yo veo.

Eres hermoso y realmente espero que este día ese presentimiento que tengo dentro de mi sea algo bueno y ambos podamos empezar a escribir una historia juntos y llenar de palabras aquel libro que esta vacío aún."

sparkle - jaetenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora