REMEMBER WHEN ♧ PAYTON MOORMEIER

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Te despertaste a la mañana siguiente, sintiéndote igual de vacía que el día que Payton te dijo que lo dejarás en paz. Pensar en Payton abrazándote, en él besándote el pelo y en él estando cerca tuyo hacía que te doliese el corazón, porque sabías que había sido una cosa de una vez, un error. Un error, algo de lo que ya te arrepentías.

Desbloqueando tu teléfono viste que tenías dos mensajes de Vinnie, preguntándote si podías quedar y que sentía como se había comportado la noche anterior. Para tu sorpresa tenías un mensaje de Jackson, preguntándote si Payton te había dejado en casa. Cerrando los ojos, te diste cuenta. Por supuesto que no te había dejado en casa porque quisiera, sino porque Jackson se lo había pedido y por supuesto que hizo lo que su mejor amigo le dijo. Qué estúpida habías sido al pensar que de verdad se acordaba de ti.

Ese día te juraste a ti misma que te olvidarías de Payton, que no malgastarías otra lágrima por él y que no imaginarías lo que los dos podrían haber tenido para poder seguir adelante. Seguir adelante hacia un nuevo comienzo, una vida sin Payton

Le respondiste a Vinnie diciéndole que lo recogerías para que fueran en su coche a pillar algo de cenar. Te dijo lo arrepentido que estaba por lo que dijo y especialmente por haber empezado a beber.

No mencionaste que Payton te llevó a casa, querías, pero algo dentro de ti quería mantener escondidos los recuerdos de aquella noche en la esquina más oscura de tu corazón. No le podías decir a Vinnie que habías pasado la noche llorando en los brazos de Payton. El chico sabía de tu relación con Payton, pero nunca le contaste detalles de por qué los dos habíais dejado de hablar, más que nada porque no podías soportar hablar de ello.

Habían pasado casi tres semanas sin que hubieras visto u oído algo sobre Payton, confirmando lo que ya sabías, que aquella noche no existía para él y que te quería fuera de su vida otra vez. Podrías haberte jurado dejar de pensar en él, pero era más difícil de lo que pensaste que sería. Estabas bien cuando salías con tus amigos o con Vinnie, pero justo cuando se cerraba la puerta de tu cuarto, la cara de Payton aparecía en tu mente.

No poder sacártelo de la cabeza te ponía de los nervios, lo que era probablemente la razón de por qué estabas tirada en tu cama un viernes por la noche viendo Love, Rosie. Una película que te había empezado a encantar cuando todo se desmoronó, preguntándote si iba a ser así con Payton y tú. Siempre echándose de menos, nunca admitiendo sus sentimientos y viéndose el uno al otro casarse con la persona equivocada.

Pero tu vida no era una película, no tenías un hijo y Payton y tú ya ni siquiera eran amigos.

Vinnie estaba de fiesta otra vez, una con temática de James Bond o algo así. Te había dicho de ir, pero viendo lo que pasó la otra noche, preferiste quedarte en casa. Te habías ofrecido a recogerle cuando quisiera ya que te quedarías despierta hasta tarde viendo películas y pensando en la vida.

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-¿Crees que todo lo que nos pasa tiene que ver con el destino?- Payton te preguntó mientras estaban sentados en la cima de la pequeña colina que estaba escondida en el bosque cerca de su vecindario.

Los dos habían descubierto aquel lugar cuando tenían 10 años y había sido vuestro lugar especial desde entonces. Ni siquiera Jackson o los hermanos de Payton conocían la existencia de ese sitio y de lo especial que era para ti. Aún te arrepentías de que este no hubiera sido el lugar en el que se besaron hace 4 años.

Los dos habían ido a ponerse al día con sus vidas y para hablar de todo lo que los preocupaba, pero sobre todo habían ido para tumbarse en el suelo y mirar al cielo. Incluso con 18 años, Payton estaba obsesionado con mirar las nubes y contarte la forma a la que le recordaban. Tú, por otro lado, siempre habías estado interesada en las estrellas y constelaciones, lo que era por qué se escapaban de casa por la noche muy a menudo.