Últimamente estoy rara, melancólica, reflexiva, confusa... la batalla que sucede en mi interior se podría describir como si de la película 300 se tratara. Nunca en mi vida alguien se había acercado a mi de esa manera, con esas intenciones, con ese puntito de calidez mezclada con unos gramos de calor. Sabes... nunca hube ría imaginado sentirme atraída por una chica, es la primera vez. Mayoritariamente me siento atraída por hombres, las chicas no me gustan... pero con ella ha sido diferente. Y estoy confundida, rara. El hilo en el que estoy caminando se hace cada vez mas largo y la salida se vuelve cada vez más pequeña. Alomejor me estoy equivocando, tal vez se hilo no esté sujeto por dos columnas de madera, de piedra o metal. Mi confusión lleva a metáforas inexplicables donde mi imaginación vuela libremente sin importar la opinion de dos simples barras, y las convierte en dos brazos. En un extremo está el brazo de EL, y por otra parte esta el brazo de ELLA. Cada mirada es una galaxia. Por una parte la galaxia de EL está compuesta por guitarras, perros, aventuras, naturaleza; por otra parte esta la galaxia de ELLA llena de dibujos, animales, películas de terror y paseos por el atardecer. Y ahora mismo si me preguntaran qué palabra me queda mejor seria DIFÍCIL. Soy un cartel, un asteroide sin rumbo, una estrella indecisa buscando hogar mientras que los humanos se piensan que doy suerte... ¿cómo puedo dar suerte si la primera que lo necesita soy yo? Aunque sea una señal, necesito respuestas para no perder la luz y convertirme en la nada. Lo único que sé es que una de las dos galaxias quiere abrazar mi corazón, en cambio la otra lo desconoce. Y mi mente me conduce hacia los brazos que esperan tan fuertemente mis latidos, pero mi corazón lo va frenando porque sabe que su verdadero amor está en otro espacio.
