Prólogo

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El amor duele.

El amor te destroza, te vuelve indefenso.

El amor que antes te llenaba de colores es el que te los arrebata de vuelta.

El amor nunca es suficiente, hay veces en las que se acaba y no vuelve a renacer destrozándote por completo, dejándote caer, rompiéndote en miles de pedazos difíciles de volver a reunir para repararte.

Louis esta destrozado, esperando por alguien que sabe que no vendría por él, ya que el amor nunca es suficiente. Su maleta estuvo con él desde que dejó su casa, despidiéndose de ella y de su madre, su maleta estuvo con él desde que dejo el centro comercial con la esperanza hecha pedazos y ahora su maleta estará con él a punto de emprender un viaje hacia otro país.

El siempre tuvo esperanzas hacia todo desde que era muy pequeño, las tiene ahora, aun cuando el reloj esta a punto de marcar las ocho que es la hora de su vuelo.

Él tiene esperanza.

No fue una persona muy sociable desde que era muy pequeño, es por ello que no se sorprende que nadie a parte de su madre y su amigo, lo este despidiendo en este momento, pero... solo desea que una persona cruce por esa puerta y arruine sus planes, porque sin duda el dejaría todo por aquella persona que hace que su corazón se detenga, haciéndole ver los colores que él pensó que nunca vería en su vida, ya que muchos los apagaron en cuanto vieron como brillaba.

Tiraría sus planes a la basura y los cancelaría si tan solo apareciera a través de esa puerta, haciendo que sus emociones sean un revoltijo difícil de calmar, daría lo que fuera porque lo eligieran a él, el haría...

"Última llamada del vuelo 8502 con destino a San Francisco, California, por favor diríjanse a la puerta de embarque"

La voz a través del altavoz lo hizo alejarse de sus pensamientos, ya era la hora de partir, espero y espero hasta el último momento, pero nadie vino.

Se levanto del asiento en que llevaba esperando lo que nunca llegaría, lo que repararía hasta la grieta más pequeña de su pequeño corazón. Tomó su mochila que llevaría a su viaje de ida, pero nunca de regreso.

Revisó si no dejaba nada olvidado, en cuanto encontró todo en su lugar, se dispuso a caminar rumbo a la puerta de embargue de su vuelo, llegó justo a tiempo para poder embarcar al avión que lo llevaría lejos de lo que alguna vez amo.

Su ciudad en la que había crecido, conociendo sus calles y deseando recorrerlas cada una, una vez más para no olvidarse ningún pequeño detalle, su antigua casa en la cual pasó la mayoría de su infancia, con risas, peleas, amor, su actual casa (ahora ya no más) en donde aprendió muchas enseñanzas que lo acompañarían por el resto de su vida, su madre y su única familia que lo apoyo sin ningún pretexto ni circunstancia, llenándolo de amor el cual nunca pensó necesitar, la madre que lo amó y lo amará por siempre, y él, la persona que más amo y que nunca pidió el amor devuelta, la persona que lo quebró y aún así sigue amando, la persona que amará a pesar de que no lo eligieran a él, esa persona que recordará por siempre aun con kilómetros de distancia.

El avión comenzó a despegar cuándo todos los pasajeros ya estuvieron en sus asientos y hayan recibido las instrucciones de la ayudante de cabina, el cielo era una noche estrellada, con pocas nubes que adornaban el cielo volviéndolo más pintoresco y hermoso como siempre lo había sido, la luna, la luna resplandeciendo todo con su hermoso brillo, esa luna que guarda hasta los secretos más obscuros y su única amiga desde que él tiene memoria, acompañándolo hasta en sus desoladas madrugadas donde sus penas florecían, derramándose en lo más profundo de su ser, cayendo como gotas alrededor de él. La luna que lo acompañaría ahora en su nueva vida.

Miró a través de la ventana hacia alrededor en el cielo, abajo donde su ciudad se hacía notar con su luz nocturna, haciéndola ver aún más hermosa de lo que recordaba, sin darse cuenta sus mejillas se encontraban mojadas y su visión se volvió borrosa, cerró los ojos dejando caer más lágrimas comenzando a sollozar en silencio abrazándose así mismo tratando de consolarse de la nostalgia y el dolor que sentía.

Tal vez recordaría todo esto como un mal sueño cuando envejezca y piense que este solo fue el paso para ser mejor y feliz, él tenía esperanzas, él superaría esto y mejoraría. Él sería feliz.

Secó sus lagrimas con la manga de su suéter, todo mejorará, estaré bien, me amo, se repitió mentalmente dándose ánimos, este era un viaje que emprendería solo, un viaje que no tendría regreso, un viaje que lo aterraba y que no creería que podría lograr sin ayuda, no estaba seguro de muchas cosas, pero de lo único que estaba seguro es que todo estaría bien, él estaría bien.

No podía evitar que las lagrimas caigan, pero él estaría bien.

"Pieces of a kite dream"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora