Capítulo 1: Muerte

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Anteriormente en "Ninjago"

-Los sacaré de aquí, juntos- hablo una chica peliblanca mientras tomaba a un niño de la  mano -Lo prometo-

-¡Buscaré otra salida!- dijo tras un montón de escombros.

Viendo desde la azotea como el edificio se derrumbaba para notar a un grupo de personas en el edificio de enfrente.

-Rumi- dijo el rubio de ropas verdes.

El suelo bajo sus pies caía y mostraba como un edificio empezaba a caer sobre si mismo.

AAAAAAAAGGGGGGGHHHHHHHH!- grito un ser de negro al aire.

La chica de cabello blanco estaba tirada en la tierra, boca arriba, no parecía estar herida pero si inconsciente.

No había ningún escombro cerca de ella. De hecho, no había nada cerca, parecía estar en un bosque muerto.

Por su cara, un grupo de insectos empezaron a recorrer haciendo que la chica despierte y escupa saliva al sentirlos dentro de su boca.

-¿Dónde estoy?- dijo notando lo desolado que estaba. Se levantó y empezó a caminar sin dirección alguna. -¿Hola?- gritó para llamar a alguien, pero solo escuchaba el eco.

-Me pregunto si este será el infierno. Lo último que recuerdo fue....-

Rumi

Esa simple palabra hizo que la chica se detuviera. Esta bajo su mirada y la pintura  de su cara empezó a caerse por unas pequeñas lágrimas.

-Jaja, todo esto era para revivir a Lord Garmadon y destruir a los ninjas. Y justo cuando voy a morir es cuando descubro que en realidad si me gustaba. Jajajaja-

Empezó a reír como loca ante esa desesperación, pero se detuvo de golpe y se limpio la cara, quitándose el maquillaje.

-¿A quien engaño? Me merezco estar aquí. Quería hacer sufrir a Lloyd por perder a mi familia haciéndole perder la suya, pero seguro también me lleve la de muchos más-

Siguió caminando por ese campo muerto, aunque notó raro lo silencioso que estaba. Supuso que era alguna especie de castigo eterno pero dejo de pensarlo al notar que por dónde iba había marcas de quemaduras y cortes en las piedras y el suelo.

-Hubo una pelea aquí- decidió seguir el rastro hasta llegar a lo que parecía ser un pueblo abandonado.

Entre las pocas viviendas ahí, se dirigió a la más grande y notó que se trataba de un taller, pero se veía viejo y destrozado. -"Cuatro armas". ¿Me preguntó quién trabajaba aquí?- dijo para entrar y ver qué tanto las herramientas como los productos estaban en muy mal estado.

Todo estaba cubierto de óxido y telarañas, la madera estaba pudriéndose y olía horrible el lugar. Un solo respiro fue suficiente para hacer que empezara a toser por todo el polvo que había.

-Si este es el lugar que tendré por el resto de la eternidad, por lo menos lo esperaría un poco más limpio.- dijo tapando su nariz.

La chica empezó a limpiar un poco el lugar para ver si podía pasar la noche ahí en lugar de afuera.

Por suerte para ella, parecía haber un espacio atrás con acceso a otro piso. Las escaleras estaban podridas por las lluvias y algunas maderas se rompieron apenas pisarlas pro pudo subir al fin.

Empezó a recorrer esa pequeña casa y notó que eran tres habitaciones y una pequeña sala con cocina y comedor en uno solo.

Abrió las puertas y notó que las habitaciones estaban asignadas. Una era para los padres y las otras dos eran para hijos separados, un niño y una niña para ser exactos.

Ninjago: Una nueva vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora