TRIHÍBRIDA WHITE [ !ACTUALIZÁNDOSE! ]

7. EL PRECIO DE LA VERDAD

Al llegar al bosque no había nadie. Justo cuando me giré, sentí un ruido.

Nathan me empujó a la pared mostrándome sus colmillos.

—Auch —me quejé al chocar contra el árbol.

—Por fin nos vemos, asesina —me gruñó Nathan.

—¿Y Rouse? —pregunté con dificultad debido a su agarre.

—Está por llegar —me respondió Nathan, clavando sus garras en mi garganta, causándome bastante daño—Antes de morir enséñame tus ojos —me rugió Nathan, tornando sus ojos de rojo —Quiero ver si te arrepentiste de matarlos.

—Era mi manada —gruñí tornando mis ojos de azul, Nathan desaflojó su agarre confundido.

Agradecí el poder respirar.

Las marcas de sus garras me ardían, el era un alfa después de todo.

—¿Cómo es posible? —preguntó Nathan— ¿Porqué lo hiciste?

—Fue culpa de Rouse —respondí enseñando las venas negras que cubrían mi cuerpo— Siempre fue ella—susurré, cayendo en que todo había sido una trampa de Rouse para yo misma acabase con Nathan— Tengo que irme.

—¿Qué dices? —dijo Nathan confundido sueltándome- Sigo resentido contigo por haber huido en vez de contármelo desde un principio.

—No me habrías dejado, me gritaste cosas muy feas —le espeté— Por tu puta culpa, ahora no tengo el control de mi lobo —le grité mosqueada.

No iba a ocultárselo pero tampoco dejaría que me castigase de nuevo.

—Véngate de Rouse, fue su jodida culpa —mascullé de nuevo.

Ya tendría otra ocasión para echarle en cara que se hubiese juntado con los vampiros.

—¿Tienes idea de que planea hacer? —preguntó Nathan- ¿O el porqué de ese hechizo?

—Creo que quiere hacerme perder el control de nuevo, tal vez para usar el pretexto de tu muerte y que los de Fort Point vengan a buscarme. Primero debo hacer algo antes —dije mirándolo con súplica— Porfavor.

—¿A donde tienes que ir? —preguntó Nathan mirándome, mientras le mandaba un mensaje a Liam.

Cuñadito💜

Dile a Scott que os contaré todo en 5 minutos en la casa antigua de los Hale. Solo tengo ese tiempo, daros prisa

¿Porqué?

No puedo explicarte más. Si quereis saber la verdad tenéis que venir rápido

—¿A quién le escribes? —me preguntó Nathan.

Maldito alfa tóxico.

—Al mate de mi hermano. Theo cambió, es buena persona desde que está junto a su mate, además de que los doctores del miedo están muertos —suspiré.

No quería que Nathan atacase a Theo, mucho menos a Liam.

Puedo creerlo. Supongo que Rouse me mintió, por eso nunca me dejó hablar contigo —murmuró Nathan, mientras los dos corríamos transformados en nuestra forma animal hacia la reserva.