La curiosidad de un niño era mucha, especialmente de Hermes quien estaba interesando en un libro pero al no saber leer comenzó a buscar a alguien que se lo leyera.
Drabble Adamas y Hermes
Nada de copias ni adaptaciones
Créditos al creador de las im...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El pequeño pelinegro caminaba por los pasillos del Olimpo mientras llevaba un libro algo pesado, el pequeño dios buscaba a alguien que le pudiera leer lo que esté relataba.
El oji-rojo camino entro a varias habitaciones mientras buscaba a alguien que le leyera lo que relataba el libro, aún no sabía cómo leer pero enserio quería aprender. Fue con su padre e inclusive con otros dios para ver si alguien se lo leía pero no obtenía resultado, fue con su tío Poseidon y este no le contesto un si ni no por lo que solo se fue ahí siguiendo con su búsqueda.
Al final fue a dónde estaba el dios de conquista para pedirle que se lo leyera, al llegar a su habitación entro en esta con cuidado y comenzó a buscar a su tío.
A lo lejos sentando en su trono se veía al de piel verde el cual solo miraba al menor con un semblante frívolo.
Hermes se aserco a dónde estaba su tío y cuando estaba alfrente suyo le extendió el libro que llevaba con ambas manos. Adamas miro la acción que hacía el pequeño y solo le siguió mirando por un rato hasta al fin hablar.
--- ¿Qué necesitas? --- Pregunto la deidad griega de cabello fucsia.
--- Leemelo por favor ---- Pidió el pequeño dios mientras le extendia un poco más el libro.
Adamas solo miro por unos momentos el libro y termino levantándose de su trono y agarro el libro que su sobrino le extendia, su semblante había cambiado de uno frío a una más tranquilo y sereno, otra vez volvió a sentarse en su trono y llamo a su sobrino para que se sentará junto a el.
Después de eso el dios griego abrió el libro y Hermes se sentó en sus piernas para poder ver el libro y aprender un poco de lo que decía, el dios mayor solo comenzó a leer todo lo que decía el libro.
Hermes solo escuchaba atentamente e imaginaba todo lo que escuchaba, el cuento era algo simple pero entretenido para el pelinegro.
Adamas apesar de tener un semblante muy frío era tranquilo y sereno, le gustaba ayudar a sus parientes cercanos o a quienes le pedían ayuda, especialmente le gustaba ayudar a su sobrino.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
