En alguna universidad de denver colorado, los jóvenes estudiantes y otros no tan jóvenes se paseaban por el campus con sus mochilas y carpetas, yendo directo a sus clases o a perder algo de tiempo junto a sus amigos mientras esperaban su siguiente asignatura, otros preferían ir a la cafetería por algo de comer o simplemente aprovechaban las mesas vacías para sentarse a repasar sin la compañía de nadie.
En una de las aulas del segundo piso un chico de veintitrés años, con expresión seria y algo intimidante, tenía el cabello azabache oscuro y desordenado, vistiendo un atuendo que era en su mayoría negro, que consistía en una franela con las palabras "fuck boy" escritas en blanco, una chaqueta de cuero, jeans negros algo rotos y botas Dr. Martens de igual color. Este observaba su cuaderno en silencio, leyendo los apuntes que había escrito durante la clase y en eso noto al profesor salir del salón, al igual que sus demás compañeros, quienes de vez en cuando le lanzaban una mirada rápida y temorosa y luego seguían su camino.
Suspiro con pesadez y seguido empezó a guardar sus cosas, después se levantó de su asiento tomando su morral y lo colocó detrás de su hombro mientras se retiraba.
Al bajar las escaleras salió directo hacia el campus y mientras avanzaba se encontró con uno de sus pocos amigos sentado en el banco de hormigón, este veía su teléfono con serenidad y vestía una franela de la nasa con chaqueta azul y capucha, jeans oscuros y converses negros, también usaba un chullo para el frío y podía llegar a apreciarse un poco su cabello azabache.
-Hola tucker... - lo saludo en tono desinteresado cómo de costumbre y el otro apenas noto su presencia.
-Ah, que hay damien - respondió tranquilamente al verlo para después regresar su atención al teléfono. Este tecleaba repetidas veces y en cuestión de segundos sonó su timbre de notificaciónes.
Damien levantó una ceja al verlo ahí todavía sentado y volteo un momento a ver, nadie más se acercaba a ellos.
-¿Esperas a alguien más en específico o debo largarme sólo en esta ocasión? - pregunto algo impaciente.
-No es eso, clyde me preguntaba si queremos ir a una de las presentaciones de Jimmy, al parecer será en una cafetería - respondió.
-¿Y que le dijiste?
-Pues que te iba a preguntar apenas te viera.
-Mm ya veo... Dile que no iré - dijo cortante.
-Tsk mierda ¿Al menos lo consideraste? - se mostró un poco irritado.
-No, pero ya sabes lo que opino sobre los chistes de Jimmy, se me hacen muy tontos... - fue honesto con este mientras hacia una expresión de total aburrimiento.
-¿Que no es ese el chiste de los chistes? Deben ser tontos damien, y aunque no nos hagan tanta gracia Jimmy sigue siendo nuestro amigo y le haría feliz vernos allá.
-...
-Vamos, seguro que no tienes nada más que hacer - dijo este haciendolo bufar con fastidio. Odiaba admitirlo pero tenía razón, posiblemente solo iría al apartamento a recostarse o ver la televisión.
-... Tsk bueno ya que - giro sus ojos cansado - supongo que unos cuantos chistes no me matarán - acepto por fin.
-Vaya... Que fácil fue está vez - hablo en voz baja e inexpresiva mientras veía su teléfono y escribía.
-¿Que dijiste?
-Nada... Mejor vayamos a ver a los chicos - guardo calmadamente el teléfono en su bolsillo, sujeto su morral el cual estaba adornado con varíos pins de alienigena, estrellas u otras cosas que le gustaban y se puso de pie.
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<<El destino>>
FanfictionDamien es un chico apático y la mayoría del tiempo malhumorado que no piensa demasiado en esas cosas del amor, pero que por cosas del destino conocerá a un amable mesero en una cafetería y despertará cierto interés en el. *Esta es mi primera histori...