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⊹ ᨘ໑ ¡ lee jeno, un alfa sentrado en su trabajo y no interesado por el amor.
na jaemin, un omega que llegó pidiendo refugio y terminó teniendo una aventura y volteando la vida y el corazón de jeno. ! ▸
¡! Ꮺ ׅ࣪ lee jeno [α]...
Su aniversario había llegado y era un día viernes.
–Papá, ¿entonces hoy me voy con Yangyang? – preguntó la omega.
–Sí, Jisung Hyung va a llevar tu ropa para la pijamada y para mañana – le sonrió y ella asintió.
–¿Qué van a hacer para su aniversario? – preguntó la chica.
–Veremos películas hasta tarde o quizás salgamos a cenar – le dijo restándole importancia.
–No seas mentiroso, van a hacer eso – dijo Sun con una sonrisa pícara.
Jeno todo rojo negó rápido con la cabeza.
–No digas esas cosas – la regañó.
–Papá, ya tengo catorce casi quince, en el colegio me han hablado muchas veces de eso – dijo encogiéndose de hombros y luego dándole un beso en la mejilla.
–Ya, ve que llegas tarde – le dijo quitando el seguro de las puertas.
–No quiero un hermano – dijo antes de cerrar la puerta y salir corriendo.
Jeno arrancó rápido, el tráfico en las mañanas era terrible y, era la primera vez que lo agradecía, porque gracias a los comentarios de su pequeña estaba todo rojo de vergüenza.
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–¡Ya llegué! – gritó apenas entró.
Nadie respondió, frunció el ceño extrañado, aunque era más temprano de lo normal y no estaba su princesa, Jaemin debería recibirlo como él lo hacía cuando el menor trabajaba algunas horas de modelo en alguna revista. Subió las escaleras al no ver a nadie en el primer piso, entró al gran cuarto que compartía con el menor y ahí lo encontró. Vestía su Kigurumi de Rilakkuma y estaba durmiendo acurrucado entre las sábanas.
–Pasan los años y sigues igual de adorable – dijo adentrándose lo más silencioso que podía.
Se sacó el poleron que traía puesto y dejó su bolso en el armario para después, con cuidado, acostarse al lado del omega y abrazarlo para dormir un rato, el menor despertó por la sorpresa que le dieron las manos en su cintura y estómago, pero no le tomó mucha importancia, se volteó con los ojos cerrados y se acurrucó en el pecho del alfa.
Las horas pasaron y Jeno despertó relajado, el menor delineaba cada centímetro de su cara, prestaba demasiada atención al lugar donde pasaba su dedo.
–Buenas tardes – susurró, asustando al contrario, quien estaba demasiado concentrado.
–Lo siento, ¿te desperté? – fue lo primero que dijo en un tono avergonzado.
–No, tranquilo, fue lindo despertar así – sonrió y le dio un beso corto.
–Hace mucho que no dormíamos en la tarde – le sonrió.
–Sí, pero es lindo pasar tiempo con Sunnie – el omega asintió, era divertido pasar tiempo con la menor.
–Feliz aniversario número quince – le dijo con una sonrisa.
