El verano, mi estación preferida, playas, sol, helados y alegría, pero lo que más me gustaba era visitar a mi abuela, vivía en una gran casa estilo victoriana en las afueras de la ciudad, muchos de mis compañeros de clase bromeaban en que la casa te...
El verano, mi estación preferida, playas, sol, helados y alegría, pero lo que más me gustaba era visitar a mi abuela, vivía en una gran casa estilo victoriana en las afueras de la ciudad, muchos de mis compañeros de clase bromeaban en que la casa tenía un gran parecido a la Mansión Winchester la cual es conocida por su interesante arquitectura y el rumor de que avitan almas perdidas incluyendo la de Sara Winchester la dueña de esta propiedad, incluso inventaron algunos rumores de que alguien había muerto allí o que debajo había estado un cementerio antes , típicos rumores de niños, a causa de dichos rumores los niños temían acercarse a la casa y de hecho de niña nunca tuve muchos amigos por el miedo que imponia la casa y mi abuela, que nunca fue una mujer muy amable con los visitantes curiosos que se asomaban por las ventanas intentando conseguir algunas fotos de la misteriosa mansion embrujada del pueblo, dichos curioso terminaban bañados en agua por cortesia de mi abuela, aunque de igual manera al final del dia lograban tomar alguna foto borrosa y claro que no se iban sin antes arrojar papel a la casa, no los culpó eran personas dejandose llevar por los rumores y las malas lenguas, a pesar de todo esto la casa de mi abuela era hermosa , las paredes eran de un lindo color rojo ladrillo que en algunas partes se notaban los años de la casa por la humedad, el suelo era de madera , de esa que suena cuando la pisas y habían cuadros antiguos de familiares difuntos por todas partes que mi abuela habia pintado, era muy buena en eso, la pintura siempre se le dio bien, vendio algunas de sus obras pero lo dejo despues de la muerte del abuelo, suceso el cual marco a todos, las escaleras eran de madera y muy antiguas se notaba porque al caminar en ellas hacían un ruido bastante singular, tenía tres pisos, y un atico,siete baños, trece espejos, lo cual recuerdo porque me gustaba dibujar en ellos, nunca entendi mi fasinacion por los espejos, supongo que lo herede de mi abuela, no por nada tenia tantos espejos en su casa, también tenia bastantes habitaciones pero mi favorita siempre fue la del balcon que daba al patio trasero, me gustaba observar desde ahi a mi abuela haciendo jardineria , cultivaba bastantes plantas, solia decir que algunas de ellas estaban en peligro de extincion y otras simplemente eran hermosas como esas pequeñas flores moradas, Aconitum napellus o mas conocida como la flor del lobo una planta venenosa que se usaba para la caza de animales o eso decia la abuela, a pesar de todos estas caractetristicas de la casa la que mas recuerdo es el sótano de la abuela, no sabría explicar como era ya que cada vez que entraba el sótano se veía distinto, cada verano que venía la abuela se veía más joven, recuerdo que en el sótano además de las telarañas, el polvo , las velas y los espejos había un hermoso cuadro de una bailarina, solía imaginar que era la chica de la pintura, nunca supe quien era ya que cuando se lo pregunté a la abuela simplemente contestó que fue una persona con mucha juventud, le pregunté a la abuela que era la juventud y contestó "la juventud puede ser un problema para muchos y la salvación para algunos" de pequeña nunca entendía la frase, pero ahora lo entiendo.
Años después la abuela murió, fue encontrada en el piso del sótano con el cuadro de la bailarina en las manos qué misteriosamente no tenía a la bailarina en el, era como si nunca hubiera estado ahí como si nunca la hubiera pintado, la autopista determinó que había sido un infarto, pero todos sabíamos que no era cierto, a pesar de la edad de la abuela tenia una condicion fisica muy buena y un estado de salud envidiable, un año después nos dimos cuenta de que la abuela no era tan inocente como aparentaba, en el patio de su casa encontraron el cuerpo de una chica de 17 años, que se encontraba desaparecida desde hace mucho tiempo la abuela la había asesinado, en su autopsia encontraron toxinas extrañas pero eso no fue la causa de su muerte, la chica murio por axfixia, encontraron también unas zapatillas de danza clásica, y un libro de Mary Shelley, en cuanto me mostraron su foto me di cuenta que era la misma chica del cuadro, nunca se lo dije a nadie, sabias que la abuela no era tan mala pero claramente no diria esto en publico ya que para todos era una asesoina nadie entendia porque habia asesinado a esa chica era tan joven tenia una vida por delante y seguramente se habria convertido en una gran bailarino si su destino no hubiese sido ese, pasaron los años y me diagnosticaron cáncer de estomago era hereditario y ya estaba muy avanzado para hacer algo, sabia que en parte era mi culpa nunca atendi a los llamados que me daba mi cuerpo, las nauseas, la perdida de peso, la perdida de apetito , el dolor abdominal, y luego vino la difucultad para pasar la comida y el vomito con sangre, no podía creer el hecho de que tuviera cancer tenía una vida por delante y un hijo de apenas 2 años de edad, el solo me tenia a mi el imbecil de su padre nisiquiera sabia que tenia un hijo no lo podia dejar solo , me necesitaba, nadie lo entenderia, el era igual a ella, era la viva imagen de la abuela y en cierta parte yo tambien.
Pasé meses investigando tratamientos que pudieran ayudarme pero ya era muy tarde no me quedaba mucho tiempo y fue en ese momento en el que estaba tan desesperada que entendí las razones de la abuela, la juventud puede ser un problema para muchos y la salvación para algunos, la abuela había seguido los pasos mal, era muy inteligente pero no supo como hacer esto, por esta razón ella había muerto, no se le miente al diablo, me había dicho una vez, omitió uno de los pasos del sacrificio, y todo salió mal, pero esta vez saldrá bien, lo sé, está vez yo seguirá los pasos al pie de la letra, no era tan difícil, una chica joven a cambio de la vida eterna, solo es un alma, me dije a mí misma antes de alzar el cuchillo, quién diría que en este momento me encontraría siguiendo los pasos de la abuela, quien diría que en este momento me encontraría haciendo un hoyo en la tierra, quién diría que en este momento me encontraría pintando un cuadro de una bailarina en el sótano de la abuela.
(Ninguna de las pinturas es de mi autoria)
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