"Lauren, vamos, apúrate" Camila le insistió a la mayor. Mientras miraba el cuerpo del guardia, tirado en el suelo, sangrando.
"¿Crees que me quiero tomar todo el tiempo del mundo?" Lauren estaba muy nerviosa, metía todos los billetes que podía en su bolso.
"Creo que ya esta bien con esas cajas" Camila quería irse, necesitaba terminar el trabajo rápido.
"Solo fueron 20 cajas, antes ya lo hicimos, por favor no me pongas mas nerviosa de lo que estoy maldita sea" Contesto mientras buscaba la llave de la caja fuerte siguiente.
"Solo apúrate"
Mientras el chico estaba inconsciente, le quitaron las llaves de las cajas fuertes para abrirlas y vaciarlas. Habían conseguido un gran motín, pero a Lauren no le convencía esa cantidad de dinero y algunas joyas valiosas, ella había sacado mas dinero en los últimos robos. Sabia que podía ir por mas. Camila solo quería irse, siempre pasaba lo mismo.
Luego de cinco minutos mas Lauren finalmente paro de abrir cajas, conforme con la suma de dinero recaudada.
"Eso debe de estar bien" Dijo cerrando la ultima caja. "¿Estas bien?" Miro a su novia, la que tenia los ojos cristalizados.
"Solo me quiero ir Lauren, por favor, vamonos lo mas rápido que podamos" Se podía notar lo asustada que estaba la menor.
"Tranquilízate, si sales así sospecharan, cálmate y podremos salir. Todo estará bien, lo prometo" Lauren miro a los ojos a su novia, dejo el bolso en el piso y la beso. La beso para que sepa que todo estaba bien y que todo estará bien, la beso para convencerse de eso a la vez. La beso porque la necesitaba y porque ella era la única que la llenaba de paz en estos momentos. La beso para calmarla y auto-calmarse.
"¿Estas mejor?"
"Si, ahora vamonos"
Las dos chicas salieron, cerraron la puerta de la bobeda, dejando el empleado tirado en el suelo, inconsciente hasta el momento.
Cuando estuvieron en el centro del banco, donde estaba todo el movimiento, nadie las noto. Eran solo unas personas mas del montón. Nadie parecía saber nada de lo que había pasado en la parte subterránea del banco. Todo iba perfecto.
Se dirigieron hacia la puerta, su salida, su libertad, en donde una vez cruzada estarían a salvo.
O mas a salvo de lo que podrían estar en un lugar lleno de guardias y policías.
No había guardia en la puerta, como lo predijo Lauren, ahora mismo estarían haciendo el cambio de guardia.
Camila estaba muy tensa. Lauren no la culpaba, siempre se ponía así. A Camila no le agradaba mucho ir hiriendo gente por la vida y ver como se desangraban o como simplemente morían, acompañado de como le sacaban dinero a gente inocente. Ella era muy sensible, y Lauren no la podía culpar. Pero por suerte a Camila nunca le toco matar a alguien, Lauren se encargaba del trabajo sucio.
Muchas veces la menor trato de abrirle los ojos a Lauren, diciendo que podían vivir de otras cosas. Que ya tenían el dinero suficiente, de que quería dejar la mierda que hacían, que estaba muy mal. Pero Lauren siempre la convencía de seguir. En donde Lauren este, Camila estará.
Atravesaron la puerta de salida y se dirigieron al vehículo a paso rápido. Lauren fue directo a la puerta del conductor, dejando sus modalidades de abrirle la puerta a su novia como siempre lo hacía, de lado, pero en condiciones como esas nunca lo hacía.
Las dos entraron, Lauren prendió el motor y acelero lo mas rápido que pudo.
Estaban cada vez mas lejos, cada vez mas seguras.
-
Lauren veía a su novia dormir de forma tranquila en la parte de atrás de su auto. Cubierta por una manta, ya que estaban en otoño, las noches eran muy frías. Aun que tenían la calefacción del auto tenia que taparse de todas formas.
En cambio Lauren no sabia la formula secreta de Camila para dormir en estas situaciones en donde escapaban. Ella simplemente no podía, cada segundo que pasaba pensaba de que la atraparían y la meterían presa, que los policías y la justicia estaban a un segundo mas de alcanzar el coche. Logrando alejarla de Camila por cuanto tiempo fuera.
Ese era su mayor miedo. Dejar a Camila. Ella podría estar sin dinero, sin un techo en donde dormir, sin comida. Pero Camila no podía faltarle.
Ya estaba llegando a la entrada de la nueva ciudad, pero Lauren tuvo que parar a casi llegar. Se estaciono en un lugar oscuro para no ser muy detectada y bajó del auto. Saco la patente utilizada y la cambio por una nueva. Guardo la ya utilizada en la baulera.
¿De que ayuda cambiar esos insignificantes números si el auto sigue igual? De mucho. Podrá ser el mismo auto pero sin los mismos números, no les podrían hacer nada.
Lauren volvió a ingresar a su coche. Pero al parecer hizo mucho ruido, Camila se estaba moviendo.
Lauren siguió conduciendo, pasando ya el cartel de "Bienvenidos". Una nueva ciudad. Un nuevo robo.
"¿No estas cansada?" Camila pregunto un poco dormida.
"No, estoy bien. Tu dormiste demasiado. Aun no entiendo como mierda haces." Lauren le daba algunas miradas por el retrovisor.
"Querer es poder mi querida colega."
"Como sea."
"¿Y en donde estamos?" La menor se sentó. Ya que estaba acostada en la parte trasera. Y empezó a ver por la ventana un poco perdida.
"Ya llegamos. Solo tenemos que buscar un hotel. ¿Que tal si vamos a uno en el centro de la ciudad? Uno de muy buena calidad." Lauren inspeccionaba las calles del nuevo lugar. Aun que les faltaba para llegar al centro del lugar.
"Pero... Sabes por que no hacemos eso." Usualmente, iban a hoteles medios y apartados de la movilización que atraía el centro. Para no ser muy tomadas en cuenta. En cambio un gran hotel darían mucho detalle.
"Por favor" Lauren le suplico. "Es solo una vez y no te arrepentirás. Lo prometo." La de ojos verdes insistía.
"Agh, esta bien." Dijo no muy convencida.
Tardaron un poco en llegar al centro del lugar, pero al ingresar y perderse en las calles llenas de edificios lujosos y las calles iluminadas a pesar de la hora, ya podían sentir una ola de libertad. Olvidarse por solo unos segundos de por que estaban allí y simplemente admirar lo que las rodeaba.
Encontraron un hotel que estaba muy bien situado, en donde todo estaba a su alcance. La pareja de chicas estaban emocionadas. Hacia tanto que no se daban lujos como estos.
En tantos robos que tuvieron y en tanto dinero que ganaron, seria muy raro no gastarse el monto. Pero para lo único que lo utilizaban era para comer, alquilar un techo y comprar repuestos para las armas.
Lo demás lo guardaban.
Estaban haciendo el check-in pero alguien les llamo la atención.
"¡Señoritas!" Las dos giraron para ver de donde provenía la llamada. Un guardia de seguridad estaba caminando a paso rápido hacia el escritorio donde estaban haciendo el papeleo.
Podían sentir venir el fin.
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¡Segundo capitulo! Espero que les este gustando. Disfruten. Comenten. Y voten♥ ¡Me harían muy feliz!
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Killers [Camren]
ActionLauren Jauregui y Camila Cabello son muy famosas. Todos pagarían millones de dolares por cada una. Muertas. Con ya 30 robos exitosos a los bancos mas famosos del mundo y con mas de 10 heridos en cada robo son el mayor peligro del mundo entero. Todos...