Capitulo 36: Hogar, dulce hogar

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POV ____

Salí corriendo de la universidad, las lágrimas me nublaban la vista mientras me apresuraba a llegar al auto. Apenas pude cerrar la puerta, llamé a mis hermanos. En cuanto oyeron mis sollozos, me dieron la dirección de la casa donde nos encontraríamos. Conduje lo más rápido que pude, el peso en mi pecho creciendo con cada kilómetro que recorría.

Al llegar, toqué el timbre con las manos temblorosas. Olivia me abrió la puerta, y detrás de ella estaban Álvaro y Cameron. En cuanto crucé el umbral, las emociones que había estado conteniendo estallaron, y me derrumbé en llanto.

—¿Quién carajo fue? —preguntó Álvaro, la preocupación nublando su rostro.

—Apuesto a que fue la pelirroja —dijo Cameron, apretando los puños con enojo contenido.

—Te doy cincuenta dólares si fue ella —agregó Álvaro, y Cameron asintió de inmediato.

—¡Cállense, par de idiotas! —les reprendió Olivia, rodando los ojos—. A ver, hermanita, cuéntame, ¿qué pasó?

Entre sollozos, les conté todo. Desde la mordida en el bosque, que me había cambiado para siempre, hasta el momento en que Sadie jugó conmigo como si mis sentimientos no fueran más que una broma cruel. Mientras hablaba, mis hermanos intercambiaban miradas de preocupación y enojo. Finalmente, Olivia fue la primera en romper el silencio.

—Así que fue Sink... —dijo con una sonrisa amarga—. Hablaré con Mitchell para que le dé un "pequeño golpecito" de mi parte.

—Sin masacres, Olivia —la apuntó Álvaro, tratando de mantener el control.

—Mi dinero —exigió Cameron, estirando la mano hacia Álvaro, quien con resignación sacó su billetera y le entregó los cincuenta dólares acordados.

—Todavía no puedo creer que seas una híbrida —dijo Olivia con una mezcla de incredulidad y una ligera mueca.

—Yo tampoco... —respondí, pasando las manos por mi nuca, tratando de aliviar la tensión—. Todo pasó tan rápido, de un momento a otro mi vida cambió por completo.

—¿Cómo es que sobrevives al sol o cómo el metal no te quema? —preguntó Cameron, observándome con curiosidad.

—Simple —dije, levantando la muñeca para mostrarles mi reloj—. Gracias a esto.

Los tres asintieron, pero era obvio que tenían más preguntas. Entonces, Álvaro, con su tono siempre protector, se inclinó hacia adelante.

—¿Cómo te tomaste lo de Sadie? —preguntó con cuidado—. ¿Qué fue lo peor?

Las palabras se atascaban en mi garganta, pero las fuerzas me abandonaron al final.

—Lo peor es que... yo sí la amaba —dije, mi voz temblando por la tristeza.

—Ella no te merece, _____ —dijo Álvaro, sentándose a mi lado y poniendo una mano reconfortante sobre mi hombro.

—¿Y tú? —le pregunté, alzando una ceja—. ¿Ya superaste a Ester?

Él suspiró profundamente antes de responder.

—Estar con Ester fue hermoso en su momento, pero a veces las cosas simplemente dejan de funcionar. Es difícil, pero terminas aceptándolo. Conoces personas nuevas, y cada cosa llega en su momento —respondió, tratando de encontrar las palabras adecuadas mientras yo apoyaba mi cabeza en su hombro.

Después de un breve silencio, decidí cambiar de tema, buscando algo más liviano.

—¿Me enseñan la casa? Porque me voy a perder con lo grande que es —dije, forzando una sonrisa entre las lágrimas.

Silhouette║Sadie Sink y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora