La Última Vez.

I

PRIMERA PARTE
"El vecino poco amistoso"

Ya no escucho mis pensamientos, solo las voces que giran al rededor mío, los susurros y amenazas me hacen menos, y los gritos y burlas inferior. Una copa de vino me arreglaría el alma en este momento.

Escucho en el camino los simples y delicados pasos, las calles se escuchan crujir a medida que doy cada paso, me olvido de voltear derecha, tal y como lo decía mi madre "Para verte como una señorita" ,"Señorita", "Señorita", si tan solo pudiese escribir esa palabra en un papel y romperla en pedazitos..

Veo las largas columnas de marmol sobre la escuela, al parecer la pintura se veía fresca, toqué con mi dedo índice un extremo de la pared, y efectivamente, se enfontraba fresca todavía, ugh, ¿Cómo quitaría ese manchon de mi dedo? No podría frotarlo sobre mi uniforme, quedaría horrible, en fin. Decidi ir al baño después de clases.

Mientras caminaba hacia los lockers veía como la gente se me quedaba mirando, no creo que de una forma linda, una forma con asco y venganza, apenas había comenzado el ciclo, me esperaba un infierno.. ¿O no?

Saque la mochila de mis hombros, tome la llave que estaba en el extremo derecho de esa pequeña mochila verde con orillas azules que apenas podían entrar 5 libros de lecturas. Abrí silenciosamente el locker, últimamente me había molestado bastante el hecho que las personas exageraran los sonidos o hiciesen ruido.

Saque menos de 5 cuadernos y mire mi reloj, dios.. ¡¿7:50 a.m?! Mi ciclo no empezaría muy bonito, las clades comenzaban 7:40 a.m.

No dude en ir corriendo al salón de clases, mientras corría poco a poco mi energía se agotaba, en las vacaciones no hice ningún tipo de ejercicio para nada, si les servirá solo carge alguna que otra caja al sótano.

Llegue 15 minutos tarde a la clase, el hecho de eso hizo que mis nuevos amigos, o mejor dicho, compañeros, me miraran extraño, esto me recordaba a la misma mirada que me tiraron en el camino a los lockers.

Finalmente logré convencer a la profesora de dejarme entrar, era el primer día de clases y estaba muy motivada por un nuevo año. Prácticamente comenzamos a presentarnos entre nosotros y algunos crearon conexiones y nuevas amistades, en cambio yo solo esperaba que no me tocase y esto provocara esas miradas de nuevo.

Parece que el destino y yo no somos buenos amigos, después de algunas personas fue mi turno de presentarme, ¿Qué diría?

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PRESENTACIÓN

Nombre: Kaycee Apellidos: Liron

Edad: 15/16 años Nacimiento: 27/03/06

Fisico: Baja estatura, aproximadamente 162cm, tes blanca, ojos redondos, párpados caídos, ojos marrones con destellos amarillos, cara redonda, cuerpo promedio, no muy curvo ni plano, cabello corto 5 centímetros abajo de la oreja, fleco al rededor de la parte izquierda, pelo color negro y las puntas marrones, ocupa de lentes, lunares al rededor de el cachete al costado derecho simulando pequeñas pecas, labios regulares con algo de volumen.

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Había pasado mi turno de presentarme, y esas miradas seguían sin cambiar "¿Qué pasa? ¿Tendré algo en los lentes o uniforme?" Después dd hacerme esas preguntas pedí permiso con la señorita Witny, quién era mi maestra de inglés, sin en cambio me negó el permiso, fue ahí cuando recorde que en bolsillo izquierdo de mi mochila tenía un espejo de mano, abrí el espejo y mi sorpresa fue grande, no tenía ni un simple manchón, vaya sorpresa al enterarse que no era mi apariencia, era todo.

Pasaban las horas consecutivamente mientra miraba el reloj de la clase, veíamos temas aburridos así que comenzaba a dibujar pequeñas cosas en los bordes superiores de las hojas de mi cuaderno, como estrellitas, corazones y caritas felices.

Finalmente eran 10:45, mi hora favorita, ¡Era la hora del recreo! Corrí apresuradamente cuando la señorita Witny mencionó que podiamos retirarnos, pero había un gran problema, "Con quién me juntaría" solo tenía un amigo llamado Jason pero el se juntaría con sus demás amigos, aparte, vamos en casi 9° grado y ni tenía amigas, pero entonces, se acerco un chico era muy raro, no lo había visto en el aula antes, pero claro, como iba a saber quién era, ese chico era del grupo contrario "9° B".

Esperaba que no mencionase alguna tontería o de lo contrario, tomaría mis aperitivos y me largaría a una mesa más grande, no me importaba que me mirasen raro.

-"Hola Kaycee somos veci-" Antes de que mencionase algo más, algo llamó mi atención "¿vecinos?" así que simplemente lo miré y comencé a escuchar sus palabras que quizás no me servirían de nada.

-"Hola Kaycee somos vecinos, al parecer no me conoces, pero yo a ti si, nuestras mamás son amigas y la verdad no me interesa hablar contigo, solo vengo a entregarte éstas pastillas que me dió mi madre, no se para que sirvan así que encuéntrales un uso."

El chico, que aún sin saber su nombre, me dió cinco pastillas, una de ellas era una tableta, dos de ellas eran de tamaño promedio y las últimas dos eran algo pequeñas, sin decirle gracias, se fue.

Mientras comía un sándwich aburrido, me preguntaba para que eran esas pastillas, y luego recordé que eran por si me daban alergias o me daba un ataque, tengo alergias a varios alimentos, supongo que me las daba por si alguno de mis compañeros quería ofrecerme algo de comida, pero.. ¿Quién creen que me dará comida? Ahora mismo posiblemente me catalogen como rarita, aunque, me podría afectar y no.

Y fue así como pase todo el recreo sentada en algunas sillas de metal frente a el salón de la recepcionista comiendo un sándwich y un jugo de naranja, no fue tan divertido como esperaba.

Justo antes de que timbraran una chica se acerco, ella era de mi aula pero solo la había visto alguna que otra vez, parecía una chica no tan rara como yo, pero traía lentes y un choker llamativo, tenía picos, no sabía que se pudieran traer ese tipo de accesorios, y poco tiempo después de que hicieramos contacto visual, tocaron el timbre, ni siquiera supe su nombre, agh.

Pasaron las horas, y no le veía fin a las clases, solo quería ya irme a casa, no sé para que me emocionaba tanto por venir a la escuela, si no tenía amigos y probablemente me iban a ver como una rarita.