Amor De Gato [♡] Hyunin ^^

十

•|Narrador|•

Nule regresaba a casa por las oscuras calles de Seúl. El pequeño minino caminaba con su cabecita gacha, sin fijarse mucho en el alrededor.

Pronto escuchó un ruido que alertó todos sus sentidos, levantando la cabeza.

Notó que el ruido provenía de una maceta, así que con su cuerpo totalmente erizado que giró hacía ella.

La cabeza del gato gordo salió de ahí, la misma sonrisa cínica de siempre.

- ¿Le dijiste la verdad? - preguntó el de manchas.

- ¡Claro que no! - le respondió el menor retrocediendo un paso.

- Ya veo - comenzó a sacar sus patas - entonces, a este paso - comenzó a sacar cada extremidad de su cuerpo - si nunca vas a decírselo - terminó por salirse completamente del estrecho lugar - ¿por qué no... - se colocó en el piso con las patas delanteras, asustando a Nule - te quedas como gato para siempre? - dijo ya de pie, con esa voz terrorífica que le caracteriza.

- ¡No! No puedo hacer nada por Hyunjin si soy un gato - exclamó el menor.

- Tampoco puedes ayudarlo como humano - le dijo el mayor.

- Eso no es... - Nule bajó levemente sus orejitas.

- ¿No es verdad? - preguntó el mayor, sus orbes amarillas brillando.

Jeongin terminó por bajar sus orejitas, quizá el gato gordo tenía razón.

- ¿Estás seguro? - preguntó con una sonrisa terrorífica - ¡como gato podrás estar cerca de Hyunjin! - comenzó a agitar sus patas y a dar vueltas sobre el lugar que estaba parado - podrás observarlo, dormir, dejar que te alimente, dormir, hacer del baño, dormir - decía mientras daba vuelta tras vuelta y hacía movimientos raros con sus patas - ¿no es maravilloso? - dio una vuelta tal bailarina de ballet - ¡Hyunjin sería feliz también! -

- ¡Cállate! ¡cállate! ¡cállate! - exclamó el peliblanco comenzando a correr.

Cuando Jeongin dobló la esquina pudo apreciar un brillo morado salir desde donde estaba el gato gordo, un gato normal con manchas saliendo en su lugar.

- El mundo está lleno de cosas que odio, que no necesito - pensaba el minino en la vez que conoció a Hyunjin, iba con la cabeza gacha mientras caminaba por la pared de una casa - pero si no hubiera nada cuando saliera de aquí... - recordó cuando Hyunjin lo tenía en brazos, justamente contra su pecho - no lo querría, no querría que eso pasara - dijo el mayor viendo el bonito cielo estrellado, Kkami se supo se pie sobre su pecho, estirando su rostro para darle un beso a Hyunjin en la mejilla - ¡eso hace cosquillas! - comenzó a reír a carcajadas, sus ojitos cerrándose y su sonrisa resplandeciendo.

Nule saltó sobre un tejado, dejando sus pensamientos de lado.

- Muy bien - dijo el peliblanco, viendo hacía el frente.

Comenzó a saltar de tejado en tejado, cada vez más cerca de su casa. Cuando llegó a está notó como la luz del piso de abajo estaba encendida, pero no le tomó importancia, subió por el mismo árbol por donde bajó aquella tarde y abrió la puerta de cristal corredisa, entrando a su habitación jadeando por haber corrido tan rápido.

Pronto vio su habitación notó que no todo estaba como lo había dejado.

- Algo anda mal - dijo viendo toda si habitación - ¿la srta. Dahyun habrá entrado a mi habitación?

Jeongin comenzó a bajar las escaleras lentamente, ya en forma humana, vio la luz del salón encendida por debajo de la puerta, así que recargo su oreja en esta.

— Sus zapatos siguen aquí — el peliblanco escuchó la voz de Dahyun atraves de la puerta — debió salir por la ventana.

— ¿A esta hora? ¿sin sus zapatos? — Eunwoo preguntó.

— Rayos — dijo el menor colocándose en mejor posición.

— Se ha escapado últimamente — dijo nuevamente la peliazul.

El peliblanco fijó su vista al frente, notando como dos ojos verdosos lo veían desde ahí, se sobresaltó al notar que era Dori. El gato estaba sentado en el suelo, viéndole fijamente desde el final del pasillo.

— ¿Que hacemos? — Dahyun preguntó — no es correcto que la regañe.

— Sé como te sientes — le respondió el mayor.

Dori se puso de pie y erizó su cuerpo, soltando un gruñido en dirección a Nule, se encaminó hasta el y pegó un salto.

— ¡Espera! ¿Qué? — preguntó el muchacho cuando el gato cayó sobre su cabeza, tirandolo al suelo.

— ¿Jeongin? — preguntó Eunwoo desde el salón.

El chico se levantó y abrió la puerta y entró fingiendo una sonrisa.

— ¿Qué pasa? — preguntó cerrando la puerta tras él, Dori entrando apenas.

— Jeongin, ¿fuiste a algún lugar? — preguntó el mayor.

El peliblanco hizo un sonido, como si no hubiera entendido. Dirigiendo su mirada a Dahyun, Eunwoo hizo lo mismo.

— Queríamos tomar el té contigo, pero no estabas en tu habitación — explicó la mujer, con su manos tomando su brazo.

— Bueno... estaba en el techo — dijo viendo hacía la derecha.

— ¿Qué? — preguntó Dahyun.

Jeongin abrió nuevamente la puerta tras si — A veces solo quiero sentir el viento en la cara, ¿saben? — dijo mientras sacaba su cuerpo de la habitación.

Terminó por salir, estaba a punto de cerrar la puerta cuando asomó nuevamente su rostro.

— Bueno, buenas noches — dijo rápidamente, cerrando la puerta.

— Sí — respondió el pelinegro.

— Buenas noches — dijo Dahyun.

Jeongin se recargó en la puerta y soltó un suspiro pesado, frunció su ceño y se encaminó a su habitación.

El peliblanco se encontraba en el pequeño escritorio que tenía bajo su litera, la pequeña lámpara encima de este se encontraba encendida.

— Hyunjin sunrise es... — Nule se encontraba escribiendo en una hoja, bastante concentrado, quería plasmar las palabras perfectas en aquella hora.

— No quiero palabras vacías para protegerme — pensaba el peliblanco — prefiero saber la dolorosa verdad de Hyunjin.

Se tiró de espalda sobre el suelo, colocando sus manos tras su cabeza.

— No, no suena bien — exclamó el chico.

Tan rápido como se tiró de espaldas se levantó, acomodandose bien sobre el suelo para seguir escribiendo.

— Quien necesita a Yang Jeongin — pensaba el chico — Hwang Jeongin, veamos juntos el amanecer...

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Holap, estaré actualizando seguido, ya que me pidieron terminar la historia.

En el siguiente capítulo se viene lo bueno

Espero les haya gustado, nos leemos pronto ♡