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⠀。゚゚・。・゚゚。 primer escrito.
⠀゚。 ⠀ one shot: 5448 palabras
⠀ ゚・。 (pjm&knj) minjoon !¡.°💧 ( ...la marea me ha estado sacudiendo una y otra vez... )
JiMin sabía que el mundo se volvía de colores vivos con la persona correcta.
Él lo sabía porque ya la había encontrado: Kim NamJoon, el omega oculto y el hijo mayor del líder alfa de la manada de Ulsan.
Su amor había sido inesperado, incluso un poco caótico para los jóvenes involucrados, quienes habían sido criados para tratarse como enemigos o socios, pero eso nunca pudo ser posible.
No cuando cada vez que sus ojos chocaban, miles de sensaciones pasaban por sus cuerpos, miles de recuerdos despertaban de aquel profundo letargo mítico y miles de palabras quedaban atascadas en sus labios.
Había sido difícil para ambos darse cuenta, pero al mismo tiempo, había sido algo simple. Las cosas habían encajado a la perfección de una manera espectacular. No necesitaban muchas palabras para demostrar lo que sentían por el otro; sus ojos siempre los delataban con un brillo singular, único e irrepetible que iluminaba sus corazones y guiaba a sus sentimientos de una manera sutil y casi secreta para los demás, produciendo un latido casi armónico y melódico solo para ellos.
Y así era como ellos querían mantener en un principio su relación: solo para ellos.
JiMin era el siguiente alfa en la línea de sucesión de la manada de Busan, la manada vecina de los Kim, y se esperaba que en algún punto fuera JiMin quien liderase ya fuera una invasión, o la siguiente asociación benéfica para ambas partes. No era una decisión difícil para JiMin, quien desde un principio tuvo claros sus ideales y proyectos para con su manda y claro, con su pareja, pero el actual líder de la manada Park y padre de JiMin era un hombre calculador e inteligente que había nacido entre guerrillas y criado como un soldado.
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ꜥꜤ ♛ ミ MAGICAL TOUCH.
Fanfiction── 神奇 ⌇ 𝗣𝗥𝗜𝗠𝗘𝗥 𝗔𝗖𝗧𝗢 ꒰ 𝟬𝟭 ꒱ Primero hay miradas, luego vienen gestos; una sonrisa, un guiño. Sabes que lo quieres, sabes que lo quiero. El cuerpo nos tiembla, la piel centellea y la respiración nos pesa. Entonces las manos, ávidas de un a...