"Regalale flores a esa persona especial" leyó Paul en algún lado que ahora no recordaba, estaba realmente aburrido y eso fue lo único que se le vino a la mente en ese instante.
El pelimorado se quedó pensando un rato en alguna persona especial, solo había dos opciones ; su hermano o Ash, hace un tiempo el azabache se convirtió en su amigo y el único a decir verdad, era el único que medianamente lo soportaba después de su hermano.
Y era cierto, el temperamento de Paul era algo que podía agotar a cualquier persona, él era tan frío como un cubito de hielo, haciendo que sea difícil conversar con él.
Casi siempre, (por no decir siempre) las conversaciones las inciaba Ash, ya que el contrario no estaba muy dispuesto a hablar que digamos.
Pero, de todas formas, el azabache seguía compartiendo tiempo con él, nadie entendía como podía soportarlo, pero lo hacía y se sentía feliz de ser el único amigo de Paul, se sentía feliz de ser la única persona que lo hacía medianamente feliz.
El pelimorado se levantó de su mullida cama para dirijirse a una floristería cercana a donde vivía, esta era una pequeña choza de color verde y con un tejado blanco, con varias rosas decorando todo el lugar; al lado de la entrada, yacían dos Burmies colgados.
Al entrar a la tienda, lo primero que lo recibió fue un Roserade, para después admirar el lugar con sus ojos, el lugar aunque fuese pequeño estaba lleno de distintas flores de todos los colores posibles y de todas las formas, Paul se quedó asombrado por ver tantas flores juntas, quizás iba a tardar más de lo debido.
La dependienta, que en ese momento estaba agachada, cuando vio al pelimorado lo recibió con un simple "hola" cuando sus vistas conectaron, este fue al mostrador, seguido de cerca por el Roserade, parece que ese Pokemon pertenecía a la dueña del local.
-¿Qué desea?- dijo la dependienta, con un bloc de notas al lado suyo para poder apuntar el pedido del chico.
-Flores.- dijo simplemente Paul, no era muy bueno expresandose.
-¿qué tipo de flores en exactitud?- dijo la chica.
-No lo sé.- dijo el pelimorado.
-¿Qué color te gusta?- la chica solía guiarse por los colores favoritos de la gente, para después preguntar para quien era, así podría dar con una flor perfecta.
-El morado.- dijo el chico.
-¿Para quién es?- dijo la chica curiosa.
-No te incumbe.- dijo Paul, había sido grosero con ella, Ash ya le hubiera regañado.
-Supondré que es para una persona especial- dijo la chica, esta se quedó un momento pensando hasta que su mente se invadió de orquídeas, justamente tenía unas purpuras, eran perfectas. Seguro que a la persona que iba a ser recibida con las flores le iba a encantar.
-Esperate un momento, ya sé cuales pueden ser las indicadas- dijo la chica, yiendo hacia un lugar en especifico, siendo seguida por su Roserade, las flores estaban ordenadas por colores, pareciendo un arcoíris floral, esta llegó a donde estaban las moradas y empezó a rebuscar, hasta que las encontró. Era un pequeño ramo de orquídeas púrpuras, con pequeños toques rosados si te dabas cuenta antes de las pequeñas partes de polen.
Realmente hermosas.
-Aquí tienes.- dijo la chica, otorgandole al chico el ramo.
-Serían 70P$- dijo la chica, y Paul dejó el dinero, siempre tenía dinero por si acaso, Ash era muy descuidado, así que nunca se sabía bien que podía pasar, así que empezó a llevar dinero cuando salía con el azabache.
-Adiós.- dijo la chica, viendo como el pelimorado se alejaba de la tienda.
Cuando Paul salió, observó un poco el ramo de orquídeas, a Ash le iba a encantar.
Este cojió su teléfono y le mandó un pequeño mensaje al azabache, este decía que si quería hechar un combate cuando estuviera el amanecer, el azabache le contestó rapidamente diciendo que si estaba disponible, esto alegró un poco al pelimorado.
Después de eso, su día fue de totalmente tranquilidad, hasta que llegó la hora, este salió puntual; aunque sabía perfectamente que Ash se iba a tardar unos cinco minutos,pero le daba igual ya estaba acostumbrado a que el azabache llegase tarde. Así que solo esperó cinco minutos, hasta que el chico llegó.
-Lo siento por la tardanza Paul- dijo Ash, tomando un poco de aire ya que había venido corriendo hasta aquí para poder llegar un poco más temprano.
El lugar era un simple parque, con vegetación, un árbol en el centro y dos bancos, los dos lo habian descubierto en una de sus cuantas caminatas y les había encantado, a Ash porque era muy extenso y era perfecto para los combates y a Paul por el silencio que había en el lugar, era realmente acojedor.
Y ese fue su punto de reunión desde hace unos meses.
-¿Preparado para un combate, Paul?- dijo el azabache con una sonrisa.
-Por supuesto que sí.- dijo el pelimorado, cojiendo una de sus Pokeball.
El combate, fue un choque de ataques consecuentes, la adrenalina fluía por las venas de los dos entrenadores, aunque ya no hubiese ninguna rivalidad entre ellos, seguían viviendo esa candente adrenalina por todo su cuerpo cuando combatían, solo eran batallas amistosas pero seguían siendo realmente emocionantes para los dos.
Poco a poco los Pokemon cayeron de los dos contrincantes, hasta que solo quedaron dos Pokemon.
Por parte de Paul,estaba Electrivare y por el lado de Ash estaba Infernape.
El azabache sonrió, ahora se venía lo bueno, la verdadera emoción solo estaba por comenzar.
El primero en atacar fue Electrivare con un puño trueno que fue esquivado por Infernape, para después que le Pokemon de tipo electrico fuese golpeado por el puño de su contrincante, cayendo al suelo,haciendo que el Pokemon de Fuego pudiese usar Patada Salto, rapidamente Electrivare,se quitó para no ser derribado,Infernape quedó aturdido, haciendo que Paul aprovechase eso para ordenar a su Pokemon utilizar Puño trueno denuevo, haciendo que el Pokemon de Fuego se hubiera caido por completo al suelo.
Los ataques no cesaron, los dos Pokemon estaban exhaustos, sus entrenadores estaban intentando respurar con normalidad, hasta que algo sucedió. El Electrivare del pelimorado, cayó al suelo, este había caido haciendo que Ash ganase esta batalla.
El azabache, llevó a su Pokemon a su respectiva Pokeball, para después ver a Paul hacer lo mismo.
Ash lo abrazo, se sorprendió de lo fuerte que se había vuelto Paul en estos meses, hacía mucho que no tenía una batalla tan interesante.
Paul se quedó estático un momento, para después corresponder al abrazo.
-¡Realmente fue fascinante Paul! ¡No sabía que habías mejorado tanto!- dijo alegremente el azabache.
-Te tengo una sorpresa- dijo el pelimorado, alejandose para después sacar de su mochila las orquídeas.
Los ojos del azabache empezaron a brillar, para después un pequeño sonrojo se extendiera por sus mejillas, para después cojerlas entre sus manos.
-Gracias, Paul. Son realmente hermosas- dijo el azabache, observando las flores y se notaba mucho que estaba muy emocionado y también embobado. Nunca pensó que su ex-rival le regalase unas flores, pero ahora estaba sucediendo, y realmente era hermosa.
-Denada. Cuidalas, despistado- lo que no sabía el chico es que Ash las iba a cuidar como si su vida dependiese de ello.
Las iba a cuidar como un tesoro.
El azabache, se acercó lentamente hacia el chico, para después depositar un pequeño beso en una de las mejillaa del ojimorado.
Un pequeño sonrojo apareció en las mejillas de Paul, para después ver como la figura de ash desaparecía en el horizonte.
Ahora se daba cuenta, Ash no era un persona especial porque fuese su amigo, sino porque estaba enamorado de él,por eso lo hacía especial para Paul. Por ser el único que cuativó su corazón.
Fin.