Narradora
El sudor resbala por rostro de Texas, su respiración agitada y su corazón acelerado era lo único en lo que pudo concentrarse.
No era la primera vez que soñaba con aquella batalla, claramente era una señal para arreglar las cosas con Lappland, esa culpabilidad siempre estaba a flor de piel para la peli azul, sin embargo, de alguna forma pareciera que no le daba importancia cuando tenía a la peli gris frente a ella, como si fuera algo que ya había encontrado un final, siendo la realidad algo diferente.Texas puso su mano contra su pecho mientras se sentaba en la orilla de la cama, buscando calmar su agitada respiración y cerrando los ojos con fuerza. Más sintió como sus orbes de cristalizaban y las lágrimas amenazaban con salir.
Estaba sola, nadie la vería llorar, al fin y al cabo, todos tienen sentimientos, incluso la persona más fría, más Texas siempre los a callaba, y ella misma sentía como esa sensación la iba rompiendo poco a poco, llegando a su límite.Suspiró, y con ello su respiración se fue restableciendo junto a sus latidos, guió sus manos a su rostro, con ellas cubrió sus ojos, y en ese momento aquellas traicioneras lágrimas salieron, humedeciendo sus palmas.
Sus puntiagudas orejas bajaron y con ellas su fuerza para guardar sus sentimientos, nuevamente se recostó entre las suaves sabanas, tratando de buscar la paz que jamás logró encontrar desde aquel incidente con Lappland.
Las lágrimas salían a mares, los recuerdos amenazaban su mente como la primera vez, tan claros y frescos, pero a la vez cargados de dolor y culpabilidad.
Solo quería gritar que era su culpa, gritar y seguir gritando hasta que sus cuerdas vocales se desgastaran, hasta que sus pulmones se quedarán sin oxígeno alguno, gritar hasta que haya calmado su sentir. Sin embargo, no podía hacerlo, o al menos no quería hacerlo frente a todos.
Solo para ella misma.
Todos la conocían por su frialdad, nadie sabía que rondaba por su mente o que la atormentaba, solo sabían que es hábil, astuta, una guerrera digna de admirar.
Nadie la vió derrumbarse en ningún momento. Siempre estaba de pie ante todos. Le advertían si algo pasaba ante la invasión a Rhodes Island, le advertían del peligro.Pero nadie le advirtió el daño que le provocaría pretender ser fuerte cuando en realidad no se sentía así.
Nadie le dijo que su sentir era válido en cualquier momento.
Que las lágrimas no son debilidad, sino que ya había llegado al límite.
Nunca le mencionaron el daño que le causaría guardarse cosas que pueden resolverse con ayuda de alguien cercano.
En el día se podía sonreír, disfrutar cada instante y cada pequeño momento, sin embargo no siempre es así, al final o a cualquier momento del día, los problemas siempre existen, acechando a todos, buscando a sus acostumbradas presas, en las persona todo el tiempo tienen la opción de como quieren salir de problemas, ser destrozados o fortalecidos.
Texas sabia lidiar con los problemas.
O eso quería pretender...
La peli azul siempre quería demostrar que no era débil, todo lo contrario, demostrar que puede ser alguien que siempre protegerá a los inocentes, ser una de los infectados no la iba a detener. Pero, siempre debemos parar en cierto punto ¿No es así? No podemos olvidar algo que está frente a uno mismo, solo se puede huir o enfrentarlo.
Texas siempre decidía enfrentar las cosas, sin embargo... ¿Enfrentar a Lappland? Con solo pensarlo se sentía asustada, nerviosa, solo quería correr y no parar hasta que la peli gris no estuviera en su radar visual, ella siempre hacia bromas, incluso coqueteando con la de orbes naranjas, Lappland ciertamente sentía algo por Texas, pero ella no lo ve así.
O mejor dicho, prefiere no meterse en ese tema, no hasta que haya enfrentado a Lappland.
Texas solo sozollaba, quería que las lágrimas dejaran de salir, pero sus emociones no querían lo mismo que ella.
¿Texas? -dijo una voz al pie de la puerta-.
La peli azul rápidamente se alarmó y se limpió el rostro torpemente, más aquella húmeda sensación seguía bajando por sus pálidas mejillas. No podía parar aunque quisiera.
Texas, ¿que ocurre? -cuestionó la voz mientras la oji naranja ocultaba su rostro-. Dime que pasa -pidió con preocupación mientras atraía el cuerpo de la peli azul hacia ella, brindándole un cálido abrazo, buscando tranquilizarla.
Texas suspiró mientras trataba de tensar su anatomía ante aquel toque, a pesar de tener los ojos cerrados reconocía esa voz a kilómetros.
Lappland...
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Amor de Lobos (Lappland x Texas)
RomanceDurante diversas batallas entre los grupos de ArkNights, todos decidieron parar aquellos conflictos para evitar más heridas entre sus miembros, esta pausa fue oportunidad para la guardiana de Rhodes Island, Lappland, para estar más tiempo con Texas...