Min Yoongi solo tenía tres cosas que no podía soportar
La primera era que se metieran con su hermano menor o sus seres queridos
La segunda era quisieran tocar su mercancía oficial de su banda musical favorita
Y la última era que tocaran a sus cin...
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El pálido estacionó su carro frente a la escuela de su hermano, logrando escuchar la campana sonar al mismo tiempo. Miro a su hermano sentado en el acientó del copiloto jugando con su nintendo ignorando lo completamente
- Jungkook, deja ese juego, ya tocó la campana
- Ya se
- Entonces bájate, vas tarde
- Un momento, estoy en algo - soltó haciendo una mueca extraña al estar picando los botones de su juego
Yoongi soltó un suspiro rindiendose, ya sabía cómo era el menor. Miro con desgano su celular y fue ahí donde notó que a él también se le estaba haciendo tarde para ir a su trabajo
Inmediatamente le quitó el juego al azabache y lo aventó en los asientos de atrás
- Hey, estaba por ganar
- Voy tarde al trabajo, comprate algo de comer, te mando un mensaje si no puedo venir por ti - dijo mientras le tendía unos billetes y le abría la puerta con uno de los botones para que saliera
Jungkook asintió saliendo rápido del auto y correr a la entrada de su instituto justo cuando su hermano mayor había tomado camino rápidamente
Tenía clases de arte a esa hora por lo que no se preocupó mucho, esa maestra le tenía mucha paciencia y a decir verdad no camino mucho, le tocaba en los salones de abajo.
- Jungkook tarde otra vez - soltó Mina al ver al chico parado en el marco de la puerta
- Buenos días maestra Na, puedo pasar ? - preguntó con una sonrisa
- Ya sabes que sí
dió brinquitos antes de pasar a su lugar junto al rubio
- Que tenemos que hacer ? - preguntó mirando el trabajo de su amigo
- Creí que ibas a tardar más
- Nah, mí hermano también iba tarde
- Eso explica, solo es de hacer una pintura de algo sencillo pero bonito
- Eso es fácil
- Para tí - se quejó el contrario haciendo una mueca al ver que se había salido del ligero trazó que había echo
- Jimin tienes pintura gris ? Se me acabó la mía ayer
El más bajito asintió aventando le su estuche al otro, al porfin estar tomando forma su pintura
- Es una papa ?
- Es un gato ! - soltó indignado
- Oh, ya decía yo, una papa no es gris
El rubió lo miró molesto con un puchero mientras refunfuñaba
El no era precisamente el mejor en la pintura y lo sabía, porque era de los peores en esa clase, sin embargo hacía su esfuerzo
