I'm not afraid | Marc & Nathaniel

I'm not Afraid

Era septiembre, día del amor y la amistad. Días antes de esta tan esperada fecha los hermanos Couffaine habían decidido tener una pequeña reunión en su barco pirata con el fin de jugar amigo secreto y de celebrar estas fechas con amigos y conocidos, ambos habían invitado a no más de 15 personas, sin embargo estos planeaban pasársela a lo grande entre los conocidos que iban a asistir. Ya era medio día del viernes, ese día se había decidido por parte de las directivas del instituto que estos tendrían clase solo hasta medio día, esto con el fin de que los alumnos pudieran salir a divertirse por las fechas. Cada uno de los asistentes se había ido a arreglar a sus respectivas casas con el fin de verse más tarde y poder pasar el rato en la fiesta.

Marc este estaba en su habitación maquillándose un poco para salir más tarde con sus amigos, si bien a él le gustaba arreglarse no lo realizaba seguido debido a las prisas de la mañana, además esta era una ocasión especial. Marc finalmente se le declararía a Nathaniel. Luego de 2 años de amistad y señales confusas de ambas partes el escritor había definido que quería aclarar la relación con aquel pelirrojo, "no puedo quedarme esperándolo" pensaba el chico de ojos esmeralda, si realmente el había recibido bien las señales por parte del artista no había nada que perder, en todo caso no iba a perder la oportunidad si la tenía a su alcance, Marc solo esperaba que no fuera un momento incomodo, esa era su única condición.

Marc se había alistado durante semanas para el suceso, desde su ropa hasta aquel poema que le planeaba entregar aquella tarde para evitar arrepentirse de aquello que estaba por hacer. Marc se miro al espejo que tenia en su habitación, este estaba vestido con unos tenis blancos, unos jeans color azul claro, un saco cuello de tortuga verde menta con algunos collares que le había regalado Zoe en algún momento y una camiseta blanca encima de aquel saco acompañado de un maquillaje algo natural a comparación de lo que solía hacerse en sus tiempos libres. El escritor se analizo detalladamente en el espejo, si bien este estaba acostumbrado a usar cosas un poco más "rudas" este realmente quería destacar aquel día, estaba feliz con su elección. Después de aquel análisis Marc solo se sentó en una de las sillas de su habitación esperando la hora para poder ir a casa de los Couffaine mientras sostenía el regalo de su amigo secreto entre sus manos y mirando de vez en cuando su carta de confesión que tenía encima de la mesa, por nada del mundo se le podía olvidar aquella carta.

Por parte de Nathaniel este apenas salió del instituto se había dirigido con Alix a la casa de ella con el fin de que le ayudara a arreglarse para la fiesta de aquella tarde además de ayudarle a aprenderse lo que le quería decir a cierto personaje aquella tarde, si bien este era hábil para ser creativo en muchas cosas este realmente era un desastre andante en cuestiones de apariencia y sociales, no por nada no había cambiado de look en los últimos dos años además de ser el chico callado del salón. Este realmente necesitaba ayuda por parte de alguien más hábil en esa área.

Nathaniel había llevado ropa de cambio en su maleta para arreglarse en casa de Alix, al fin y al cabo estos eran lo suficientemente cercanos como para ayudarse en circunstancias así. Nathaniel ya estaba completamente bañado y vestido con unos tenis rojos, un jean negro y un suéter amarillo que le había regalado su mamá en algún cumpleaños, un atuendo poco común pero que no le desagradaba en absoluto. Este simplemente estaba sentado en el borde de la cama de la chica mientras esta le peinaba con tal de que se viera más decente para aquel día. En lo que la chica completaba aquella tarea el artista murmuraba lo que parecía ser un libreto que estaba en su celular con el fin de aprendérselo, este parecía realmente nervioso, tan así que de a momentos debía soltar su celular y mover las manos repetidamente con el fin de liberar estrés.

— Creo que estas exagerando un poco mi amigo fresa —comento Alix mientras terminaba de peinar una de las secciones de cabello del pelirrojo— no es tan complicado como lo haces ver.