10 cosas que odio de ti ✧ Adaptación KookV

7. El beso

Taehyung agitaba la cabeza al ritmo de la música mientras Jungkook manejaba su auto con dirección a casa. 

     — ¿Te sientes mejor? —preguntó el alfa, dando vuelta en el último semáforo.

     —Un poco —respondió Taehyung—, al menos ya no siento ganas de vomitar.

     —Eso es bueno.

     El castaño, señalando el autoestéreo, anunció:
     —Esto es lo que necesito.

     — ¿Qué cosa? —preguntó Jungkook—, ¿una banda?

     —Exacto —respondió Taehyung—. A mi padre le fascinaría.

     Jungkook bufó divertido, estacionándose frente a la puerta de los Park.

     — ¿Y por qué no? —Apagó el auto.

     —No hablo de ahora —replicó el omega con arrebato—; cuando me vaya de aquí.

     — ¿Y por qué esperar?

     Taehyung bufó.

     —Mi padre no me dejaría.

     Jungkook lo miró asombrado.

     —No pareces la clase de chico que pide permiso.

     —Sí, no me extraña —dijo Taehyung—; todos en la escuela creen que soy "violento y atemorizante".

     Jungkook bufó divertido.

     —Sé lo que sientes... Me pasa siempre —Taehyung lo miró enternecido, poniéndolo "un poquito" nervioso.

     —Entiendo.

     Jungkook le sostuvo la mirada un buen rato, sin saber qué más decir, hasta que simplemente soltó: 
     —Escuché que tu padre es un poco... controlador.

     Taehyung miró al frente, pensativo.

     —No —pronunció al fin—, sólo quiere que sea alguien que no puedo ser.

     — ¿Quién?

     —Jimin —soltó Taehyung entre risas.

     Jungkook asintió comprensivo. Y después de unos segundos en silencio, respondió:
     —Sin ofender y pese a que todos quieren con tu "lindo" hermano..., no creo que te haga falta ser como él: ya eres increíble.

     Taehyung volteó admirado.

     — ¿Lo dices en serio?

     —Claro —dijo Jungkook, perdiéndose en sus lindos ojos.

     Taehyung sonrió entonces con dulzura, mirándole la boca y acercándose –con los ojos cerrados– por un beso.

     Jungkook se quedó quieto, apesar de quererlo también.

     —Tal vez después —dijo volteando la cara.

     Taehyung abrió los ojos desconcertado: ¿acaso le había dicho esas cosas bonitas para rechazarlo? 

     Jungkook, en cambio, no quería ni mirarlo, por lo que Taehyung le arrebató sus llaves y furioso se bajó.

... 

Cuando Jungkook se marchaba de la casa de los Park en su propio auto, Yoongi se estacionó. Jimin se desabrochó el cinturón, pero nunca se bajó: no sabía cómo, se sentía muy apenado con el pequeño alfa; Yoongi tampoco sabía qué hacer o qué decir, por lo que también se quedó callado hasta que se animó a formular lo siguiente:
     —Nunca... q-quisiste salir conmigo.