6. Brillantina en el suelo.

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Me desperté agitando mis alas llenas de brillo, ¿qué había hecho la noche anterior? Solo recordé tomar el té con ardillas y animalitos.

Y... Con una chica, ¿parecía una pirata? Quizá.

Con ese pensamiento en mente, volé hasta la orilla del Mar Ceniza, conocido porque de noche cae un polvo grisáceo.

Y allí vi a la persona que hizo que mis alas dejaran caer polvos de colores, igual que hacer mis mejillas enrojecer.

Al verme, saltó y corrió hasta casi tirarme, llamándome por mi nombre, Obsidia.

Aunque usó una especie de diminutivo, Obsi.

Me abrazó tan fuerte que sentía los pies en el suelo.

Rió, jugando con mi pelo, hasta sonreír al ver el polvo de hadas.

- Oh vamos, no sientas timidez ahora. - Dijo, levantando mi rostro para depositar un beso inesperado en mis labios.

Me quedé tan sorprendida que mis alas pararon de agitarse. Como instinto cerré los ojos y pude notar lágrimas de brillantina caer al suelo, dejando a su vez en mi cabeza los recuerdos relacionados con ella.

Aisthra, conocida para mí como Aisth, es una pirata encargada de este mar turbulento.

Es mi prometida. De hecho, es consciente de que ayer perdí sus recuerdos, porque me abraza con una fuerza impresionante y siento su perfume de regaliz imvadirme.

En efecto, me echaron un montón de brillos rojos, traídos desde un mar lejano en el té.

Por eso sollozo brillos y esos brillos caen al suelo debido al revoloteo de mis alas.

Y Aisth, está moviendo mares y profundidades para encontrar al culpable.

Al detener el beso y separarse, la abracé con fuerza, llorando.

- ¿Qué sería mi vida sin ti? Un caos de hada aprendiz sin guía está perdida. - Le dije tratando de hacerla reír, besando su mejilla.

Ella me tomó de la mano y rió.

Días después, el culpable fue encontrado tratando de cruzar la frontera con el Mar de Descuido y querida Aisth se encargó de esposarle y enviarlo a la comisaría.

Se comitió un juicio, al haber herido a una menor de edades mágicas, como soy yo.

Ambas ganamos dicho juicio, logré curarme revertiendo el hechizo con polvos azules y tiempo después, Aisth deseó compartir mi vida con ella en su barco, MaryRose.

Acepté y a los días nos casamos en la Cala de la Esperanza.

Sigo recordando ese terrorífico día como una bendición, ya que pude crecer como hada y ser una pequeña pirata junto a la capitana del barco de mis sueños.

Piezas del puzle (Reto Semanal Literario)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora