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La multitud admiraba con asombro las pinturas en lienzo presentadas esa noche.

"Pasión"

Ese era el título de la galería. Vaya tema clave que Inojin había escogido retratar en sus obras, y justamente en estas fechas.

— Es inspiradora —expreso Inojin de la pintura que él mismo había creado.

Es inspiradora sí, pero no sé desde que lado verle la inspiración.

En la pintura habían dos cuerpos reflejados por una ventana, los dos amantes apenas podían verse por la oscuridad y opacidad de la pintura. Lo que estaba en esa pintura era pasión, todos los presentes podían sentirla al verla.

— Te dejaré solo un rato, debo atender a mis invitados —Inojin se fue emocionado al notar como cada vez llegaba mas gente al evento.

Me sorprendió la cantidad de gente que vino, y no precisamente por el talento de mi amigo, él verdaderamente es un artista, lo que me hizo dudar si la gente vendría fue la fecha.

14 de febrero, San Valentín.

El día en el que la mayoría de las parejas olvidan todo problema y se reúnen con sus parejas para amarse sin importar nada, la noche en la que probablemente muchos gozan del placer de ser amados.

En mi caso este día ya no era especial, hace más de un año que termine con mi última relación. Desde ese día que la vi partir no volví a verla, pero este San Valentín tenia lista una jugada.



Entre la multitud pude distinguirla. Reconocería esas piernas de entre un millón.

Sus cabellos negros que caían hasta sus hombros, su delgado cuerpo estaba descubierto por ese vestido de noche negro largo que tenia dos aperturas en la falda de donde se asomaban sus largas y brillantes piernas. De entre todo se destacaban sus labios teñidos de un rojo intenso.

Podrían haber muchas mujeres en ese lugar, muchas buscando llamar su atención pero Sarada Uchiha lo fue la única en su vida que lo había atrapado y sin siquiera intentarlo.

Los diamantes negros que se escondían en los ojos de la chica se conectaron con las esmeraldas del chico, esas piedras verdes hermosas de las que se había enamorado locamente hace ya algunos años atrás.

Sarada sabía que lo encontraría ahí. Tenía algo en mente y Shikadai lo sabía.

Él bebió de su copa de vino, el alcohol sería un buen acompañante para el deseo que Sarada le provocaba.

Había pasado tanto tiempo desde que la vio por última vez en persona pero aún así recordaba cada centímetro de su anatomía, la exploro tantas veces que jamas podrá olvidarla y no quiere hacerlo.

La sonrisa y mirada coqueta que le regaló fue mas que suficiente para que él se armara de valor y caminara hasta ella.

Cuando estaban a solo unos pasos de distancia ella barrio su mirada en él, vestía elegante justo a como la ocasión lo amerita, su camisola negra y levemente ajustada permitía tener una idea de los trabajados músculos se escondían debajo de ella, el pantalón igual de negro tambien estaba levemente ajustado haciendo mas fácil detectar al viejo amigo de Sarada que tantas veces la hizo sentir tanto placer.

Era una conciencia ir vestidos del mismo color.

Lo que no era una conciencia era que ellos estuvieran de frente otra vez, no es casualidad cuando la vida continúa cruzando en el camino a las dos mismas personas porque incluso si no lo planearan la vida siempre los juntara una y otra vez.

— No esperaba encontrarte aquí...

Una pequeña, coqueta e inofensiva mentira.

— Después de tanto tiempo seguimos encontrándonos... —los resplandecientes dientes blancos relucieron en la sonrisa seductora sonrisa de Sarada siendo enmarcados por ese color rojo que destacaban sus labios— ... ¿Qué se siente volver a verme, Nara?

San Valentín || ShikaSaraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora