FIRST: woah.

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El ambiente era un total desastre; los comentarios y comportamientos obscenos no eran mucho que señalar cuando ya era algo de cada día, las pequeñas discusiones con comentarios vulgares que evolucionaban a puñetazos y las cortinas de humo bailando...

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El ambiente era un total desastre; los comentarios y comportamientos obscenos no eran mucho que señalar cuando ya era algo de cada día, las pequeñas discusiones con comentarios vulgares que evolucionaban a puñetazos y las cortinas de humo bailando en el ambiente sin ritmo alguno hacían que los adolescentes problemáticos se alejaran cada vez más del sentido común que la sociedad imponía.

¿Cuál era el punto de mantener su cordura cuando podrían convertirse en vacías cáscaras carentes de vida allí mismo, ya sea a puñetazos, por culpa de una bala e incluso una navaja?

"Si vamos a morir" dijo alguien sin nombre, empezando una frase que dirían miles de personas más "¡Que sea sin remordimientos!"

En definitiva, decidir ser un delincuente era lo peor que un adolescente puede decidir hacer.

No había un buen punto de vista, alguna opción positiva, beneficio alguno que les brindará pertenecer a una pandilla; las personas los miraban con odio y miedo en sus ojos, la ley siempre los perseguía, la libertad valía poco si observabas el peligro que conllevaba tener el uniforme de un grupo como el de ellos en tus manos.

Y sin embargo, Sano Manjiro se sentía feliz.

Personas habían muerto, por supuesto que lo habían hecho, y fue el mismo, junto a sus camaradas y familiares, quienes tuvieron que llevar aquel cuerpo frío y sin vida bajo tierra.

A veces ni siquiera avisaban a las familias, a veces su propia sangre no quería asistir a la muerte de la escoria y decepción.

A veces, la familia ni existía.

Y adolescentes murieron y sangre se derramó, y la promesa del mañana fue el tormento de algunos, y el brillo en sus ojos se desvaneció lentamente con el pasar de los días.

Y Manjiro tenía que encontrar felicidad en la convivencia con tantos muchachos rotos, en la compañía que le ofrecían aquellos amantes de la violencia y el dolor, porque si no lo hacía, lo único que reinaria en su ser sería la amargura.

"Ne, Baji" las letras de su nombre siendo susurradas a la luz de la luna con lentitud sobresalta levemente al mencionado "¿Crees que a Shi-nii le gustaría ver esto?"

La misma pregunta cada tres días, Baji ya había memorizado el plazo de tiempo en el que Manjiro le volvería a cuestionar aquello, con las mismas palabras en réplica y el mismo semblante de angustia y tristeza pintado en sus facciones.

Y como no, si Sano Shinichiro fue el humilde y adorado dios de muchos, así como la pesadilla de otros. Mientras que algunos celebraron su ida, otros, como Manjiro, encontraron aquel hecho como una razón para dejar su corazón descubierto y llorar, con garganta adolorida y ojos enrojecidos, lo mucho que extrañaba a aquella persona.

Y como cada día, Baji se encontró con la culpa floreciendo en su cuerpo como una hermosa flor de loto brillando a la luz del Sol.

Abre la boca, deseando tener la valentía de decirle a Manjiro que no, a Shinichiro no le gustaría el ambiente que su hermano pequeño respiraba cada día en un desesperado intento de no caer en soledad.

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⏰ Última actualización: Dec 04, 2021 ⏰

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𝗚𝗨𝗜𝗟𝗧 / bajitakeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora