Son las horas de la madrugada y voy rumbo a un pueblo muy alejado de la capital debido a que voy a pasar mis vacaciones, acostumbró viajar tipo 3:00 am y así llegar al medio día a aquellas tierras lejanas. A lo largo del camino se conserva la alegría y la emoción de pasar tiempo en familia, mientras la música suena en un volumen considerable para lograr escuchar con atención los cuentos que se recordaban. Mi padre habla de cuando era joven y vivía experiencias inolvidables, muchas de ellas fueron a causa de la pobreza y su constante lucha para obtener algo para comer, se puede afirmar que su infancia no fue nada sencilla de tal manera que le toco prácticamente por obligación acoplarse a su realidad y establecer un plan hasta tener la suficiente edad y madurez para salir del pueblo y avanzar con su vida.
Mientras establecía ese camino conoció a mi madre y mi abuela que es una gran amiga de mi padre le ayudo o más bien le dio un empujoncito para darle chance de conquistar a mi querida madre, es una historia muy larga para quedarnos en ese tema aún así la contaré en otra ocasión. Me es más interesante proseguir en lo que estaba, el viaje, ya que como lo venia diciendo, habíamos tomado como costumbre viajar al pueblo donde nacieron ellos casi todos lo diciembre, y digo casi todos porque un año que lo pase en la capital fue de los más aburridor, debido a que no era el tipo de ambiente que acostumbró estar cuando llegaba un 24 de diciembre, al igual que el reloj marca las 12:00 am y un nuevo año es el que de celebra.
Pues ahí estaba yo, después de un largo viaje voy saliendo del automóvil y sintiendo la fuerte temperatura, era de locos el calor que se sentía, de todas maneras continuaba saludando a mis primos y de más familiares con gran alegría y emoción.Es el año donde me empecé a relacionar con más personas, ya que yo era del tipo de persona que solo se refugiaba en su hogar y en la convivencia de familiares, pero esta vez fue diferente debido a que mi hermano y primo me integraron al grupo que ellos tienen y pues, era evidente que la gran mayoría de gente del pueblo los conocían y es aquí donde el nombre de Andrés Pérez empezó a deambular por las calles.
Pasaron varios días y recuerdo que había un quinceañero, para ese entonces era nuevo en el grupo por lo cual no tenía mucha comunicación pero aún así era buena la compañía. Ninguno estaba invitado por lo cual decidimos auto-invitarnos jajaja, me causa risa ya que cuando llegamos nos acomodamos en una mesa con toda confianza y sin ningún tipo de preocupación, como si tuviéramos algún tipo de invitación, pero a la final se pasó un rato agradable, y pues para mí fue importante ya que era la primera vez que salía con un grupo en este pueblo.
Al paso del tiempo la comunidad fue creciendo, la confianza y la amistad. Hacíamos planes e ir a diferentes sitios para matar el aburrimiento, definitivamente que fueron momentos muchas risas y buenas sonrisas.Llegó 24 de diciembre y el trago acompañado del baile era lo que emocionaba en aquel entonces, risas por aquí, risas por allá, el grupo estaba unido. Ya para fin de año paso alfo interesante, y es que pude ver a una encantadora mujer que mi vida había visto por estas calles, y de todas la veces que visitaba este pueblo, nunca la llegue a ver por lo cual me llenaba de mucha intriga del saber quién era, como se llamaba y de dónde demonios había aparecido, gracias a una amiga que había establecido una buena amistad me dijo quién era, y que casualidad que es prima de ella, me causó mucha impresión saber que era prima de ella, simplemente tuve una buena sensación, estaba hasta emocionado la verdad, y en ese momento mi mente solo se repetía ese bello nombré, Sol, era imposible no pensarlo cuando por 12 horas la luz de sol nos ilumina y es allí donde me hacía recordar a esa encantadora mujer que aprecié por un momento.