Corazón de serpiente

Capítulo 22

Capítulo 22: Duelos y descubrimientos

La estación de King's Cross se llenó con la habitual avalancha de estudiantes después de la Navidad cuando el Cuarteto de Slytherin tomó sus asientos: de los cuatro, Harry era el que estaba en el peor estado mental.

Después de leer sobre el regreso de Lockhart, Harry había pasado los últimos días de las vacaciones entrenando su mente y cuerpo en todos los aspectos de la magia, antes de preguntarle a Lucius por qué habían vuelto a contratar al pillock de cabello dorado.

Aparentemente, como Lucius le había explicado al Príncipe Oscuro, la reinstalación de Lockhart en Hogwarts se debió a Dumbledore y su plan de formar una especie de club de duelo. Por un lado, el hecho de que un club donde Harry pudiera usar magia no le molestaba, pero por otro lado; si estaba siendo enseñado por ese fraude egoísta, Harry preferiría enfrentarse al monstruo de Slytherin que tomar la clase.

Sin embargo, después de una serie de argumentos bastante unilaterales de Voldemort, así como la garantía de Severus de que Lockhart no se interpondría en el camino de la educación de Harry, el joven Slytherin se había encontrado esperando con ansias la lección, especialmente si le daba él la oportunidad y la oportunidad que había estado esperando durante todo el año: la oportunidad de callar a Weasley de una vez por todas.

Al llegar a Hogwarts, Harry y los demás se dirigieron a la Sala Común de Slytherin (nueva contraseña: sangre pura) antes de que el joven heredero se volviera hacia sus amigos y les preguntara: "Entonces, ¿cuándo tenemos el primer día placentero para aguantar a ese idiota? "

"Viernes," explicó Draco, "Lo que nos da tres días Harry, así que hay tiempo para adaptarse".

"Tal vez", acordó Harry, dejándose caer en su cama, "Es solo que, después de todo el caos y la tensión de nuestras vacaciones de Navidad, pensarías que volveríamos y tendremos algo de paz y tranquilidad, pero oh no".

"¿Quieres saber lo que pienso?" preguntó Gabrielle.

"¿Qué?" preguntó Harry.

"Creo que este es otro de los juegos mentales del anciano para intentar que vuelvas a estar de su lado: considerando lo que te hizo durante las vacaciones, no lo dejaría pasar".

Harry y los demás asintieron de acuerdo con ella antes de que ella y Luna dejaran a los dos chicos solos, el heredero de Slytherin todavía molesto con todo lo que le habían informado sobre este nuevo término.

Sin embargo, mientras Harry realizaba su sesión de meditación nocturna, así como su hora de posturas de relajación y ejercicios de concentración, en realidad descubrió que había una ventaja en tener a Lockhart como tutor.

(Puedo demostrar que incluso un niño de doce años tiene más poder que ese idiota).

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A las ocho de la noche del viernes, el Cuarteto de Slytherin se apresuró a ir al Gran Salón: las largas mesas del comedor habían desaparecido y un escenario dorado había aparecido a lo largo de una pared, iluminado por miles de velas que flotaban en lo alto. El techo era de un negro aterciopelado una vez más y la mayor parte de la escuela parecía estar apiñada debajo de él, todos portando sus varitas y luciendo emocionados.

A pesar de su emoción, Harry apenas había estado allí cinco minutos antes de soltar un gemido: Gilderoy Lockhart caminaba hacia el escenario, resplandeciente con una túnica color ciruela oscuro y acompañado nada menos que por Severus, vestido con su habitual negro.

Lockhart hizo un gesto con el brazo pidiendo silencio y gritó: "¡Reúnanse, reúnan! ¿Pueden todos verme? ¿Pueden todos oírme? ¡Excelente! Ahora, el profesor Dumbledore me ha dado permiso para comenzar este pequeño club de duelo, para entrenarlos a todos por si acaso". siempre deben defenderse como yo mismo lo he hecho en innumerables ocasiones; para obtener todos los detalles, consulte mis trabajos publicados ". Se quitó la capa que llevaba y se la arrojó a los estudiantes: varias mujeres se levantaron de un salto y agarraron la capa como si estuviera hecha de oro macizo.