En un gran bosque cerca de dos pueblecitos sucede una de las historias mas bonitas y dignas de escuchar.
En este habitat de animales nobles y libres, despiadados y ambiciosos y de la esencia de la madre tierra dos muchachos cruzaron sus caminos casi por casualidad justo por donde un viejo olmo todo lo pudo ver y así mismo todo lo pudo contar.
___________________Sara Márquez se dirigía al pueblo de al
lado en busca de semillas puesto que en Santo Cielo no crecían plantas por sí solas y depués de cada cultivo las semillas de estas no germinaban.
A su vez Francisco Del Agua iba en busca de recursos minerales y de piedras ya que
su pueblo, Caliza, vivia del comercio de estos mismos pero no los producia, simplemente los trabajaba.
Ambos pueblos eran pequeños y similares pero a su vez completemente diferentes, uno estaba basado en la producción agricola y era autosuficiente mientras que el otro en el trabajo de los materiales y su exportación. Era muy curioso esto, ya que ninguno de los dos pueblecitos producía su materia prima, es más, el uno abastecía al otro.
Habían pasado muchos años desde que esto ocurría y ya nadie recordaba el porqué de esa complicada situación. Contaban leyendas de gigantes y brujas que sometian a las poblaciones contrarias o las asesinaros años atras para quedarse con sus tierras. Decían que regalaban a sus vecinos lo que les sobraba acambio de aquello que necesitaban, pero realmente nadie sabía la verdad y todos los años se elegía a alguien por sorteo para que fuera a recojer al pueblo de al lado la preciada mercancía que cada uno requería.
Los dos pueblos estaban separados por un frondoso bosque lleno de misterios, El Bosque de la Sangre lo llamaban, puesto que en uno de los arboles, el más grande y aterrador de todos, crecian unas pequeñas y preciosas flores rojas que se utilizaban en Santo Cielo para elaborar un cotizado elixir con propiedades milagrosas, y era este elixir de un color maravilloso con unos balances de rojo y una consistencia muy similar a la de la sangre. El camino era peligroso y desconocido, se tenían inexactos mapas trazados a través de los testimonios de aquellos viajeros que habian logrado completar el viaje con éxito y todos ellos narraban historias horripilantes sobre aquel trayecto.Era obligatorio para los habitantes de Santo Cielo acudir a la corte del despiadado rey que gobernaba, si eran elegidos, para que el monarca los evaluara por si requerían entrenamiento, compañía, o algún recurso especial, y así mismo poder proporcionarles cualquer cosa a cambio de traer la mercancia en perfecto estado.
Igualmente se sabía de siempre que en esta sociedad marcada por las clases sociales el sorteo estaba amañado y ningun integrante noble o con dinero salía electo, sólo de vez en cuando algún valiente se ofrecía voluntario para demostrar a la sociedad la superioridad de las altas clases frente a las más bajas completando el peligroso viaje con gran rapidez o agasajando a alguna dama con algún presente valioso de la comarca vecina y alardeando de haber matado a algún peligroso animal para conseguirlo.En Caliza hacía unos años los habitantes pusieron fin al reinado monárquico y establecieron un gobierno más democrático, con lo cual los pueblerinos más valientes se presentaban a un concurso dónde la población elegía a los dos más preparados y de ellos el azar decretaba quien era el elegido para cruzar el bosque y obsequiar a sus electores con aquello que requerian.
Estos dos viajeros partían el 20 de marzo de cada año coincidiendo con el equinocio y tenían que volver con la mercancía en un margen de 7 días, si se retrasan debían mandar a una paloma mensajera que notificase a la población que el retraso se debía a un simple contratiempo y que lo que esperan estába en camino, puesto que si no llegaba nunca los pueblos tendrían serios problemas para el abastecimiento de todos los habitantes y solo hay un paquete, con lo cual solo hay una oportunidad y no se puede desperdiciar.
Los dos viajeros nuncan se habían encontrado pero está vez fue muy diferente.