Traición de una Sonrisa

Pt 2. Sonrie

Llegan a la entrada de los dormitorios arrastrando un poco los pies, ya que estarán castigados por un par de días.

-Vamos (nombre) no te desanimes, ya verás cómo los días se irán volando y cuando menos lo esperes ya no estaremos castigados-
El chico pelirrojo trataba de darte ánimos y que vieras el lado bueno de la situación. Si es que existía alguno.

-Lo único bueno que salió de esta noche, es que pude conocerte- dijiste en voz baja y con una dulce sonrisa mientras llegaban al piso de sus recámaras.

Kirishima no pudo evitar mostrar un poco de rubor en sus mejillas, al mismo tiempo que te devolvía la mirada mostrando esos dientes tan característicos de el.

-¡T-te veo mañana (nombre)!, descansa- el chico agitaba su mano en señal de despedida mientras te veía entrar a tu respectivo cuarto.

Entraste al cuarto y te recargaste en la puerta mientras mirabas al techo, procediste a quitarte lo zapatos, el uniforme y tomar una ducha.

Al salir del baño secabas tu cabello con una toalla y en ese momento sonó tu teléfono.
Miraste la pantalla por unos segundos, el brillo del celular se reflejaba en tus ojos.

-¿Hola?- contestaste con una voz algo apagada.

-"lo único bueno que salió de esta noche, es que pude conocerte"...- decía una voz en tono burlesco como forzando imitar la tuya.

Te quedaste callada por unos segundos.

-JAJAJAJAJA, ¿qué rayos fue eso?, enserio tu... sabes cómo hablarle a las personas ¿no?- una voz masculina y algo chillona entraba por un oído a travez de la bocina del teléfono.

-¿Qué mierda quieres Twice?- repelaste en un tono ya más serio.

-Uy, miedo. Dabi quería hablar contigo-

Tu cuerpo se congelo por unos instantes.

-No puedo hablar por mucho tiempo, más vale que sea importante- susurraste.

-Claro que es importante, si no ¿por qué otra razón te llamaría? ¿Para darte las buenas noches?- se escuchaba la voz ronca de Dabi entrando por tu cabeza.

Apretaste las sábanas con tu mano.

-Solo quería saber cómo estuvo el día de hoy ¿algo nuevo?- preguntó.

-Nada nuevo. Pude infiltrarme en la clase 1-C, así que no levante sospechas.- dijiste en un tono casi robotizado.

-Si si eso ya lo sabemos, dime algo que no sepa- añadió en un tono sarcástico.

-Tuve contacto con un chico de la clase 1-A. Eijiro Kirishima, alias Red Riot.- Informas.

-Jajajaja hubieras escuchado lo que le dijo hace un rato Dabi.- se escuchaban las risas de Twice y Toga a lo lejos.

-No me importa qué digas o qué hagas, solo no arruines el maldito plan. Digo, a menos que quieras volver a ver a tu hermana con vida- susurró con una voz áspera y grave pegándose más al celular.

Apretaste los labios al mismo tiempo que estrujabas más tu sábana y una pequeña lagrima se deslizó por tu mejilla izquierda.

-Lo haré bien, no le hagan daño, por favor- tratabas de que la voz no te temblara tanto.

-Si si, como sea. Mantén vigilado a ese "héroe" y trata de pasarte a la clase 1-A para el fin del bimestre. Entre más cerca de ellos estemos, mejor. ¿Entendido?- impuso.

-Si...- dijiste sin añadir nada más.

-Tal vez vaya a darte una visita, ya sabes para asegurarme que las cosas van de acorde al plan. Pero eso lo discutiremos luego.- sin previo aviso colgó la llamada.

Dejaste caer tu mano que sostenía el móvil haciendo que este cayera al piso.

Tus labios tiritaban y cubriste tu boca y tu nariz para que nadie te escuchara llorar.
Te acurrucaste en tu cama mirando hacia la pared envolviéndote en las mismas sábanas y de la nada te quedaste dormida.

-¡(nombre)! Vamos llegaremos tarde- muy lejos escuchabas una voz algo distorsionada.

-(nombre) vamos, de prisa, mamá ya hizo el desayuno y nos está apresurando se va a enfriar...-

-¡(nombre) por favor no me abandones!, ¡ayúdame, no dejes que me hagan daño!

-¡(nombre)!-

-¡¡Aahh!! Aahh... ahh... ¡¿pero qué?!... - te levantaste de un brinco sentándote en tu cama, sudando frío y con los ojos bien abiertos.

Alguien había estado tocando tu puerta desde hace ya varios minutos, pero el sueño que tuviste no te dejaba escucharlos.

-(nombre) Ammm, soy Shinso, tu compañero de clase, estamos en el mismo piso y me parece escuchar que te quejabas o algo así. ¿Estás bien?- la voz se escuchaba del otro lado de la puerta.

-Ah... si si estoy... estoy bien... solo se me hizo tarde... ya ya me levante, iré pronto a clases- tus manos y prácticamente todo tu cuerpo temblaban sin control.

Te dirigiste rápidamente al baño y te echaste agua en la cara dándote pequeñas cachetadas para terminar de despertar.

Tu respiración pesada poco a poco se iba normalizando. Tus manos sostenían tu cuerpo recargado en el lavamanos mientras te veías en el espejo.

-Puedes hacerlo (nombre), hazlo por tu hermana. Solo no tienes que cagarla y todo estará bien- repetías una y otra vez a tu reflejo para mantener la compostura.

Te pusiste el uniforme y los zapatos lo más rápido que pudiste y ya estabas por salir de tu habitación cuando te detienes un momento para respirar hondo.

-Solo sonríe- abriste la puerta y saliste en dirección a clases.