Príncipes - Parte 2

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Y cuando menos lo esperabas, todo se acababa

Aire

Adrenalina

Miedo

Esa fue la sensación que inundó a Draco mientras él y Harry se apresuraban hacia la salida del castillo. Los guardias los perseguían a toda velocidad, y los caballos galopaban a una velocidad asombrosa. Harry estaba a su lado, con una mirada decidida en su rostro. Se acercaban al objetivo, casi tocando la libertad, a punto de comenzar una nueva vida. Sin embargo, en un instante, sintió un impacto y un dolor agudo recorrer su cuerpo, llevándolo hacia la oscuridad mientras escuchaba el grito desesperado de la voz de Harry.

— ¡DRACO! 

...

Poco a poco, sus párpados se abrieron, enfrentándose a una sensación de entumecimiento en todo su cuerpo. Sus ojos ardían y el movimiento era difícil de lograr. Se esforzó en incorporarse, observando con desconcierto su entorno: los calabozos del castillo lo rodeaban. La confusión lo invadió: ¿Cómo había llegado hasta allí? ¿Qué había sucedido exactamente? Un quejido débil atrajo su atención, acompañado de una voz que le resultó familiar.

— ¿Harry? — susurro. 

— ¿Draco? ¿Estás bien? — preguntó con dificultad, se podía escuchar los grilletes sonar.

— Si — afirmó — ¿Qué pasó? — preguntó intentando moverse, buscando una forma de salir del lugar. 

— Nos atraparon, los guardias nos vieron cuando salimos del bosque y antes de poder llegar a la salida del castillo para entrar al pueblo te golpearon dejandote inconsciente — respondió — Malditos guardias — bufó — ¿Quién le hace eso a su príncipe? — ofertó con molestia en su voz. 

— ¿También te atraparon? — preguntó sorprendido buscándolo en la oscuridad, al no escuchar respuesta alguna podía darse cuenta que algo no andaba bien — ¿Podías escapar, verdad? ¿Por qué no lo hiciste?

— No te iba a dejar, si te atraparon no solo podía irme y dejarte — respondió serio, provocando que los ojos del rubio se aguaran y sintiera un nudo en la garganta.

— Tonto — susurro. 

En ese instante, las pesadas puertas del calabozo se abrieron bruscamente, dando paso a dos figuras imponentes que entraron en la estancia. No eran otros sino los monarcas de los reinos más destacados.

— Padre — ofertó mirándolo fijamente.

— Draco — murmuro con fria voz, estremeciendo al más joven — No puedo creer que hayas hecho esto, espero que tengas una buena explicación — ofertó tirando con fuerza la carta frente a su hijo.

— Y-Yo — expreso con temor y una intensa ansiedad se extendió por todo su cuerpo. Sin embargo, antes de que pudiera recibir una respuesta, una voz grave e imponente se hizo oír.

— Harry — gruño — Me explicarás que está pasando, acabo de llegar a Slytherin gracias a un mensaje de este reino diciendo que estabas fugandote con Draco — ofertó sacando una carta de su bolsillo — Sino también por la carta que dejaste en tu habitación — ofertó tirando la carta al piso.

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