El Héroe Mutilado

12 1 0
                                    

Frank en la guerra de Irak, avanzando a pie con su pelotón, con las armas apuntando hacia delante. Frank pisa una mina y sus brazos y piernas saltan por el aire, sus compañeros van hacia el, pero no puede oírlos, solo oye un fuerte pitido ocasionado por la explosión de la mina.

Frank se despierta en la cama de un hospital, enchufado a una maquina que le mantiene con vida, habiendose quedado sin brazos y sin piernas y bastante destrozado por dentro, no soporta haberse convertido en un tronco humano y comienza a gritar y a llorar. Entra un médico y varias enfermeras,  una de ellas  se llama Adriana, que le acaricia la mejilla y el pelo mientras le coge la mano. Y las demás enfermeras le preparan una inyección tranquilizante.

- ¿Como te llamas?.- Le pregunta Frank

- Adriana

- ¿Y nos volveremos a ver, Adriana?

-  Claro que sí, soy tu enfermera.

Las enfermeras le inyectan un sedante y Frank se queda dormido.

- Por la mañana la enfermera Adriana  entra en el cuarto de Frank a darle el desayuno. La enfermera dándole de desayunar a Frank

-¿Te gusta el  desayuno?

- Si muchísimo, esta muy bueno.

¿Lo dices en serio?

-No, la verdad es que es una porquería, pero tengo hambre.

-Ya me extrañaba, todos decís lo mismo.- Dice Adriana sonriendo

- Tienes una  sonrisa muy bonita.

- Gracias. - Le dice Adriana poniéndose colorada

- Te has puesto  colorada, Acércate mas, cierra los ojos y te susurrare una cosa al oído.

Adriana lo hace y Frank le besa los labios. Adriana se aparta y le sonríe con las mejillas rojas como tomates, hace intención  de irse.

-¿Podrías hacer una última cosa por mí?.- Le pregunta Frank

- ¿Que cosa?.- Le pregunta Adriana, deteniendose ante la puerta.

- Desenchufar la máquina que me mantiene con vida

- Yo estoy aquí, para salvar vidas, no para quitarlas.

- Ponte en mi  lugar y piensa que querrías tu.

Adriana sale de la habitación cerrando la puerta.

Adriana termina su turno de trabajo y vuelve a su casa, junto a su marido que la nota extraña

- ¿Te   pasa algo?.- Le pregunta su marido.

- Hoy ha llegado al hospital, otro  soldado  mutilado. Les dan la medalla al valor, les dicen  que son unos héroes y se quedan con la conciencia tranquila, reclutando otro borrego para el matadero. Pero los que mandan y sus hijos nunca irán a la guerra. Están construyendo mas ataúdes que balas gastan. Vaya sistema de mierda en el que vivimos.

El marido le acaricia los  hombros y  la besa.

- Estas estresada, relájate y vamos a la cama.

Van a la cama y se desnudan mutuamente, el se pone sobre ella  haciéndole el amor, pero Adriana en vez de ver el rostro de su marido, ve el de Frank con sus muñones donde antes  había brazos y piernas y escucha dentro de su cabeza  la voz de Frank diciéndole que desconecte la maquina que  le mantiene vivo, Adriana  hecha a su marido de encima suyo de un empujón.

- ¿Pero que te pasa?, ¿Estas bien?.- Le pregunta su marido.

- Estoy perfectamente, déjame tranquila.

Se ponen los dos a dormir. Adriana  se ve así misma con muñones, donde antes estaban sus brazos y sus piernas y la voz de Frank diciéndole:

- Ponte en mi lugar y piensa lo que querrías tu.

Por la mañana Adriana entra en el hospital y le da de desayunar a Frank.

¿todavía quieres que desenchufe la maquina, estás seguro de es lo que quieres?

- Te suplico que lo hagas y te esperare allí donde vaya mi alma, pero prométeme que tardaras en venir. Desenchufaria yo mismo la maldita máquina, si tuviera brazos y también te abrazarla.

Adriana le da un abrazo y un beso en la frente, desenchufando la máquina que le mantiene  con vida. Un monitor que  refleja el estado de vida de Alex, con una línea horizontal haciedo picos como si fuera  un gráfico, se queda totalmente lineal indicando la muerte de Frank.

- Espérame vayas donde vayas.- Le dice Adriana dándole un beso en sus fríos labios. Cuando en el hospital ven la línea que indica la vida de Frank totalmente horizontal,  sin ningún movimiento, entran corriendo en la habitación, un médico y varias enfermeras,

- Esta muerto.-Dice Adriana con lágrimas en  sus ojos que se  deslizan por sus mejillas. El médico que a entrado en la habitación verifica la muerte de Frank.

-¿La máquina que le mantenía con vida, la has desenchufado tu¿.-Le pregunta el médico  a Adriana.

Adriana Asiente con la cabeza y el médico  llama a la policía. Vienen
Y  se la llevan detenida. Tiene un juicio y le caen quince años de cárcel por homicidio y no podrá volver  a ejercer la medicina en su vida.

Adriana, no soporta la cárcel y se suicida a los quince días de su ingreso en prisión, ahorcándose con una sabana e imaginando que ira al cielo, donde Frank le estará esperando.

EstresadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora