19 de Agosto, año 2019...
Parece ser que el sol se levanta en el horizonte, puedo oír a las aves cantar en señal de que un nuevo día a comenzado...
Antes de que todo comienze permítanme presentarme; mi nombre es Kendall, tengo 18 años y curso el primer año de universidad, no suelo socializar mucho con otras personas así que me mantengo la mayor parte del día durmiendo o jugando videojuegos, supongo que eso es todo lo que necesitan saber de mí por el momento.
¿En qué estaba? Ah, si...
Antes de que el despertador digital de mesa que poseo toque su tan característico sonido a las 6 am una pequeña niña de tez blanca y pelo rojizo entra con gran entusiasmo a mi habitación.
???: Hermano!!!
No respondo...
???: Oye! No te hagas el dormido.
Apenas logro despertar le contesto a mi hermana pequeña con una voz todavia adormilada.
Kendall: Layla... ¿Qué es lo que pasa?
Aún no concibo con totalidad lo que pasa al rededor mío, me cuesta abrir mis ojos y mis sentidos no están activos del todo aún.
Layla: Hermano hermano, mira lo que hize.
Rápidamente Layla abandona mi habitación, no se de donde saca tanta energía esa niña, como sea, debo ir a ver qué es lo que se le ocurrió hacer hoy.
Con pocas fuerzas me levanto de mi cama y aún dormido bajo las escaleras de mi casa.
Encima de la mesa del comedor se encontraban 2 platos de panqueques, al lado de ellos se encontraba mi hermana con una sonrisa de oreja a oreja y los ojos más iluminados que haya visto.
Kendall: Wow, ¿tu hiciste eso?
Layla: ¡Así es! Pruebalos.
Me siento frente a un plato y tomo un juego de cubiertos para tomar una porción de los panqueques y llevarlo a mi boca.
El sabor es muy bueno, me sorprende lo bien que sabe cocinar esta niña a pesar de su edad.
Layla: ¿Y bien? ¿Qué tal quedaron?
Kendall: Estan muy ricos, cuando aprendiste a hacerlos?
Layla: Mamá me enseñó.
Kendall: ¿En serio?
Se ha vuelto muy madura desde que Mamá casi no está en casa.
Después de tomar el desayuno y subí al piso de arriba para tomar una ducha.
Me arreglé y tome mi mochila para diriguirme a la escuela.
Mi hermana y yo salimos de casa no sin antes cerrar con llave la puerta de nuestro hogar.
Caminamos algunas calles por la zona residencial en la que viviamos, viendo pasar algunos carros, niños apurados para ir al colegio, adultos llendo al trabajo y uno que otro perro o gato.
Nos detuvimos en un cruce donde siempre nos separamos, ella para ir a su escuela secundaria y yo para la universidad.
Kendall: Te veo en la tarde, cuidate por favor.
Layla: Ya no debes preocuparte tanto por mi, pero está bien, lo haré.
Se fue siguiendo a un grupo de estudiantes antes de incorporarse a el, creo que eran sus amigos ya que se le veía feliz de ello.
Yo por mi parte tome la dirección contraria para irme a mi escuela, no pasarón más de 2 cuadras antes de que mi calmada caminata se viera interrumpida por un rostro familiar.
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Love solves everything
RomanceCada persona tiene sus problemas, pero que mejor forma de resolverlos con ayuda de alguien más, 6 chicas vivirán duras experiencias que solo podrán ser resueltas con algo de ayuda, Kendall tendrá el labor de ayudar a estas chicas mientras el intenta...