- Citas rosas.

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- Y ahí se encontraba JungWon. En medio de un mar de prendas, sin poder decidirse por cual elegir.

Tal vez debería ir de compras...

Pensó el chico un poco frustrado por no conseguir nada especial que ponerse para su cita con SunSun. Pero desechó la idea al instante, ya era algo tarde para salir de compras.

—Esto de tener novio, es un poquito difícil —se quejó haciendo un puchero, mientras se sentaba en la cama.

¿Qué tipo de ropa le gustaría a su novio? ¿la colorida? ¿la formal? ¿monocroma? ¿casual? O tal vez... ¿Una camiseta con un unicornio de brillitos rosas estampado?

JungWon suspiró. Está vez tendría que escoger al azar o nunca saldría de esa habitación. Al final, solo tomó una camisa de un azul muy suave con bordados, y unos pantalones blancos. Cepilló con paciencia su cabello castaño y sonrió nervioso mirándose en el espejo. Esperaba que a SunSun le gustará como se veía.

Miró la hora en su celular. Eran exactamente las 6 y seguramente SuNoo no tardaría en llegar por él.

Efectivamente, fue así, para las 6:01 SuNoo estaba tocando la puerta. JungWon respiró hondo, trantando de calmar las maripositas que revoloteaban en su estómago, y abrió la puerta encontrándose con su novio, que se veía más que hermoso con esos pantalones oscuros ajustados.

—Hola SunSun —dijo JungWon impulsándose levemente en la punta de sus pies para besar la frente de SuNoo.

— Wonnie te ves hermoso —halagó el mayor, recibiendo un modesto sonrojo y soltó una risita por parte de su novio. —¿Nos vamos? —preguntó SuNoo tomando la mano del chico. Se veía como un lindo ángel, muy lindo.

El rubio asintió. Y empezaron a caminar porque lamentablemente SuNoo no tenía auto, pero aún así era perfecto para JungWon. Si estaba con su bonito novio todo era perfecto.

Ambos paseaban por la plaza, SuNoo no podía estar más feliz de pasar San Valentín con su lindo chico. Él jura que jamás se cansaría de escuchar sus extrañas historias, porque si estaba con su Wonnie era más que divertido.

—Y entonces lo abrí, ¡era un osito azul! Desde entonces él es mi mejor amigo.—sonrió JungWon, su osito azul era muy importante, así que obviamente le quiso contar a su novio sobre él. Después de todo, los presentaría algún día para que apruebe su relación. Bueno no, pero ese osito compartiría su cama matrimonial cuando SuNoo aceptara casarse con él en unos años, así que era importante.

—¿Ah sí? Debe ser una buena compañía —dijo SuNoo riendo enternecido.

—Sí, es muy suavecito y lindo. Siempre me cuida en las noches cuando tengo pesadillas —decía JungWon con los ojos brillantes, la estaba pasando muy bien en su cita. Y algo que lo hacía sentir bien es que a SuNoo no le molestaba la forma en que hablaba de sus peluches, y hasta le seguía el juego. Era una buena noticia para el menor.

—Entonces debo agradecérselo —susurró SuNoo besando la mejilla del castaño.

JungWon rió por las cosquillas que le causaba el tacto.

—¡SunSun mira! —exclamó JungWon señalando una heladería —¿Podemos ir? ¡Yo quiero helado de Vainilla con fresas!

—Lo que tú desees, Wonnie.

Tan pronto el chico dijo eso, JungWon tomó su mano llevándolo rápidamente a la heladería. Amplió su sonrisa una vez estuvo dentro, la decoración de San Valentín era preciosa a los ojos del menor. Lo emocionaba mucho más de alguna manera.

SuNoo no podía dejar de sonreír al ver las expresiones de su lindo castaño, era demasiado adorable. Y eso hacía que se preguntase como es que alguien como JungWon llegó a gustar de él...

— SunSun pareces un zorrito bebé —rió JungWon colocando una orejas de peluche sobre la cabeza del otro. ¿De dónde las había sacado? Bueno, SuNoo no tenía idea. —Te ves tan lindo~

SuNoo no pudo evitar sonrojarse por la comparación. Y JungWon sonrió por ello.—Ow, tus mejillitas están rosadas —dijo acercándose más a su novio para picar estas con sus dedos.

SuNoo solo negó riendo y pidió los helados.

Eres tan tierno mi JungWon.

— SungHoon, ¿estamos en una cita? —preguntó HeeSeung levemente ruborizado

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— SungHoon, ¿estamos en una cita? —preguntó HeeSeung levemente ruborizado.

Ambos estaban sentados en la azotea de un restaurante con un ambiente muy romántico, sobre todo por ser un acaramelado 14 de febrero y estar rodeados de parejas.

—No sé, si usted quiere... —dijo SungHoon tratando de disimular su nerviosismo como el sonrojo que estaba creciendo. Él había querido salir con HeeSeung desde hace mucho, pero nunca se atrevió a pedírselo realmente.

—Y-yo... me gustaría —murmuró HeeSeung con las mejillas pintadas de rojo, bajando la miraba avergonzado.

SungHoon sonrió y tomó la mano de HeeSeung entre las suyas acariciándola. —Entonces es una cita, Seunggie hyung.

—Claro que sí, SungHoon —tarareó HeeSeung sonriendo ampliamente, haciendo sus ojitos casi como una línea. SungHoon se enamoró una vez más de aquella sonrisa.

— HeeSeung hyung.

—¿Hmn?

— Cierre los ojos —musitó suavemente.

HeeSeung lo miró confundido, pero no tardó en obedecer.

SungHoon rió bajito  antes de acercarse al menor para besarlo de forma sutil. Y HeeSeung... él solo se dejó llevar por los dulces labios de su menor.

𓏲  𝗦𝘄𝗲𝗲𝘁 𝗪𝗼𝗻𝗻𝗶𝗲 ! #𝗦𝘂𝗻𝗪𝗼𝗻﹆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora