Alcohólico / Draken x Mikey

Alcohólico

De cierto modo, Manjiro sabe que su relación con Ryuguji va de mal a peor, tiene la confianza de que un día llegará y le dijierá que cambiará por el o por su hijo.

Yasu, un rubio de piel clara y ojos negro profundos, igual a Ryuguji pero con el carácter de Manjiro.

Cómo su nombre lo describe, Yasu le genera paz a Manjiro en los momentos más difíciles, aunque no precisamente económicos, a ellos no les faltaba dinero, les sobraba.

Ryuguji se volvió adicto al alcohol desde que comenzó a tomarlo seguidamente, como cualquier persona comenzando a beber, volviéndose una rutina que el mayor volviera a las 3 de mañana total mente mareado y apestando a alcohol, durmiendose al instante y más tarde dirigiéndose a su empresa a trabajar, sin pasar tiempo con su familia.

Una tarde de Marzo la rutina cambió un poco, Ryuguji llegó a su casa como siempre tambaleandose encontrándose con una de las personas que más amaba en su jodida vida, Manjiro era y es el amor de su vida, sabe que el está mal pero no hace nada para cambiar ¿Por que? Ni el mismo lo sabe.

- Son las 4:43 de la mañana, Draken -dijo Manjiro-

- ¿Y? No es mi culpa de que te quedes a espérame -sonriendo caminado a la habitación que compartían, pero su pareja lo detuvo agarrándolo por el brazo- ¿Qué quieras ahora?

- ¿Qué es lo que quiero? Lo que quiero es que cambies, ¿Sabes que hoy tu hijo cumplió 6 años? No verdad, mi pequeño te espero mucho tiempo, pensó que volverías a las 3 como siempre, pero no, como siempre rompiste su corazón -Manjiro ya no soportaba que su hijo sufra por las acciones de su padre-

Draken se quedó quiero, su hijo cumplió un año más y el ni enterado.

- ¿Dónde está Yasu?

- Lo deje con Emma, quiero hablar contigo

- ¿De qué?

- ¡¿Todavía lo preguntas?! ¡Eres un alcohólico sin remedio! ¡Vienes tan tarde que me preguntó si de verdad me eres fiel! Ryuguji, y-oo... Yo te amo, y m-mucho pero amo también a mi hijo, y también me amo a mí, y si para que tengamos una mejor vida tendría que dejarte, no lo dudaré y te dejaré con tu maldito vicio -apretando sus labios-

- Mikey -susurro- Yo...

Se quedó sin palabras, ¿Qué si era un adulto cobarde? En realidad si lo era.

- Si no tienes nada que decir, está decidido, me voy mañana, no quiero molestar a mi hermana y a mi hijo

Reaccionó cuando Mikey fue directo a su habitación, se quedó en el sillón pensando, no sabe cuánto, sabía que era un alcohólico, no tiene muchos problemas psicologicos, logro superar sus traumas de niñes, siendo muy feliz, se quedo como idiota pensando por que bebía, llego a la conclución de que lo hacia por puro gusto, peor no midió sus acciones y no pensó en las consecuencias que podría traerles. No quizo perder más tiempo así que fue directo a su habitación, quitándole el seguro con una llave, encontrándose con el Manjiro dormido, su corazón se rompió cuando vio sus ojos ojos e hinchados, y echo bolita en la gran cama.

Fue directo a el y se recostó a su costado, pasando su brazo por la fina cintura de Manjiro, abrazándolo haciéndole abrír sus ojos.

- ¿Draken?

- Perdón, de verdad perdón, te amo mucho, más de lo que te imaginas -sollozando escondiendo su cabeza en el pecho de Manjiro- no quiero que te vallas, nunca te fuí infiel, nunca sería capas. Yasu y tu son las personas más importantes en mi vida, mi obsesión me llevo a perderme uno de los mejores momentos de nuestras vidas, te prometo que cambiaré, por ti y por mi hijo, por favor no me dejen, son lo que más amo en este mundo, te amo, te amo, te amo, te amo tanto maldita sea, se que cometí errores, y no se por que no trate de remediarlos, tal vez soy tan idiota como para darme cuenta de ello, se que te falle de las peores maneras, solo me queda pedirte perdón, depende de tu si me das una oportunidad, si tu respuesta es no, luchare por esa oportunidad hasta el casancio, pero si tu respuesta es que si me darás otra oportunidad, te juro que no les fallare, le lo prometo Manjiro Sano.