Lo Siento

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La familia estaba destrozada, faltaba un día para que su hija cumpliera un año de desaparecida, el ambiente en casa se había vuelto tenso y lúgubre para su padre, madre y hermano que aún no lograban acostumbrarse a la ausencia que la hermosa Emily había dejado en sus vidas, extrañaban mucho a la niña de ojos miel y cabello color chocolate que siempre sonreía y que gustaba de oír a sus artistas favoritos.

—Ya no más, Emily, bájale un poco a tu música —Había pedido la madre algo fastidiada—.

—Vamos mamá, es una canción muy buena —Se había acercado a ella para tomarla de las manos y hacerla bailar, era su viejo truco para persuadirla, truco que siempre le funcionaba—.

"Miró la sala, esa sala en la que varias veces había bailado con ella entre risas y que hoy se sentía vacía sin su hija, hoy sería su cumpleaños número quince y su cabeza no hacía más que imaginar lo feliz que se hubiera puesto al ver el vestido estilo princesa que su madre había preparado para ella".

Un año había pasado ya y la policía solo supo decirle que las esperanzas de encontrarla con vida eran escasas, aun así su familia no perdía la ilusión de que su hija volviera. 

Escuchó el sonido de un correo llegar a su lapto y se dirigió hasta la habitación que usaba como despacho para realizar sus actividades de trabajo, aunque nada la prepararía para lo que estaba por leer, un correo había llegado a su cuenta de Email con la frase "Lo Siento", era una dirección de correo desconocida, pero la ilusión de que pudiera ser su hija la invadió haciendo que abriera el mensaje, aunque cuando lo leyó se quedó helada.

"Lo Siento"

Lo siento, es todo lo que puedo decir, pedir una disculpa por lo que he hecho y el dolor que seguro les he causado, aunque sé que esto para nada cambiará las cosas, el daño ya ha sido hecho y es por eso que necesito contar esto antes de que me quede sin corazón.

 Mi piel y mi alma sienten un escalofrío de dolor y placer mientras escribo esta confesión, la verdad es que no sé cómo empezó todo esto, solo sé qué sucedió, no podía ver la luz hasta que vi el miedo en sus ojos, hasta que sentí su temor, conocía a Emily y sé que ella confiaba en mí, eso hizo que me pusiera las cosas más fáciles, la lleve hasta una cabaña con engaños para poder cumplir mi cometido, para poder acabar con el desenfrenado deseo que sentía por ella, la amaba, aunque sé que esto no lo entenderán.

Eran muchas las noches que soñaba con tenerla entre mis brazos y hacerla mía, con tocar su piel, con besar aquellos labios color rosa que tanto me fascinaban, pero que muchas veces me negaron un beso, me frustraba su rechazo, por eso la maté, debo ser reiterativo al puntualizar que no abuse de ella cuando la llevé a la cabaña, no porque no la deseara, sino por respeto y también por ese gran amor que sentía hacía ella, amor que hoy me ha llevado a tomar esta decisión, durante meses pensé en como calmar la euforia de mi cuerpo, controlar esa pasión desenfrenada que sentía hacía ella y que antes podía calmar con una foto suya y algo de imaginación, pero con el tiempo ni eso parecía bastar, hasta que la até en la cabaña, oír su llanto engrandeció mi ego al recordar todas las veces que me rechazó.

La hermosa e inalcanzable Emily rogaba por primera vez y era yo a quien le rogaba, acaricié su mejilla y sequé sus lágrimas para que se tranquilizara, para que no estuviera tan tensa, pero ni eso funcionó, besé su frente tratando de darle algo de esa paz que ya hace tiempo yo había perdido y hundí su rostro en mi pecho mientras ella sollozaba, fui rápido, no le ocasioné ningún dolor, no como el que ella si me ocasionó con sus desprecios y desplantes, el disparo le atravesó la sien haciendo que su llanto se silenciara, no les diré dónde la enterré, ese es un secreto que pienso llevarme a la tumba, aun recuerdo lo bonita que se veía, era..., era cómo si solo estuviera dormida.

Pero al final el tiempo pasó, tal vez más lento de lo que debía o esperaba, haciendo de mi día una lenta agonía, ella ya no estaba, la musa de mis más bajos deseos había desaparecido para siempre y fue solo ahí que mi poca razón hizo que me diera cuenta de lo vacío que estaba ahora, ya no quiero vivir, no sin la dulzura de mi amada Emily, por eso es mejor morir, tal vez en otra vida nuestra historia de amor si tenga un final feliz.

 Como dije al inicio de este mensaje, el daño ya está hecho, pero espero que mi muerte calme en algo el infierno que les he hecho pasar ¿Saben? He elegido suicidarme el mismo día que maté a Emily, espero verla pronto.

"Finalizaba el mensaje que dejó un nudo en la garganta de la madre de la adolescente ¿La conocía?, eso podía explicar el hecho de que su hija pudiera haber confiado en su verdugo ¿Pero quién podía ser? Emily era una joven muy guapa y con muchos amigos, ¿Y si fue uno de sus amigos quién la mató?, podía ser, pero lo más probable era que hayan sido más de una persona, pues los amigos de Emily eran de su misma edad".

Cerró el computador queriendo olvidarse de lo que había leído, tal vez todo era solo una más de las tantas bromas de mal gusto que había recibido desde la desaparición de su hija, ya más de una vez había acudido a la policía por las llamadas y los correos basura que recibía, solo para descubrir que eran de algún bromista pesado, decidió no contarle nada a su hijo y esposo, no quería indisponerlos con ese mensaje, sobre todo porque el mismo no daba nombre de quién lo enviaba, o le daba alguna dirección exacta de dónde estaba el cuerpo de su hija.

El día se le hizo eterno, pero pudo disimular lo que le pasaba bastante bien y al final al llegar la noche intento descansar, pero las pesadillas intermitentes la despertaban constantemente, cuando la mañana al fin llegó, bajó a la cocina para preparar el desayuno, pero la jarra de jugo se le fue de las manos al escuchar el estridente ruido del otro piso haciendo que corra escaleras arriba, escuchó unos gritos que venía de la habitación de su hijo, cuando subió lo comprendió todo, en el piso yacía el cuerpo del mismo en un charco de sangre con un tiro en la sien, su esposo lloraba desconsolado, ella no podía ni respirar.

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