ㅡ Sujetate bien ㅡ ordenó el rubio ㅡ ¿Porqué no me haz dejado traer el auto? ㅡ Regaño mirando a le castaña a su lado ㅡ
ㅡ No creí que compraríamos tantas cosas ㅡ respondió apenada ㅡ
ㅡ Siempre que llevamos a Eri terminamos comprando el doble de víveres ㅡ suspiró ㅡ
ㅡ ¡Papá a ti también te gusta el helado! ㅡ Se quejo la castaña ㅡ
ㅡ Sin embargo siempre te lo acabas tu ㅡ respondió el mayor ㅡ
ㅡ ¿Váis a pelar por el helado de nuevo? ㅡ Gruño la mayor reprendiendo a ambos ㅡ
ㅡ Oh.. Mamá, he puesto los chocolates que me haz dicho ㅡ recordó la menor y la mayor río avergonzada mientras rascaba su nuca ㅡ
ㅡ Je Je Je, son para preparar el postre de la cena ㅡ mintió sonrojada y el rubio negó ㅡ
ㅡ Papá ha prometido cocinar esta noche ㅡ festejo la menor ㅡ
ㅡ(Suspiró) Ena no malcries a Eri ㅡ regaño y la castaña asintió apenada ㅡ
ㅡ Papá ¿Podemos comer karee raisu? ㅡ Propuso y el mayor accedió ㅡ
Eri festejo emocionada y el mayor intento no soltarla al moverse está tanto.
ㅡ Eri cuidado ㅡ regaño mientras está abrazaba su cuello ㅡ
ㅡ Ukyo puedo llevar las bolsas yo sola ㅡ
ㅡ Las romperás como la última vez ㅡ comento y la castaña río divertida ㅡ
No abría podido pedir más y no lo deseaba.
Cuán peligroso es el amor y cuánta belleza posee para atraer a personas e el, como abejas a la miel, no nos damos cuenta hasta ya muy tarde, cuando el amor nos tiene en sus garras y no nos queda otra que soportarlo.
Sin embargo, no es el amor en si, lo bello, sino las personas, aquellas hermosas personas que saben querer, aquellos que se atreven a transformar un corazón roto en una obra de arte, los que hacen parecer posible el amor aún cuando todo parece ir en contra...
Y que valientes aquellos que tienen la capacidad de soltarse justo cuando el amor empieza a doler y a dejar grietas en el alma.
Para Ena, Ukyo era uno de los primeros ejemplos, una hermosa persona que supo quererla de una forma que ella nunca imaginó, no un amor de película o un amor pasional como el los libros que leía, sino un amor sincero, realista e imperfecto.
Se amaban y si, aveces había discusiones, pero se las arreglaban y volvían a sonreír.
Por su parte, Ukyo pensaba en Ena como uno de los últimos ejemplos, una joven valiente que había terminado una relación de forma madura, por más que le hubiera dolido como mil demonios, lloro y se hizo fuerte.
Si él hubiera estado en su lugar, seguramente habría continuado la relación solo para no sentirse solo, pero cambio aquel pensamiento el día en que se enamoró de Ena.
" ㅡSi un día no tienes deseo de hablar o escuchar a alguien.. llámame y estaremos en silencio juntos ㅡ"
Siempre pensó en el silencio y lo asociaba a el vacío, a la soledad, pero...
¿Es tan mala la soledad?
Ena era un sol pues incluso cuando está se alejaba aún podía sentir sus rayos solares, como el sol, que alumbra la tierra, sentirse solo era muy difícil con Ena y Ukyo solo se entregó a la calidez que emanaba al sonreír.
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¡Annyeonghaseyo!
❝안녕하세요❞
Quiero agradecer a las personas que leyeron y votaron en cada capítulo, las que comentaron y me siguieron.
Qué Hayan invertido tiempo en leer mi historia me hace muy feliz y realmente lo aprecio, espero que les haya gustado y nada, nos vemos en mi próximo libro.
