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Despertaba una mañana como cualquier otra para ir a la Universidad, alistandome y arreglando la mochila a último momento como siempre.
Y cuando salía de mi cuarto mi mamá volteaba a verme cuando de inmediato me decía
- Eliza, llegaras tarde de nuevo.
Y yo solo le contestaba asintiendo con la cabeza a manera de apresurarse y salir lo más pronto posible de esa pesadilla llamada casa, claro digo pesadilla por hechos que mencionaré más adelante. No crean que soy insensible y voy por la vida juzgando y tratando mal a mi antojo.

Resulta que para mi buena suerte lograba llegar a mi segunda clase y mis amigos me comentaban que la primera no la habíamos recibido ya que el profesor enfermó y no pudo presentarse
—Claramente que tienes todo a tu favor Eliza—me comentaba mi amiga Alejandra
A lo que Wiliberto se carcajeaba y solamente asentía con la cabeza dándole la razón a mi amiga sabelotodo.
Me sentía ansiosa y eufórica, no por el hecho de haber corrido por todo el campus para lograr llegar a tiempo a mi clase sino por tener en mente a aquel chico que logré encontrar luego de muchos años queriendo descifrar su misterioso nombre... y al fin lograrlo.

No crean que este es el ya esperado cliché porque es de todo menos esperado lo que pasará, ya que mi vida después de mandar ese mensaje cambiado drasticamente y quieren que sea sincera? Ha sido lo mejor de mi vida aunque una montaña rusa se queda corta a mis locuras jajaja.

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⏰ Última actualización: Sep 27, 2021 ⏰

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