One-shot

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Un día cómo cualquier otro en la escuela demoniaca, así pensé que sería. El factor sorpresa de hoy fue que no pude salir de la escuela.

Yo me encontraba en el salón junto a Asmodeus y Clara, pero se tuvieron que retirar para ir a su entrenamiento intensivo. Decidí que caminaría un poco por los alrededores, sentía que algo me llamaba.

Entre mis pasos sin rumbo llegue a la habitación del club, extraño a Kirio-san, yo... sé que en el fondo es una buena persona, quisiera poder entenderlo y ayudarle.

Abrí la puerta para entrar y reflexionar, pero pronto lo vi.

La forma de su cuerpo, el cabello, sus lentes redondos y... un gran sonrojo junto a una sorprendida expresión me recibió al cuarto.

Antes de que pudiera siquiera hablar la puerta detrás de mí se cerró, él tomó mi camisa y me empujo al suelo con fuerza, aunque dolió no fue demasiado y cuando quise preguntarle que pasaba... sus ojos me miraban penetrantes, expectantes. Como si fuera algo que ansiaba, pero mantenía el control. El sonrojo perduraba, pero pude ver un pequeño hilo de saliva gotear de su boca.

Mi corazón empezó a latir fuertemente. Me sentía raro, pero no era nada que me incomodara. Como si fuera algo que tenía que pasar

- I-Iruma...

Pude escuchar su susurro, era muy débil, pero de pronto el deseo de que lo dijera una vez mas nublo mi juicio por unos momentos.

- ¿Kirio...-san?

Parecía como si el tono de mi voz lo impacientara, pero aun así no cambio su posición. Mis piernas estaban abiertas y él en medio de ellas, sus brazos estaban al lado de mi cara. Su respiración se sentía caliente y...

Mis acciones estuvieron a punto de provocar un beso. Pero Kirio-san pareció reaccionar y volver en sí un poco.

- ¡Ah! ¡yo...! Iruma... ugh...

Mientras balbuceaba su rostro paso de esa expresión ansiosa a una desconcertada y después a una cara avergonzada, se cubrió el rostro con ambas manos y seguía murmurando cosas que eran incomprensibles para mí.

"Aun no es tiempo... no puedo echarlo a perder... aun ugh"

Debo admitir que Kirio-san se veía extremadamente tierno. Extendí mi mano para acariciar su cabello que cubría toda su frente y sentí un temblor en cuanto mi mano lo toco. Solo acariciaba suavemente, pero, algo en mi me decía que faltaba una cosa.

Mi mano paso por su frente y acomodo todo el cabello hacia un lado senpai que aún estaba en trance me miro con esos ojos que parecían ver lo divino, lo mas importante. Esa mirada... no pude detenerme cuando mi boca se acerco al lunar cerca de su ojo. Deje un beso lentamente.

Su expresión cambio en ese momento. Como si hubiera perdido la motivación de no hacer nada.

- Iruma-kun, no me vayas a odiar.

Aun estaba sentado en el piso cuando él se levantó, me tomo de los hombros y empezó con un beso agresivo. Yo no sabia que hacer, definitivamente no lo esperaba. Aun así, no dije nada y me dejé llevar.

Sentía como mordisqueaba mis labios un poco y empezaba a lamerlos después; empecé a sentir calor después de que hiciera eso.

Mis brazos rodearon su cuello y nos unió más, Kirio-san empezó a usar más su lengua, la sentía pasearse por mis dientes y paladar, la temperatura iba subiendo. Realmente no sabía que estaba pasando ahora pero ya no importa.

Lo que necesito es mas de esto.

Comencé a hacer lo mismo que Kirio, pequeñas mordidas, lamidas y abrí los ojos solo para volver a encontrarme con esa mirada que parecía querer grabar lo que estaba pasando. Perdiéndome en su mirada sentí algo subir por mi espalda, era la mano de senpai. No pude evitar jadear.

CalorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora