ジェラシー

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Ya no quiero dar excusas
Así que, por favor, di "¡sí!"
Porque no todo el mundo
está bien, ¿verdad?
No significará nada
a menos que seas tú

Las misiones para jounins eran las más largas, podían extenderse desde dos días hasta una semana; por eso fuera de la villa había una zona especial para aquellos shinobis que necesitaban un descanso antes de reportarse, aunque aquel lugar no era exclusivo de los ninjas, ya que cualquier civil podía entrar y disfrutar de la compañía de una hermosa dama junto a un buen sake.

Kakashi, desde sus días en ANBU, rondaba aquella zona, la madam, que para ese momento ya era mayor, encargada del brotel era amable y entendía su situación.

Por eso siempre que Kakashi llegaba por las puertas traseras del edicio, la mujer mayor siempre le tenía preparado un ofuro y una habitación para que descansara, aunque a veces a la mujer le gustaba jugar con él, ya que lo dejaba vagar por los pasillos en su búsqueda, debido a que ella misma lavaba sus ropas sucias y llenas de sangre, para que en algún punto se topará con algunas de sus chicas, quienes al verlo sin su mascara y con esa yukata azul, caían rendidas ante él y le perseguían de forma juguetona solo para que Kakashi se encerrara en una de las tantas habitaciones, escuchando como las mujeres le susurraban entre coqueteos que las dejara entrar.

Las mujeres después de un rato se cansaban y le dejaban en paz, dándole paso a su madam, quien después de dar un suave toque y esperar, veía como la puerta se abría ante ella mostrando a un nervioso y sonrojado Kakashi, quien torpemente tomaba sus ropas y las dejaba a un lado del futon que usaría esa noche.

Y como un ciclo, se repetía todo de nuevo; y Kakashi terminó otra misión, lleno de heridas sangrantes y contusiones además de tener la sangre de otros shinobis enemigos sobre sus ropajes que ahora se encontraban harapientos. Resoplando pesadamente, se paró delante de una de las puertas del burdel y antes de que siquiera su mano tocara la superficie de madera, esta se abre mostrando a la madam, quien al verlo en ese estado, lo jala de su brazo ensangrentado mientras dejaba salir un resoplido monstrando una mueca de disgusto.

Lo llevo hasta el ofuro, que ya estaba listo para él y la mujer mayor entonces toma sus ropajes empapados de sangre mientras le dejaba una sencilla yukata verde en su lugar, saliendo en silencio.

Kakashi sintió como sus músculos se relajaban dentro del agua caliente y el vapor que le rodeaba tenía un agradable aroma floral. De repente sus ojos se posaron sobre su mano izquierda, la cual aún tenía algo de sangre seca. Haciendo una mueca, Kakashi comienza a frotar aquella zona solo para ver que aquella sangre seca ocultaba una herida que ni siquiera había notado; resoplando, Kakashi sumerge su mano sobre la tibia agua del ofuro mientras levantaba su mirada al techo.

La noche fue tranquila esta vez porque la madam no dejó que sus chicas jugaran con él y Kakashi pudo respirar con tranquilidad mientras se acomodaba sobre su futon.

Se levantó muy temprano, de hecho el sol aún no había salido aún pero la madam del brotel ya le estaba esperando a un lado de la puerta para despedirlo como siempre lo había hecho.

Una despedida corta entre ambos conocidos.

La mañana que le recibió estaba brumosa por lo que esperaba no encontrarse con nadie aún. Era temprano después de todo, la mayoría de personas, tanto civiles como shinobis, comenzaban su día un poco después de la salida del sol.

"¡Kakashi, mi rival!"

Aunque se olvido de Gai y su rutina matutina antes de la salida del sol; dejando salir un pequeño resoplido, coloco sus manos sobre los bolsillos de su pantalón mientras se giraba para encararlo, el mono verde de Gai estaba lleno de polvo y algo de lodo. "Hey, Gai. Es muy temprano, ¿no?"

『二人で行こう!』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora