Naruto en One Piece

Capitulo ¿I?

¿Confuso/a? Al final la explicación, así que saltate esto y lee que tengo para decir, o toma esta pequeña cucharadita de helado de prueba, y me dices que te parece.

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Naruto D. Uzumaki

El olor y suave brisa del mar en esa mañana especifica en esa isla cualquiera del East Blue, de nombre Summer. Poco famosa, y muy pacífica por ello, algunos jugaban pateando una pelota, madres charlaban, jóvenes paseaban, algunos trabajaban arduamente por la comida del día siguiente, o incluso la de hoy, mientras los ancianos veían melancólicos recordando su vida.

Cambiando de perspectiva, en una casa relativamente mediana, se veía a un niño apenas despertandose, su cabello tan amarillo como el sol, y tan dorado como el más puro oro. Sus ojos tan azules como el mismo mar, vestía ropa para dormir y un pequeño gorro del mismo color con una tierna cara de oso en ella. Este se encontraba estirandose y frotandose los ojos.

Ya era un poco tarde para levantarse, pero igual su madre lo dejó descansar, su padre había muerto hace unos años por una enfermedad. Afortunadamente no se transmitía geneticamente, por lo que estaba aliviado por ello.

Se levantó de la cama en la que estaba y yendo a baño de la casa, se dio una ducha relajante. La casa estaba bastante tranquila a su parecer, su madre no lo levantó a golpes y le dejó dormir hasta tarde, lo que le parecía extraño, pero igual siguió con su rutina.

Saliendo del baño mientras se secaba el cabello con una toalla y encontrándose completamente vestido, bajo las escaleras del segundo piso y se dirigió hacia la cocina, ahí encontrandose con su madre, quien estaba de espaldas lavando unos platos. Tenía puesta ropa que cualquier ama de casa usaría. Tenía un cabello rojizo, tan rojo como un tomate, o como una luna roja. Un color de cabello que siempre le había gustado, aunque el cabello rubio también le quedaba.

-Buenos días mamá- sentandose en el comedor, dijo con una voz algo alegre de ver a su madre cada mañana y que no haya acompañado a su padre al otro mundo le hacía sentir feliz. Más sabiendo que pudo seguir con su vida, y vivir aún con la perdida de su amado. Su madre era fuerte. La admiraba...

-Buenos días Naruto- La madre de Naruto, Kushina, se dio la vuelta ahora viendo a su hijo, fruto del amor entre ella y Minato, lo amaba tanto como su marido, era su hijo después de todo. Se acerco a la mesa y dejó su "desayuno" frente a el, este pronto comenzó a comer rápidamente sin detenerse. Pronto terminó.

-¡Está delicioso! ¡Quiero otro por favor mamá!- Dijo Naruto con estrellitas en las ojos, mientras pedía otro plato de aquella comida tan deliciosa que solo su madre sabía preparar, Kushina río ante eso ligeramente, ella era igual cuando era más joven, más que ahora por supuesto. Aún no era una anciana.

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-¡Ya me voy mamá!- grito Naruto saliendo con una sonrisa de completa pureza desde la puerta de su casa, pero, ¿a donde iría un niño de su edad? ¿Y a esta hora?.

El pequeño Naruto simplemente corrió, llevaba una pequeña lonchera y una mochila, mientras se dirigia a la costa de la isla a explorar y buscar cosas que las mismas olas trajeron allí, iba cada fin de semana. La aldea de la isla Summer lo amaba por eso, era tierno, por lo que se podría decir que tenía muchos amigos, iba de aquí para allá, riendo y hablando con la gente del pueblo. Esta aldea no tenía nunca visitas de piratas ni de bandidos, y todos parecian esforzarse para ganarse la vida. Sin embargo los lugareños eran rudos y estaban preparados para patear el trasero de algunos idiotas con 3.000.000 de recompensa. Pues sabían que eran cucarachas que simplemente no van a otros lugares ya que si lo hicieran, les patearian el trasero apenas pisaran algún territorio equivocado.